ELLA ES UNA VILLANA, PERO SU ESPOSO ES GUAPO

67 ¿QUIÉN ERES?

Ramaine estaba sentada frente a una mesa en un lugar apartado por
donde no pasaba mucha gente.

Bebiendo jugo en lugar de alcohol, caminé lentamente alrededor de la
fiesta en el jardín.
Vemos al marqués Gemma, todavía rodeado de nobles.

—¿Podemos hablar hoy?—

Parece estar recibiendo tanta atención como el duque Torte en esta fiesta.
No importa de qué ruta hablen con ustedes dos, siento que se
destacarán.

— Prefiero arreglar un asiento separado más tarde—.

Ramaine murmuró y dirigió su mirada al centro de la fiesta.
Una pequeña banda en un lado del jardín. Gente bailando al son de las melodías que tocan.
Una risa agradable se escucha por todas partes.
Mirando la hermosa escena que armoniza con el paisaje pintoresco, puso una leve sonrisa en sus labios.
Las cosas que son simplemente visibles son un mundo pacífico y
hermoso.

Fue un momento en el que vacié mi mente complicada y capturé con
calma las cosas que fluían frente a mis ojos.

— Ramaine—.

Una voz espeluznante hizo añicos la paz que había estado disfrutando
durante un tiempo.
Me di la vuelta con los ojos arrugados reflexivamente.

—No sabía que vendrías aquí—.

Heter levantó levemente la punta de su barbilla y lentamente empujó sus
labios hacia arriba.
… ¿Pasarás de largo? ¿Estás de buen humor ahora?
Se tragó las palabras que le habían llenado la garganta y levantó los
párpados.
Heter, que la había estado mirando con los ojos bajos, dio un largo paso
más cerca.
Sintiéndose mal solo por acercarse, Ramaine abrió mucho los ojos.

—Escuché que fuiste a casa hace unos días antes—.

Heter susurró para que solo Ramaine pudiera escuchar.
Pensé que Zion debió haberme escuchado.

—Afortunadamente, Zion dijo que pareces estar más tranquila… —

¿Qué? Hay algo extraño en el contenido.

— Como dije la última vez, si no quieres morir, mantén la calma—.

Miré al hombre que lanzaba amenazas con una sonrisa en los labios.

— El rey decidió entregarme pronto el control de las Fuerzas de seguridad—.

Los ojos negros brillaron con ambición.

— No te dejaré ir si actúas en contra del Rey antes de eso—.

Entonces, se decía que se mantuviera la vida matrimonial que comenzó
con la orden del rey.
Ramaine, que había estado escuchando la voz incómoda, soltó una risita.
En ese momento, los ojos de Heter se contrajeron ferozmente.

—¿Cuándo me convertí en una persona tan importante?—

Ramaine la miró con ojos agudos como agujas afiladas.

—No te equivoques. No es que te hayas vuelto importante, es que te calles
y te quedes con tu pequeña vida—.

En el momento en que se descubra tu identidad, te enfrentarás a una
muerte brutal.
Como insinuó, una sonrisa malvada apareció en sus labios.

— Parece que estás malinterpretando algo. Con ese tipo de cabeza, ¿la
autoridad para gobernar las Fuerzas de Seguridad? Un perro que pasa
debe estar riéndose.

—… ¿Qué?—

En un instante, se formó una grieta en los ojos de Heter.

—¿Cuánto tiempo crees que seré una niña en la palma de tu mano que
tiembla cuando le apuntas con un cuchillo?—