Coleccionista de dragones

Capítulo #5: "Atmira"

Las palabras de Kuroichi dejaron atónitos a los tres adultos frente a ella, ¿Cómo que ella también había sido una esclava?. No podían creerlo, se negaban a creerlo, como había sido posible que la dulce niña que los rescató y les demostró tanto amor, había pasado por el mismo infierno.

-Es mentirá, ¿Verdad?, solo está jugando, ¿no? -preguntó Wolfang.

Su expresión junto a la de Zora y Arley, era de miedo y preocupación.

-No, no es mentira.

-Pero, ¿Cómo...? -Zora no podía creer lo -¡Usted ni siquiera tiene un sello de esclavitud!

-Existen dos formas de marcar a los esclavos -aclaro Kuroichi -Están los sello en la piel, como el que ustedes tienen, pero también existen los collares de esclavitud, yo utilicé un collar.

Un silencio sepulcral se hizo presente, Zora y Wolfang seguían si poder creerlo, mientras que Arley, solo guardaba silencio ante tal información.

¿Cómo era posible?, ¿También la abusaron?, ¿Cómo se liberó?, ¿La rescató Vlad?, ¿Se liberó sola?, ¿Quién la había convertido en una esclava?, ¿Qué fue lo que ella vivió?, miles de preguntas se formaban en la cabeza de ambos semi-humanos.

Kuroichi noto que estaban a punto de hacerle un gran interrogatorio así que hablo primero.

-Antes de que empiecen a hacer preguntas, de una vez les digo que no lo hagan -dicho eso ambos semi-humanos se sorprendieron.

-¡¿Por qué no?! -preguntó Zora algo alterada.

-Mi pasado no es algo que me guste contar y menos a ustedes dos, quienes vivieron en ese infierno más años que yo, yo apenas sobreviví hasta los doce años.

Doce años, el escuchar esa edad se horrorizaron, había sido esclava más pequeña que ellos.

-Por cierto, les quiero presentar a alguien -dijo mostrando una sonrisa.

Al ver que Kuroichi cambio el tema de repente, Zora y Wolfang entendieron que ella no quería seguir con esa conversación, así que no tuvieron más remedio que dejarlo de lado, por ahora.

-¿A quién? - preguntó Wolfang cambiando su semblante.

Kuroichi solo sonrió y se hizo a un lado, del portal salió el pequeño dragón, detrás de él salió volando el fénix hasta posarse sobre el hombre de la chica.

Arley estaba más que sorprendió al ver dos criaturas casi imposibles de encontrar juntas, mientras que Zora y Wolfang estaban más que felices al ver al pequeño ser.

-¡Taran!

-Un Erddrache -dijo Arley con un tono tranquilo.

A este punto ya había escuchado tantas cosas que ya no podía sorprenderse más.

-¿Erddrache? -preguntó Zora.

-Según el libro -hablo Kuroichi mientras lo leía:

Erddrache: también conocido como dragón de tierra.

-Así que de eso era el huevo, recuerdo que era tan grande como para sostenerlo con ambas manos-dijo Wolfang -Y ahora el dragón le llega a la mitad de la pantorrilla.

-¿Debería de ser de ese tamaño? -preguntó el elfo.

-No estoy segura, no sé cuánto tiempo abra pasado desde que el huevo eclosiono. La única que lo sabe el Flay, pero ella no habla.

-¿El libro no dice nada sobre ello? -preguntó Zora.

-Bueno, según el libro, al nacer tienen el mismo tamaño que el huevo, pero poco a poco irán creciendo.