ROSA BLANCA

41 CAPITULO ESPECIAL

-No estés nervioso, ellos te amaran- lo trato de tranquilizar Fluke mientras avanzo un par de pasos de costado y se dejó caer en el sillón que estaba tras el.
-Es imposible no estar nervioso- dijo mientras guardaba una maleta en el compartimiento que estaba arriba del par de asientos- voy a conocer a mis suegros y no solo eso- sello la puerta donde dejo la bolsa de viaje- les voy a pedir - se inclinó y se acercó a el, para que los demás pasajeros no pudieran escuchar- si es necesario implorar que me dejen casarme contigo- le guiño un ojo y se sentó a su lado con una gran sonrisa.
El castaño se sonrojo, rio bajito sintiéndose muy pero muy feliz, acaricio inconscientemente la argolla que tenía puesto en el dedo anular de la mano izquierda, era de oro blanco que tenía incrustada una hermosa piedra aguamarina, no sabía mucho sobre joyas, pero le encantaba, y lo mejor de todo era que Ohm tenía una igual.
-Vamos, no vas a tener que rogar- le toma la mano- ya se conocen, todo estará bien- le aseguro.
-Solo hablamos por video llamada- acaricio con cariño sus nudillos- cariño, creo que es normal que me sienta de esa manera- llevo esa delicada mano hasta sus labios, y la beso- ¿tu no te sentirías igual?
-Bu… bueno, si- respondio soltando un pequeño suspiro.
-¿Ahora te pones tímido?- le susurro mirándolo con intensidad.
-No me dejas ponerme atrevido- se quejó haciendo un puchero.
Ambos quedaron sorprendidos ante el atrevimiento del castaño, pero terminaron sonriendo como bobos enamorados, al fin de cuentas, eso lo eran.
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La familia Natouch estaba que no cabía en si, Fluke regresaba a casa, por fin, y no lo hacía solo, venía con su novio, su primer novio formal.
Boun estaba ahí desde el día anterior y por consiguiente su novio Prem también, y ni que decir de la otra parejita, Del habia regresado hacia mas de una semana, al parecer habia renunciado a su trabajo ya que no podia seguir estando lejos de Samantha, o eso habían medio escuchado, no les gustaba mucho inmiscuirse.
Enrique y Silvia se habían vuelto mas cercanos a ellos, era algo predecible ya que se conocían desde hacía años, sin mencionar que dos de sus hijos tenían relación entre ellos, si, parecía trabalenguas, eso parecía la casa esos últimos dias, un poco de caos, y a pesar de eso, se sentían encantados.
-Amor- grito Sebastián desde el pie de las escaleras- los del cáterin están aquí.
- Ya bajo- respondio también en un grito.
Martjha suspiro, amaba a su marido, pero en ese momento no necesitaba tanta efusividad, solo quería sus cinco minutos Milky Way.
La mujer de la casa recibió a los recién llegados invitándolos a entrar. Se dispusieron a planear la comida que se daría para el recibimiento de los chicos, quería que todo fuera lo mejor posible. El menú seria sencillo, pero eran algunas de las comidas favoritas de su Fluke .
Eligio Coliflor capeada bañada en queso amarillo derretido, chuleta de cerdo ahumada, arroz blanco con brócoli y ensalada de lechuga romana con pepino, uva morada y nuez.
También habia contratado a la sobrina de una conocida que se dedicaba a decorar eventos entre otros, y como la chica estaba empezando con su negocio, se ayudaban ambas. Asi que lo único que quedaba, era limpiar bien, prepararse para estar listos y esperar a los chicos.
Samantha, Boun y Sebastián le ayudarían en dejar la casa lo mejor posible, asi que con la pena, tendría que pedirle a Prem y Del que regresaran mas tarde. Obviamente ellos habían ofrecido su ayuda sinceramente, pero no lo permitiría, ellos eran invitados a la fiesta, no tenían por qué ponerse a limpiar.
