Prólogo

343 47 3
                                    

Los pasillos parecían infinitos y tétricos pero Jimin no se podía permitir detenerse, estaba asustado y temía por su vida. Tampoco se permitía darse le vuelta, temía por lo que se encontraba detrás de él.

Tropezaba una y otra vez pero se recuperaba rápidamente y seguía corriendo. Maldecía internamente haber tocado lo que no debía, haber estado donde no debía y haber visto los que no debía de haber visto. Esto le sucedía por ser tan entrometido y no aguantarse la curiosidad por una sola vez en su vida.

Su corazón latía fuertemente y su respiración estaba demasiado alterada, sus piernas flanqueaban y su mente solo se centraba en buscar algún escape. Había gritado por ayuda pero recordó que estaba "solo" en casa, sus padres no estaban, ni su hermano y era el día libre de todos los empleados. Tenía que salvarse por si solo.

Había girado incontables veces através de los pasillos y subido algunas escaleras, la casa era malditamente grande y durante las noches era macabra. Y eso que solo llevaba dos semanas ahí. Termino encerrado en el cuarto de su hermano menor, había cerrado la puerta con seguro y se había sentado en el piso con su espalda pegada a la puerta.

Ding Dong
I know u can hear me

Se escuchó desde el otro extremo de la puerta. Era la voz de un hombre, se oía con una extraña mezcla entre ronca y suave. Como si através de aquella letra tratase de calmarlo

Open up the door
I only wanna
Play a game

La letra era escalofriante ante los odios del rubio, la melodía con la que era cantada y la forma en la que parecía que taladraba su cabeza lo eran. Simplemente escalofriante.

Ding Dong
You can't keep me waiting

Jimin seguía llorando. Abrazando sus piecitos como si pudiera protegerse así mismo de esa forma, enganchado su cabeza y tragándose los gimoteos que salían de su boca para no ser escuchado. Quería a su mamá.

It's already to late
For you ti trying

El chico de cabello rubio se estremeció. El silencio se hizo presente por unos segundos que para el chico parecieron años. Se paralizó y juró que el alma se había salido de su pecho al sentir un aliento frío cerca de su oído y susurrar levemente.

Run away

Pecado Original Donde viven las historias. Descúbrelo ahora