Roier intentaba ser lo más sigiloso posible, sus pisadas eran suaves y sigilosas pero a la vez veloces, se desplazaba atravez del pasto verdoso con seguridad sin ningún tipo de temblor en su cuerpo al estar en contacto con la libertad.La preción invadió su pecho, habia sido mala idea salir de su refugió con Leonarda, ella era muy pequeña como para dejarla en casa sola pero corría menos peligro en casa que aquí afuera con el.Era aún de tarde y hasta ahora no se había interpuesto por su camino algún chasqueador, algo bastante raro para el mayor de los dos menores presentes.
-Ten cuidado con pisar alguna rama oh hojas..No podemos hacer mucho ruido, llamaríamos su atención.
Susurro Roier sosteniendo con fuerza la mano de su hermana menor guiandole el paso por el suelo donde no hubiera ramas con las cuáles pudiera hacer ruido y alertar a los depredadores.
-Esta bien, yo seré cuidadosa.
Hablo entre susurros Leonarda dejándose llevar por su hermano mayor con seguridad.
Los dos hermanos caminaron hasta llegar a una ciudad repleta de edificios los cuáles eran envueltos entre ramas y hojas uniéndose entré ellas, habia otros lugares como restaurantes, tiendas de ropa e comida.
Caminaron un poco más en total silenció, la niña miraba curiosa sus alrededores intentando visualizar algún tipo de movimiento extraño entre los arbustos o árboles para alertar a su hermano, pero miro con curiosidad los edificios y tiendas de ropa, todavía había algunos maniquíes los cuáles modelaban y exhibían la ropa de esos tiempos.Los pasos de su hermano se detuvieron, leonarda volteó a verle con intriga y miedo por su repentina acción.
-Necesito que me sigas, que te mantengas a mi lado y por nada del mundo te alejes más de cinco centímetros de distancia ¿Entendido?.
Roier hablo serio mientras apretaba el agarre a su pequeña hermana, con temor miro aquellos ojos que le transmitían calma y paz a su cuerpo cansado, ella era su única fuerza que tenía para continuar con vida, era su hermana.
-No me alejaré y te avisaré si escucho algo, entendido.
Leonarda sonrió alegremente mientras jugaba con sus pies, tenia puesta unas zapatillas moradas con pequeños diseños de tiburones, Roier no pudo evitar sonreír ante su pequeña hermana.
Los dos se adentraron a una tienda en malas condiciones, los estantes estaban con algunos cosas de aseo y comida como, arroz, pasta, leche
y cereal entré otras cosas.Roier sostuvo con su otra mano una mochila negra metiendo la comida necesaria para unas cuentas semanas, era lo suficiente para Leo y el, sobrevivirían unas semanas más hasta qué otra vez tendría que volver a llevar más comida, para la próxima si dejaría a Leonarda en casa, los nervios le carcomían por el miedo de que algún chasqueador apareciera de la nada y los atacara, era demasiado débil como para defender a Leo y al mismo, aún le falta entrenamiento.-¿Necesitas algo para tu aseo personal?.
Roier pregunto mientras cerraba su mochila negra y se la acomodaba en su hombro, la niña asintió mientras ahora ella se sacaba su mochila más pequeña de su espalda y se la daba a su hermano, tenia pequeños dibujos de princesas y estaba algo rota pero no importaba en estos momentos.
-¿Que necesitas?
Roier se hacerco a el estante de aseo viendo las cosas que habían como champús, acondicionadores, jabones,
pasta dental, cepillos de dientes y algunas cosas más..cómo supresores para omegas y alfas.-¿Podemos agarrar el champú con olor a fresa?, huele delicioso.
Leonarda se aferró al brazo de su hermano mientras levantaba la vista para lograr ver con sus hermosos ojos verdes los productos en el estante.
-Si, esta bien.
Roier agarro el champú metiéndolo a la mochila juntó con otras cosas más tanto como para Leonarda como para el.