Dejo a los de cáterin en la cocina, el trabajo de este servicio es llegar con la comida ya hecha, pero les ofreció poder cocinar ahí, le gustaba el olor de la casa cuando se estaba haciendo la comida, la sentía mas confortable, mas hogareña.
Los demás estaban en la sala.
-Del y Prem- les llamo- no quiero ser grosera, pero es hora de empezar a limpiar, asi que pueden ir a casa- le sonrió en disculpa- ya nos vemos mas tarde.
-Pero queremos ayudar- insistió el pelinegro.
-Nada de eso, ya lo hablamos- le sonrió comprensiva- ustedes vienen como las parejas de dos de mis hijos, en un futuro pedirán al cielo que los deje en paz, créanme- les advirtió, esto los hizo sonreír.
-Esta bien Martjha- Del se levantó del sillón llevando con ella a Samantha- nosotros nos iremos- beso en la mejilla a su novia sin decir agua va, haciendo que esta se sonrojara- ya tendremos tiempo de querer salir de su yugo- bromeo sin esperar respuesta y jalo a su hermano con ella.
-Esta chica- dijo Martjha riendo bajito- muy bien chicos- aplaudió- papá y yo nos encargaremos de esta planta, ustedes- señalo a sus hijos- vayan a la planta de arriba, cuando terminen nos vemos en el patio trasero.
-Si señora- respondieron al unísono y yendo hacia las escaleras.
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Después de casi cinco horas de vuelo, llegaron a la Capital, Chihuahua, de ahí tomarían un taxi que los llevaría a la central camionera, donde tomarían un camión que por fin los llevaría a Cuauhtémoc.
-Ya puedes respirar en paz- se burló un poco el castaño ya que mientras volaban hubo una pequeña turbulencia que sacudió el aparato metálico y Ohm se habia puesto un poco mas nervioso con eso.
-No te burles- pidio el pelinegro jalando la grande maleta, mientras Fluke llevaba colgada en el hombro la mas pequeña.
-Perdón- se disculpó con una sonría que lo desmentía. 
-Eres tan travieso- le tomo la mano- en cuanto estemos solos te castigare- le dijo con una sonrisa torcida- ¿ahora por donde vamos?
Y aunque Fluke sabía que su novio solo estaba bromeando, no pudo evitar sentir mariposas en el estómago, y que una energía erótica lo recorriera de pies a cabeza centrándose en esa parte tan sensible de su cuerpo. Además, no podia dejarse llevar por esas sensaciones, Ohm ya le habia dejado muy claro que no podían avanzar mas en la relación física, al menos hasta que estuvieran casados, le parecía muy romántico, pero otra parte de su anatomía no opinaba lo mismo.
-Primero consigamos un taxi- le dijo el menor llevándolo en dirección a la salida.
Y riendo bajito, su Capitán lo siguió.
La familia de Fluke se habia ofrecido a ir por ellos, pero no tenía caso, lo mejor era que los esperaran en casa, ya tendrían tiempo de pasar el tiempo juntos, además no sabían que pasaría de ahora en adelante.
Ohm y el habían terminado de leer las cartas de su abuelita María, el contenido los hubiera sorprendido sino fuera por todo lo que habían pasado en ese tiempo, ya que, en estas, le decía a su nieto por todo lo que pasaría, incluyendo el viaje en el tiempo.
En la hoja final venia algo que no esperaban, les decía que en Cuauhtémoc les esperaba la última carta, esto entristeció mucho al Doncel, nunca se habia puesto a pensar que las cartas tendrían su fin.
Llegaron justo a tiempo para tomar el camión, el castaño aprovecho para hablarle a su familia y avisarles que ya habían llegado a la capital, que los verían en un par de horas.
-¿Todo bien?- cuestiono Ohm mirándolo cuando termino la llamada.
