cap 2: Conociéndonos siendo desconocidos.

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[Roier]

No pude dormir en toda la jodida noche..pensando que al otro costado de la casa estaba durmiendo un completo desconocido que había metido yo mismo en casa, ¿Qué estaba pensando en ese instante? ¿Hacerme el héroe? Habeses odiaba mi instinto de omega que me obligaba a ayudar a cualquier cosa que este lastimada, ¿un animal herido? Lo ayudaba, ha veces hasta pena y tristeza me daba matar a los chasqueadores que se aparecían por la zona.

Me estiré frustrado en la cama, no pude pegar el ojo en todo la noche y seguramente tendría unas ojeras muy notorias en mi rostro, me vería horrible y Leonarda se preocuparía por mi...además ayer no pude traer más comida, tendría que volver a salir para buscar más.

Sentí como alguien me aplastaba  ligeramente.Leo se estiraba pasando uno de sus brazos delgados por encima de mi pecho y abdomen, su ligera respiración calmada hacía que su pecho subiera y bajara en cuestión de minutos.

Su pequeña rostro tranquilo daba satisfacción de ver, su piel blanca y su cabello largo de color negrizo caia desde su frente hasta tapar un poco de su cara y su pequeño cuerpo delgado casi encima mío, sonreí al verla tan tranquila, mi pequeña estaba bien.

Me levanté de la cama acomodando a Leo a un costado, la tape con la frazada  brindándole calor con esta, sus pequeños gruñidos se escuchaban parecía quejarse al irme de su lado sonreí enternecido, ella siempre había sido gruñona oh testaruda si de alejarme un poco de ella se trataba.

Sali del cuarto viendo la puerta de al frente, estába cerrada,.me preguntó si sería buena idea ir a verle, suspire agotado recordando las heridas del chico, tenía que limpiarlas otra vez oh si no se infectarian y se agravaría su situación.

Baje a la planta de abajo, el frío del invierno se aproximaba y cada vez era más notorio, agarre un pequeño tazón llenando la de agua, estaba algo tibia eso me sorprende bastante pero no me importaba mucho ahora como para ir a investigar, tome en manos un trapo limpió con la caja de vendas que se encontraba en un estante de madera cerca de mi alcance, las paredes de color verde claro eran bastantes alegres y suaves, suspire con cansancio antes de subir a la segunda planta.

Camine otra vez hasta llegar a la parte de arriba, los escalones rechinaban ligeramente al poner un pie en cada uno, abri la puerta sin tocar siendo algo brusco, oculte mi olor para no ser percibido como debil delante de el, si el se mostraba agresivo tendría que soltar un poco de mi aroma para tranqulizar lo aun que no quisiera, por naturaleza el se comportaría un poco menos agresivo al estar drogado por mis feromonas.

Mis ojos marrones se posaron en el,  estaba relajado encima de la cama, su respiración era lenta pero algo pausada, su pecho y dorso estaban desnudos dejando a la vista su marcado abdomen y piel pálida, me quedé fijo en esa parte de su cuerpo, movi mi cabeza levemente para quitarme esa imagen de mi cabeza,¿Que pasaba con migo? me acerque a pasos lentos hasta el, el cuarto por alguna razón estaba bastante caliente, el invierno estaba cerca y era raro que estuviera así.

Abrió sus ojos mirándome con determinación, detuve mis pasos en corto al ver que se había despertado, por alguna razón me puso felíz sentir su mirada encima de mi cuerpo pero a la vez me sentía nervioso por esto, me miraba curioso o buscando algo en mi, mi lobo se movía alegre de un lado a otro intranquilizandome.

-¿No crees que es muy temprano como para estar despierto?

El chico hablo con su voz algo rasposa, no pude pensar bien sus palabras dichas por consentrarme en su voz gruesa y  grabarmela de memoria.

-Apocalipsis zombie- (Spiderbear)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora