El incesante sonido del reloj de pared resonaba en la silenciosa habitación provocando una poco agradable sensación en Taehyung. Odiaba ese sonido, ahora más que nunca quería lanzarlo por la ventana. Estaba sentado en el sofá de su propio departamento, con la espalda erguida y mirando a la nada. Sus labios estaban levemente abiertos permitiéndole respirar por la boca, ya que se rehusaba a inhalar por la nariz; el incienso que Jimin encendió le fatigaba, le hacía palpitar la garganta y sentía la boca seca.
Su mejor amigo se empeñó en protegerlo del ente que lo atormentaba desde la última semana. Iba por aquí y por allá probando los métodos que consiguió en la tienda para repeler al espíritu, así como evitar que pusiera las manos sobre Taehyung una vez más.
Jimin fue hasta el dormitorio de Taehyung, colocó una piedra de turmalina negra en vasos pequeños de cristal similares a los que se emplean para el whisky con el objetivo de repeler y ahuyentar malas energías. Colocó siete vasos en total; uno en la mesa de noche al lado de la cama, en el baño, dos en el pasillo, en la cocina, en la sala, el último halló lugar en una repisa del lado derecho de la puerta de entrada, haciéndole compañía a algunos adornos que fueron cortesía de los familiares de su amigo. Parientes que parecían haberse olvido de su existencia. Pero no fue eso lo único que hizo, también derramó pequeñas cantidades de agua bendita en cada una de las esquinas del departamento; nunca fue muy devoto pero dada la situación, no tenían muchas alternativas y le quedó claro que el ente que visitaba a Taehyung no era un producto imaginativo. Era real y desconocían sus intensiones.
Tomó asiento en el sofá al lado de Taehyung tras finalizar, pero este pareció no reparar su presencia; se mantuvo en silencio con una mirada indiferente y expresión inescrutable, viendo hacia la pantalla apagada de la televisión.
Sería difícil, por no decir casi imposible, describir la sensación que embargaba a Taehyung. Ni él mismo podría reconocerla. Una parte de él se sentía triste, tanto que podría solo abrazar uno de los cojines y llorar como no lo hacía desde que era solo un infante, otra parte de él se sentía molesto, burbujeando en ira pura. No mostraba ninguna de las dos, su expresión era como un lienzo sin usar.
—¿Escuchaste lo que dije? —cuestionó Jimin pasando la mano de arriba hacia abajo a escasos centímetros del rostro de su amigo.
Taehyung le tomó de la muñeca, apretando con fuerza, clavando sus dedos en la piel de Jimin quien profirió un jadeo de dolor quitando de inmediato su extremidad de aquel agarre.
—¡¿Qué crees que haces?! —vociferó Jimin atónito pasando los dedos sobre la marca rojiza que ocasionó la presión ejercida. Incrédulo, clavó la mirada en los ojos de su amigo que ahora le observaba, y vio cómo pasaron de ser gélidos y distantes a cálidos y amables.
Taehyung parpadeó varias veces seguidas, sus labios se movieron al intentar hablar pero nada salía de su boca.
—Lo lamento, lo lamento... N-no sé por qué yo…
Su frase no pudo ser terminada, Taehyung se puso de pie cubriéndose la boca. Estaba asustado al no comprender sus propios pensamientos. Percibió un olor amargo que le provocó un retorcijón en el estómago, apretó los ojos al igual que los puños. Empezaba a odiar esa maldita sensación; el frío que le recorría la espalda y el templado aliento chocar contra su oreja. Así se sentía cada vez que el ente estaba cerca, siendo más palpable que antes.
Con la cercanía de Jungkook venía de la mano un aura triste, melancólica, como si el mundo perdiera su color. Era capaz de sentir la rabia que lo carcomía, así como también una profunda frustración.
—¿Estás bien? —indagó Jimin poniéndose de pie, olvidando la instantánea rabia que lo había embargado.
Taehyung seguía absorto, y Jimin no lograba comprender la razón.
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EL AMANTE DEL DIABLO. ➸kth+jjk
Fanfiction❝ Kim Taehyung resulta perdedor en una apuesta hecha con Kim Seokjin y como penitencia deberá llevar a cabo un ritual sugerido por Park Jimin, el amigo medio extraño del grupo que se ve atraído por lo paranormal. Creyeron que se trataba de un simple...