-Apocalipsis zombie- (Spiderbear)

cap 5: Tu historia.

Ahí se encontraba Spreen,talvez un poco más joven y desorientado, sus cabellos negros se movían a la par del aire, mirando sobre sus hombros a todas esas personas que los seguían a él y a sus padres, un joven de dieciséis años recién casi cumplidos, muy tonto como para liderar a tanta gente el solo, el problema era que el es el único heredero de su familia.

“karmalad”, así fue nombrado su pueblo cuándo terminaron de hacerlo totalmente seguro para que nadie de afuera pudiera entrar, eso más hiba para los muertos andantes y otras especies de monstruos que aparecieron con el pasar de los años y la mutación de los caminantes.

El pueblo con el tiempo fue creciendo y repoblando, la costumbre de que el Alfa estuviera encima de todos se volvió un reglamento en el pueblo como si otra vez estuvieran en el siglo XIX, eso era jodido, los omegas lo único que podían hacer ahí era quedarse en casa y cuidar a las crías de los alfas, si algún cachorro nacía omega sería prácticamente olvidado por su madre y la o el omega madre solo se encargaría de cuidar al cachorro alfa para que esté creciera y fuera el orgullo de su padre, dejando prácticamente morir a la mayoría de crias omegas y las que sobrevivían eran olvidadas por el resto de su familia.

El pueblo se volvió corrupto y machista, haciando de lado a los omegas, cómo si ellos no fueran importante en la casta de la jerarquía, los omegas eran los que daban vida pero por lo visto a los alfas poco les improtaba eso, descuidaban mucho a sus omega y crías dejándolos algunas veces morir, Spreen no era como ellos, aún que aun fuera un alfa jóven y hijo del lider del pueblo pensaba diferente, siempre se mantenía ayudando a los omegas, no era mucho de hacercarse a las crías ya que solían ser “fastidiosas” para el mismo, aún así el mismo se prometió no ser como todos esos alfas, no ser cómo su padre, si el tendría un omega no solo lo vería como una fábrica de hacer bebés, lo vería como su compañero de vida, eso eran los omegas, los compañeros de vida de los alfas, no un material desechable con el tiempo.

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Ahí se encontraba de nuevo Spreen, caminando por la orilla de la muralla que construyeron, rondaba el bosque del pueblo para ver si había algúna abertura donde pudiera salir, a sus diesinueve años era bastante curioso y no podía evitar tener las ganas de salir.

Había una gran puerta donde la abrían y cerraban cada que alguien del pueblo necesitará salir a buscar más cosas, pero a Spreen le gustaba lo difícil, aventurarse a un misión el solo, además, no es como si su padre lo dejara salir del pueblo así que no tenía muchas opciones.

El chico de cabellos negros era perseguido por un adolescente menor que el, cabello entre marron a rojiso y unos hermosos ojos celestes.Kaut, ese era su nombre, hijo de los amigos de el padre de Spreen, conocidos cómo Fargan y Alexby, una pareja normal de un Alfa y un omega, tenian dos crías una de ellas era Kaut, un pequeño joven beta que no se alejaba de Spreen a dónde fuera y una pequeña niña alfa de seis años llamada Aleia, el “orgullo” de fargan por así decirlo.

Spreen seguía caminando mientras era perseguido por el beta joven,el chico mirába curioso a el alfa.

-¿A dónde vas?

El menor intentaba seguirle el pasó al más grande, prácticamente corriendo detrás de el.

-Lejos de aquí..

Hablo sereno Spreen mientras seguía avanzando y mirába a el gran muro para ver si encontraba un agujero por dónde pudiera salir.

-¿Por qué?

Volvio a preguntar Kaut, el beta parecía estar entusiasmado ante las respuestas del alfa.

-Por que ya no soporto estar encerrado con tanta gente tontita.

Spreen volvió a hablar mientras se movía de un lugar a otro y avanzaban sus pasos.

-¿irás a dónde fue tu mamá?

Kaut hablo nervioso ahora a Spreen, el beta paro en seco al ver cómo Spreen también lo hacía, el alfa penso por un momento antes de contestar.

-Si, iré dónde está el.

Siguió con sus pasos buscando entre tantos árboles.

-Pero.. Dejarías a Juan..

Kaut choco contra un árbol después de hablar, siendo visto por Spreen.

-A el no le importo, se puede quedar con mi padre si el gusta.

Spreen casi gruñio lo último mientras seguía sus pasos rápidos y dejaba desorientado al beta, los ojos celestes del chico miraban como la silueta del alfa desaparecía por los árboles.

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Spreen guardaba sus cosas en su mochila, metía tanto como ropa,  comida e materiales, una vez tuvo todo organizado cerró su mochila y se la puso en su hombro, miro por última vez su cuarto antes de salir de ese lugar y correr a el muro.

La noche parecía eterna, la oscuridad apagaba todo el pueblo siendo solo alumbrado por las antorchas de las casas, los pasos de Spreen hiban cada vez más rápidos, ocultándose en el bosque.

“Si te vas ya no serás mi hijo Spreen, lárgate si quieres, no serás más qué un simple desconocido para mi, serás la decepción del pueblo”

Esas fueron las palabras que dijo el padre de Spreen antes de que esté se fuera, el odió nunca fue una expresión que podíamos usar en Rubén, el solo se sentía mal y triste, nunca quiso ser tan mal padre con Spreen, la había cagado tanto como con su esposo y con su hijo, todos se hiban de su vida, todos se marchaban como llegaban.

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-Dream, matalo.

La voz de uno de los alfas ancianos sonó por todo el pasillo, los alfas jóvenes voltearon a ver a Dream con diversión y anhelo.

-No queremos que Spreen vuelva y pida su puesto en la jerarquía como lider de la manada, ¿No es haci?

El anciano miro al muchacho alto y joven, el alfa nego antes de salir del pueblo con una espada en mano y una mochila..