-Sí, aunque se escuchaban un poco ajetreados- le dijo pensativo- eso es extraño.
-Dentro de poco los veremos- apretó su agarre.
-¿Dónde esta el chico nervioso?- le cuestiono mirándolo con amor con esos hermosos ojos avellana.
-Sigo temblando por dentro- le dijo riendo un poco inseguro- me siento como gelatina- esto hizo sonreír abiertamente al menor.
-Pues no lo parece, pareces tan frio y controlado- lo miro con picardía.
-Espero seguir asi para cuando conozca a tus padres- lo abrazo.
-No, por favor- le pidio acurrucándose contra el- quiero que seas tu, simplemente tu.
-Intentare ser lo mas natural posible- beso su coronilla, su pequeña Rosa también estaba algo nervioso.
-Lo harás muy bien- se arrebujo feliz- estamos juntos en esto- le aseguro.
-Si, siempre lo estaremos.
Llegaron a su destino, se bajaron del camión y se estiraron cual gato, los asientos eran algo estrechos, y mas para alguien como Ohm, era una persona muy alta.
La calurosa bienvenida que encontraron en la casa de la familia de su novio, le calentó el corazón y lo hizo sentir aceptado, habia estado nervioso y preocupado por nada. Las lágrimas no se hicieron esperar, Fluke, su madre y hermana parecían Magdalenas, y lo entendía ya que tenían medio año sin verse en persona, habia sido algo apabullador ver ese tipo de demostración de amor familiar, digo, sabía que sus padres lo habían amado, pero no eran tan efusivos, asi que su comportamiento lo sorprendió un poco.
La reunión estaba en todo su apogeo mientras estaban planeando un día de campo, en, no recordaba el nombre, habia sonado algo extraño. Agradecía que se hubieran quitado los anillos hasta que pensaran en como decirles, no es por qué no lo hubieran planeado, lo hicieron, pero quisieron esperar a estar ahí y tantear el terreno.
Una semana después de haber llegado, Pedro Pérez, el hijo de Alberto, llego de improviso preguntando por Fluke y Ohm, les habia llegado un grande sobre amarillo al rancho, en Cusi. El castaño fue quien lo leyó en voz alta frente a su familia, y esta no venía sola, estaba acompañada de las escrituras de la casa de Catemaco, esta estaba a su nombre.
-Fluke, ¿qué piensas hacer con la propiedad?- le cuestiono su madre.
-Perdón por interrumpir- intervino Ohm antes de que contestara su novio- pero me gustaría que hiciéramos una pausa y me pudieran brindar unos minutos de su tiempo.
-Vamos cuñado, ¿por qué tanta formalidad?- cuestiono Samantha con una sonrisa.
Estaban en unas de sus tantas cenas familiares en al patio trasero, ya se estaban haciendo costumbre desde que ellos habia llegado, parecían vacaciones de verano, aunque esta vez se ausento la familia Warut ya que tenían un compromiso familiar que no podían eludir.
Boun y Samantha habían estado invitados a tan incómodo evento, tenían que ayudar a sus enamorados a sobrellevar tal situación, pero la llegada del sobre llevado por el joven Pedro Pérez, cancelo esos planes.
-Por qué lo que les tengo que decir- le respondio- es muy serio.
-¿Ohm?- susurro Fluke mirándolo con mas curiosidad, y también algo de nervioso ya que se imaginaba a donde llevaba todo eso.
-Tranquilo Rosa- apretó cariñosamente una de sus manos- como ya saben- siguió girándose para mirar al resto, sin soltar a su novio- Fluke y yo nos conocimos en circunstancias nada comunes, y tampoco tenemos mucho de conocernos.
El menor junto sus cejas, ¿qué trataba de hacer?, si lo que estaba a punto de decir, era lo que sospechaba, no iba por buen camino.
-¿Qué sucede Ohm? – le pregunto Sebastian con mirada intensa.