-Debemos irnos antes de que oscuresca.
Roier hablo ahora serio al notar por los cristales de la ventana rota como el sol iba bajando, sostuvo la mochila de su hermana con fuerza mientras salían prácticamente corriendo del lugar con ella.
Los dos caminaban intentando no pisar alguna rama oh cosa que llamara la atención de los caminantes, hiban despacio y cautelosos por el pasto verdoso.
Un gruñido resonó detras de ellos dos entre los árboles.Roier sostuvo a Leonarda entré sus brazos con fuerza antes de salir corriendo a una dirección más apartada de aquélla criatura monstruosa.El miedo corrió por su cuerpo y venas pues la desesperación de que no pudieran escapar lo mataba, siguió corriendo hasta ya no poder más, su respiración entre cortada mientras apoyaba la cabeza de su hermana en su hombro y la precionaba con ligereza ahi para qué no volteara la vista hacía atrás.
Llegaron hasta una casita acogedora y algo pequeña en dónde entraron rápidamente cerrando con seguro la puerta, las manos de Roier sudaban del miedo.
Roier porfin pudo respirar mientras dejaba en el suelo a Leonarda, la niña estaba algo asustada y se abrazo a la pierna de Roier, el mayor solo pudo acariciar la pequeña cabeza de su hermana dándole confianza y asegurando que estarían bien.
La noche paso tranquilamente, habian cenado algunas papas horneadas con zumo de naranja, ahora mismo Roier se encontraba bañando a su hermanita.
El agua tibia caía por los cabellos negros de la niña, ella jugaba divertida con la espuma de la bañera haciendo figuras con esta.Las manos suaves de Roier sobaban con cuidado el cabello con champú de Leonarda sobando y relajando a su hermana, el olor a fresa inundaba el bañó mezclándose con los olores naturales de Leo y Roier.
Después de un rato Roier envolvió a Leonarda en una toalla lila sacándola de la bañera y llendo hasta su cuarto para recostarla en la cama que hasta ahora compartían, habia otro cuarto donde Roier solia dormir hace unos años, no quería mirar a su hermana y sentirse mal por la muerte de sus padres, habia sido difícil salir de ese tan mal y doloroso recuerdo de la trágica muerte de sus padres, a veces hasta lloraba en las noches solo en su habitación para intentar calmar la ansiedad e nerviosismo que le causaba pensar que ahora tenía que cuidar de una vida tan frágil, hacerse cargo de su hermana, no la odiaba por ahora tener que hacerse cargo el de ella, nunca podría hacerlo, para el ella era su mundo entero, su única luz en un pasillo oscuro, su única esperanza para vivir y el único recuerdo de sus padres además de el.
Roier quería que Leonarda creciera, que viviera en un lugar mejor sin miedo oh peligro alguno, que disfrutara de crecer y hacer su propia vida e familia, no importa que tanto tuviera que sacrificarse el mismo para que Leonarda fuera felíz, el ya vería la forma en conseguirlo.
Roier saco unas prendas de ropa cómodas para Leonarda, se hacerco hasta su pequeña hermana la cual ya se encontraba adormilada por el cansancio de ese día.
Se sento a un costado de ella ayudándola a colocarse su ropa para dormir, la pequeña niña se recostó en su pecho una vez estuvo cambiada, su cabello negro aún estaba algo empapado pero eso no incómodo para nada a su hermano.
Roier acariciaba con cariño el rostro soñoliento de su hermana, con cuidado la recostó en la cama a un lado suyo asegurándose que estuviera cómoda en la cama.
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-Apocalipsis zombie- (Spiderbear)
FantasíaNadie sabía con exactitud que había sucedido para que el mundo se fuera a bajo de un día para otro,un nuevo virus creado por científicos en laboratorios había ocacionada aquél desastre mundial en dónde una especie de muertos andandes atacaban a las...