SUPERNATURAL

VII

Ese día en especial Yoongi se había levantado con un buen presentimiento, pero había empezado a pensar que su día iría mal, porque se le hizo muy tarde para ir a su trabajo, así que había salido de su casa lo más apurado posible, en todo el camino se había ido viendo los planos de una casa hongo que iban a construir y fue en ese momento en el que choco con Jimin.

Luego de que ambos se dijeran sus nombres y Yoongi saliera volando nuevamente, se había ido con sus mejillas rojas, se había enamorado de ese lindo elfo.

Ya nisiquiera superviso bien la construcción por estar pensando en cierto chico de sonrisa bonita.

— Joven Yoongi, debe revisar si todo está en orden — dijo uno de las hadas que trabaja en la construcción

Yoongi salió de sus pensamientos y asintió apenado, se puso su casco echo de una bellota por si le caía algo en su cabeza, reviso como iba la excavación y se aseguró que las demás hadas estuvieran haciendo bien su trabajo, reviso todo detalladamente hasta que estuvo seguro que todo estaba en orden.

— Ya pueden retirarse — dio la orden Yoongi — hicieron todo perfecto hoy como siempre — sonrió amable

Algunas hadas empezaron a irse, ya era tarde y debían regresar a sus casas.

El padre de Yoongi llegó segundos después, a supervisar que su hijo estuviera bien y de paso ver la construcción.

— ¿Todo esta bien? — pregunto el señor Min

— Si papá, ya sabes los chicos siempre hacen un buen trabajo y esta casa hongo estará lista en dos días

— Me alegra escuchar eso, cambiando de tema, tu madre invito a una hada a la casa, así que estás a tiempo de huir — dijo el señor Min riendo

Yoongi suspiro, su madre siempre estaba intentando emparejarlo con varias hadas, incluso con elfos y una que otra sirena, pero a él no le gustaban esas cosas y además ahora su corazón ya le pertenecía a ese lindo elfo que vio ese día.

Afortunadamente su papá siempre le decía los planes de su mamá y así él lograba escaparse de pasar un mal momento, su papá siempre le había dicho que él debía encontrar al amor de su vida y por eso mismo frustraba los planes de su esposa.

— Ire con mi mejor amigo a acompañarlo en alguna misión, llegare noche a casa así me aseguraré de que esa hada ya se haya ido — le aviso Yoongi a su papá, se quito el casco y lo dejo en donde aguardaban las cosas

— Esta bien hijo, pero ten mucho cuidado

— Lo tendré papá, no te preocupes — se despidió de su papá y empezó a volar hasta llegar a las afueras de la ciudad donde estaba su mejor amigo Namjoon

Namjoon era un elfo guardian, había domado un lobo para que fuera su compañero de batalla, era un lobo de pelaje negro como la noche, se veía amenazante pero con Namjoon era todo un cachorrito, el alfa le había puesto por nombre Koya.

— Hola Nam — saludo Yoongi

— Hola amigo, hasta que me vienes a visitar

— Pero vine ayer también — le dio la mano a Namjoon y se saludaron chocando el puño

— Y que bueno que vienes, debo ir a Flutterfield por algunas cosas de mi omega, ¿quieres acompañarme?

— Claro que si — respondió Yoongi emocionado, aunque le daba un poquito de miedo atravesar el bosque de los trolls

— Súbete — se subió en Koya y espero a que su amigo se subiera también — agárrate fuerte porque este bebé irá muy rápido esta vez

— No lo hagas Namjoon la última vez me caí y me dejaste tirado, tuve que volar hasta donde estabas — se agarro del pelaje de Koya

— No seas llorón amigo, al menos puedes volar, ¿listo?

— Si — respondió Yoongi y trago grueso

Koya empezó a correr a una velocidad increíble, era un lobo bastante rápido y Yoongi sentía como su hubiera dejado tirados sus órganos a medio camino, incluso cerró sus ojos.

Pero de un momento a otro Koya se detuvo, ambos alfas se quedaron viendo el camino, algo estaba pasando.

— ¿Namjoon?, ¿que esta pasando?

— Guarda silencio, esto no huele nada bien — se quedó viendo el gran árbol tirado a medio camino, tenía púas, era obvio que era obra de los trolls, cualquiera pensaría en rodear árbol, pero conociendo a los trolls habían puesto trampas a los lados — vamos a tener que saltar encima del árbol — acaricio a Koya

— Si quieres los espero del otro lado así saltan más fácilmente

— No, puede ser que haya trampas por arriba también y podrías ser carnada fácil para ellos, solo agarre fuerte

— Esta bien — se agarro aún mas fuerte de Koya y cerró sus ojos cuando sintió que el lobo empezó a correr aún más rápido de lo que había corrido anteriormente

El lobo salto encima del árbol y no se detuvo por nada, debían salir del territorio de los trolls lo más rápido posible, no querían morir a manos de ellos.

Largos minutos después llegaron a Flutterfield, Namjoon compro las cosas que le había encargado su lindo omega y decidieron regresar por otro camino, que aunque era más largo era más seguro del habían pasado anteriormente.

Namjoon fue a dejar a Yoongi a su casa y el hada agradeció.

— Te veo mañana de nuevo — se despidió Yoongi

— Claro, ya veremos que aventura los espera mañana — sonrió mostrando sus característicos hoyuelos

— Espero que no tenga nada que ver con trolls — fingió temblar

— Ya verás que no, bueno nos vemos, feliz noche — se fue rápidamente en su lobo

— Feliz noche Nam — Yoongi entró a su casa tratando de no hacer ruido

— Esta vez te saliste con la tuya Yoongi pero la próxima no — dijo su madre, quien lo había estado esperando

— Mamá, por favor deja de intentar emparejarme

— Lo hago porque voy a llegar a anciana y sin nietos

— Pero apenas tengo veinticuatro, aun no quiero darte nietos y además, ya conocí a alguien que me gusta así que deja traer omegas aquí

— ¿Como dijiste?, ¿te gusta alguien?, ¿quien es?, Yoongi debes traerlo a la casa y casarte rápido — chilló emocionada la señora Min, porque Yoongi jamás había tenido pareja en todo ese tiempo y ella moría por ser suegra y abuela

— Mamá, apenas lo vi hoy, deja que nos conozcamos mejor y te prometo que lo traeré

— Esta bien, tiempo al tiempo — sonrió

Yoongi asintió y subió a su habitación, vivían en un árbol así que tenía una linda vista desde allí, vio todas las casitas y suspiro.

— En donde vives — se pregunto pensando en Jimin — cuando vuelva a verte no te dejare ir tan fácil hasta que aceptes tener una cita conmigo — dijo decidido en que así sería

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