-También -prosiguió el pelinegro- se que aceptan nuestra relación a pesar de lo anterior mencionado, y se los agradezco de corazón- les sonrió- pero me gustaría que me dieran una respuesta positiva a la siguiente pregunta.
El rubio intervino por primera vez, a el le gustaba observar mas que hablar.
-¿Vas a pedir la mano de mi hermanito?- inquirió, con esa mirada profundamente de abogado que siempre usaba en sus casos.
-Asi es- los sorprendió con su respuesta afirmativa, incluso a Fluke- les pido que me den la oportunidad de hacer feliz a Fluke, y con ello hacerme feliz a mi- hizo una pausa- por favor denos su bendición.
Samantha y Martjha saltaron de sus asientos para abalanzarse sobre Fluke.
-Vaya, ¿eso es un si?- le pregunto a su suegro y cuñado con una pequeña sonrisa.
-Bienvenido a la familia- le extendió la mano y se la estrecho- aunque tenemos una charla pendiente, una muy seria.
-Claro que si señor- asintió totalmente de acuerdo.
-De mi no te salvas- secundo Boun.
Las personas podrían pensar que fue una pedida de mano muy peculiar, ya que la familia del futuro novio lo habia tomado muy bien, aceptando de inmediato, todo ello es por las circunstancias en la cual se habían involucrado, algo jamás imaginado y que la mayoría de la gente no lo creería.
Un pirata saliendo de un libro y enamorando a su pequeño hijo, que resultaba era un Doncel, como si eso no fuera poco, la abuelita del Doncel sabia de todo esto, incluso antes de que pasara, dejando cartas después de su fallecimiento.
Y como si eso no fuera suficiente extraño, este pirata resulto no ser un personaje ficticio, sino un antepasado de la ex esposa fallecida del abuelito del Doncel. Ademas de que viajaron en el tiempo.
En resumidas cuentas, esa era su historia de amor, ¿Cómo podrían no dar su consentimiento? Fluke se veía mas feliz que nunca, y se notaba a kilómetros que Ohm lo amaba con todo su corazón.
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Por fin llego el día tan esperado, las manos le temblaban y sentía como el corazón le latía deprisa, Dios, tenía que tranquilizarse, a ese paso no se podría poner el moño, tocaron la puerta de su recamara.
-Adelante- dijo sin dejar de mirarse en el espejo.
-¿Listo?- cuestiono su madre entrando, seguida de su hija- vaya, pero que guapo te ves- exclamo con los ojos brillantes.
-Fluke, te ves precioso- exclamo feliz la rubia menor acercándose a el, lo tomo por los hombros- si señor, ese Ohm tiene mucha suerte- lo abrazo.
-Gracias- le regreso el abrazo- ahora me gustaría que me ayudaran a ponerme esto- les señalo el pedazo de tela.
-Esto solo lo puede hacer una madre- dijo orgullosa Martjha tomando lo que le ofrecía su hijo- ven acá- pidio con una sonrisa llena de orgullo.
Ese diez de Abril del año dos mil veintitrés Ohm y Fluke por fin unieron sus vidas, y sorpresivamente, fueron los últimos en casarse, ya que las primera fueron Del y Samantha hacia medio año y siguieron Boun y Prem hacia tres meses, una boda muy blanca y fría, fue pleno invierno.
Las chicas vivirían ahí, en Cuauhtémoc, mientras el rubio y su pelinegro lo harían en la Capital, y por último los recién casados vivirían en Catemaco.
¡¡Y VIVIERON FELICES PARA SIEMPRE!!
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MUCHAS GRACIAS POR LEER, Y PERDON POR LA TARDANZA, LOS ULTIMOS MESES HE ESTADO BATALLANDO PARA ESCRIBIR, TENGO UN SUPER MEGA BLOQUEO DE ESCRITOR.
ESPERO LES HAYA GUSTADO, UN ABRAZO A LA DISTANCIA.