Taehyung durmió tan bien que las noches en vela parecían no haber sucedido nunca; esas en las que casi no dormía pensando en sus deberes, el sinfín de cosas que pueden abrumar la mente de uno sin tener especial importancia en la vida diaria.
¿Nunca han tenido la sensación que todo lo bueno termina muy pronto?
Fue exactamente lo que sintió Taehyung cuando un grito ensordecedor perturbó su sueño, haciéndolo despertar de golpe con un dolor de cabeza momentáneo. Miró hacia el lugar de donde provino, encontrándose a Jimin parado a unos metros de él, en el pasillo que conectaba con la sala donde se durmió mientras veía televisión.
La expresión de Jimin no era otra que de puro terror; tenía el rostro pálido con los ojos bien abiertos. Incluso cuando Taehyung estuvo viéndole sin entender ni un poco de lo que pasaba, Jimin no abandonó dicha expresión; las manos le temblaban al igual que las piernas, se apoyaba en la pared como recurso para no caer.
—¿A ti qué rayos te pasa? Tú no te ves bonito al despertar con esa saliva seca en la barbilla. —dijo Taehyung con un notable malhumor mientras se pasaba la mano por el cabello, con los ojos levemente entrecerrados.
—¡N-no entiendes, idiota! —Jimin exclamó al cabo de unos segundos en los que recuperó la voz. Se acercó un poco hacia su amigo, cerciorándose de su bienestar— Había un chico allí contigo. T-tú estabas acostado en sus muslos, él te acariciaba pero, pero, su piel era grisácea como si estuviera podrida. ¡Qué asco! Había una marca en su cuello y toda su piel… ¡Puaj! Era como si llevara meses en la tumba.
Fue entonces cuando Taehyung despertó por completo sintiendo un nudo en la garganta. Había sentido las nombradas atenciones que lo ayudaron a dormir en primer lugar. Juraba que fue Jimin quien volvió a su lado en medio de la noche. Se equivocó. Había sido él, el ente, quien le visitó en tal estado de somnolencia aprovechando que no tendría la intención de confirmar si realmente se trataba de Jimin. No era tonto, eso tenía que reconocerlo. Pero lo que más lo asustó fue que parecía conocer su comportamiento demasiado bien. Se aterró.
—¡Te lo dije! ¡Te dije que algo salió mal! —vociferó levantándose del sofá tras varios segundos de estupefacción. Se estremeció, atónito, a unos pasos del mueble mirando fijamente el lugar donde pasó la noche. Le tembló todo el cuerpo.
Taehyung estaba asustado, quizás más que antes porque ahora todo estaba innegablemente confirmado. Un ser estaba tras él. No en su casa, no en el espejo, le buscaba a él y a nadie más.
El solo pensamiento de tener a alguien o algo desconocido junto a él todo el tiempo fue suficiente para que sintiera un ardor en el estómago.
Taehyung miró a los lados con temor, podría estar a su alrededor en ese mismo instante, observándolo desde un plano distinto al cual no tenía visión.
—Hay que buscar una solución para esto antes de que sea demasiado tarde. —habló Yoongi desde la puerta de la habitación, quien escuchó la charla y confirmó sus sospechas de haber visto algo la noche anterior. No entendía todo bien, pero podía intuir la naturaleza de la situación.
Dicho aquello, el joven de cabello teñido de un llamativo verde menta se apartó de la puerta dejándole paso a Jimin y a Taehyung, este último caminando detrás de él; por primera vez en su vida no soportaba la idea de quedarse solo.
—¿A qué te refieres? —Taehyung preguntó sentándose al borde de la cama.
—Solo señalo lo obvio. Quien debe saber qué hacer para que no te lleve el Diablo es Jimin —respondió Yoongi, tratando de no reírse—. Es él quien se la pasa con todo ese contenido extraño. Está medio traumado allí donde lo ves, no le gusta dormir solo.
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EL AMANTE DEL DIABLO. ➸kth+jjk
Fanfic❝ Kim Taehyung resulta perdedor en una apuesta hecha con Kim Seokjin y como penitencia deberá llevar a cabo un ritual sugerido por Park Jimin, el amigo medio extraño del grupo que se ve atraído por lo paranormal. Creyeron que se trataba de un simple...