Capítulo 3

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Zoro se fue luego que la lluvia pasara y a la mañana siguiente, el anciano llevo a su nieto con la bruja Kurehara, una antigua amiga, para que viera su tobillo. Al llegar a la casa de la señora, Sanji se sorprendió al ver al musgo parlante en la puerta de esa modesta casa, "por qué siempre tiene que aparecer".

La puerta se abrió haciendo un sonido peculiar, como si fuera la casa embrujada de una película clásica de terror, una anciana de cabello rubio largo que se vestía como una adolescente rebelde tenía la sonrisa más inquietante que había visto, los saludo, "Buenos días, por qué hay tanta gente en mi entrada por la mañana".

Su mirada captó a alguien más en la escena, un pequeño de cabello castaño que se ocultaba detrás de las piernas de la anciana, aunque todos lo podían ver debido a que la mayoría de su cuerpo estaba a la vista y solo medio rostro lo tenía oculto.

"Pasen", por alguna razón parecía la invitación de una bruja que los mataría si entraban a su casa, Zeff le agradecía que le atendiera a estas horas, "Chopper aún no termina su desayuno, pero puedes hacer lo que quieras, Zoro".

Zoro asintió y como si fuera su casa se tiró en el sillón a dormir, Sanji no puedo creer la rapidez con la que este se quedó dormido, incluso el pequeño se acercó a jalar su mejilla y no se despertó.

"Chopper, termina de comer, no molestes a Zoro", el regaño de la anciana hizo al pequeño temblar y antes de volver a comer, tapo al musgo con una manta que tenía pequeños renos dibujados.

"Y que paso ahora, golpeaste muy fuerte a tu nieto", la doctora se sentó junto a la isla de la cocina y tomo un poco de su café.

"No, se cayó debido a la lluvia, no creo que sea algo fuerte, pero empezara a trabajar, así que necesito que se cure cuanto antes", el anciano indico a Sanji que se sentara para que le pudieran revisar.

"Disculpe por no presentarme antes, soy Sanji, el nieto del anciano decrépito, no creo que sea necesario tanta revisión, solo necesitaré una venda", decía un cansado Sanji que no acostumbraba levantarse a esas horas, luego de tantas juergas siempre dormía hasta el medio día.

"Eso lo decido yo... aunque, Chopper, revísalo, tómalo como parte de tu entrenamiento", el pequeño que comía su último panqueque asintió y se acercó al rubio, "preséntate".

"Ho-ola... soy Tony Tony Chopper, asistente de Doctorine", el nervioso adolescente reviso a Sanji con tanta precisión que por un momento el rubio pensó que lo de su tobillo era algo muy grave, "solo es un leve golpe, no se provocó un esguince por lo que si se mantiene en reposo para luego del medio día estará como nuevo, pero el reposo es necesario".

Kurehara sonrió ante el diagnóstico de su pequeño, "te preocupas demasiado, Zeff".

"Tú siempre dices que hasta el golpe más pequeño puede ser grave", dijo en un tono serio el anciano.

"Tienes razón, felizmente no es el caso, Chopper ve por tu mochila y levanta a Zoro para que te lleve", hace unas semanas la doctora había descubierto que algunos adolescentes molestaban a Chopper cuando caminaba a su colegio, debido a esto le pidió a Zoro que hiciera de su niñera por las mañanas, con su cara de asesino ahuyentaba a cualquiera incluso los adultos.

"¿Aún siguen molestándolo?", comento Zeff mientras veía al adolescente irse.

"Desde que Zoro lo acompaña, no", la doctora termino su café.

Sanji miro a la cabeza de musgo, por un momento pensó que tal vez no era tan mala persona, tampoco es que le hubiera hecho algo, pero su primer encuentro no fue del todo bueno, suele juzgar muy rápido a las personas y su odio en especial a los hombres no ayudaba mucho.

Los rubios se despidieron de todos, el adolescente le dio un pequeño paquete de vendas a Sanji, "por si te duele y no puedes venir, solo no ajustes mucho".

"Muchas gracias, no era necesario, Chopper", el rubio sonrió y no puedo evitar reír un poco cuando el adolescente comenzó a bailar de una forma extraña.

"No pienses que tu cumplido me alegra, idiota", decía un Chopper muy avergonzado mientras movía sus manos como fideos.

"No digas esas palabras, no quiero que la bruja me culpe por lo que dices, idiota", Zoro que estuvo dormido todo el tiempo, se levantó a regañar a Chopper.

"Tú acabas de insultar, no creo que seas el mejor para regañar, marimo estúpido", se burló Sanji y pudo ver como una vena aparecía en la frente del peli verde.

"Mira, ricitos, no estoy para aguantarte", Zoro se acercó a Sanji como si fuera a golpearlo, el rubio no se quedó atrás y lo jalo de su polo.

"A quien le dices ricitos, cabeza de musgo", estaban a punto de pelear cuando unos golpes de la doctora los detuvo.

"Si van a pelear que sea afuera, imbéciles", grito la bruja mientras los sacaba de su casa.

"No deben pelear, Sanji debe descansar", un preocupado Chopper miraba la escena con asombro.

"Vaya día", Zeff dejo salir un largo suspiro, él y su nieto volvieron a casa, por hoy dejaría a Sanji descansar.







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Chopper tiene 16, esta en el ultimo año de secundaria.

La foto puede servirles como referencia de como se ve, no es de mi autoría, la saque de Pinterest.

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⏰ Última actualización: Aug 01 ⏰

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