Hijo rebelde

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Si están de acuerdo, quisiera hacerles una pregunta, ¿de dónde proviene la maldad? Desde los comienzos de la civilización humana, este ha sido un tema de interés tanto para los religiosos como para los no creyentes, Grecia, Roma, Egipto, Francia, África, América, a donde sea que vaya, siempre es usual escuchar la misma respuesta: La maldad proviene de los demonios. 

El diablo, Satanás, Belcebú, el príncipe de las mentiras, hay una cantidad inmensa de apodos y nombres con los que la humanidad se refiere a mí, pero eso es otro tema. Volviendo a mi pregunta anterior, ¿crees que la maldad es la causa de las emociones negativas? O ¿acaso es la consecuencia de dichas emociones? En los miles de años de historia humana, nadie ha podido dar una respuesta definitiva.

Al menos, puedo asegurar con seguridad que la maldad no es algo que provenga de la humanidad, después de todo, millones de años antes de que siquiera existieran, yo había sido desterrado al infierno por ser malvado, ¿no es así?


Japón, 2015 d. C.

Había decidido caminar a la escuela, después de todo, no podría conducir mientras uso un uniforme escolar, y usar el transporte público sería muy problemático.

—Woah, qué apuesto es.

—¿Será extranjero?

Aunque hablaban en voz baja, podía escuchar lo que las mujeres en mi camino susurraban entre ellas.

Datos curiosos sobre mí, número uno, los humanos tienden a reflejar sus mayores deseos a través de mí, existen algunas excepciones, depende del tipo de persona, pero lo usual es que todos me encuentren atractivo a la vista, eso sumado a mi apariencia, me hacen fácilmente el centro de atención en cualquier lugar. 

—Hey chico, ¿no quieres acompañarme un rato?

Una mujer se acercó a invitarme a pasar el rato con ella, por cierto, era extranjera, a juzgar por sus rasgos faciales, diría que es europea.

—Voy camino a la escuela, así que tendré que rechazar tu oferta.

Le respondí en el mismo idioma en el que me había hablado, que fue inglés.

Datos curiosos sobre mí, número dos, hablo todos los idiomas que existen, acentos, lenguas nativas, lo que sea que se te ocurra, lo domino pro completo, ventajas de vivir por millones de años, supongo.

La mujer pareció decepcionada, pero me dejó seguir mi camino.

El resto de mi camino a la escuela fue bastante tranquilo, si obviamos a las mujeres que me miraban con corazones en los ojos, claro está.

Me paré frente a la gran entrada hecha de piedra, cada vez más estudiantes ingresaban, así que decidí hacer lo mismo.

La ceremonia de ingreso fue, bastante rudimentaria, por decirlo de alguna manera, eso sumado a que prácticamente cada ser humano en esta habitación parece ser consciente de mi presencia, hizo que fuera una experiencia única, aunque no estoy seguro de si me gustó.

Dejando eso a un lado, parece haber cierto contraste entre los humanos de mi clase y los de otras clases, ¿estará relacionado con el hecho de que sea una escuela creada para las elites? 

Cuando la ceremonia finalizó, nos mandaron a nuestros respectivos salones, en mi caso, la clase 1-D.

—Hey, mucho gusto, soy Hirata Yousuke.

Un chico rubio se acercó a mí y se presentó, parece ser un buen tipo.

—Igualmente, soy Ayanokoji Kiyotaka.

Classroom of the elite - El diablo en ANHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora