⇰𝙿𝚎𝚌𝚊𝚍𝚘 𝚎𝚗 𝚕𝚊 𝚝𝚎𝚗𝚝𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗✰

𝙻𝚊 𝚝𝚎𝚗𝚝𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚎𝚗𝚐𝚊𝚗̃𝚘

(He olvidado las advertencias en los capítulos anteriores, me disculpo.)

VII

ADVERTENCIA ⚠️: Capítulo con contenido +18, Masturbación y sexo oral.

Aproveché la actual tranquilidad para contemplar a la que era mi querida desde hace un año.

Mi respiración comenzó a agitarse al analizar a detalle las facciones de su delicado rostro, sus cabellos despeinados, su pecho mediano y lo bien que le quedaba, esa simple camisa delgada.

Aunque, como hacía calor, se vería mucho mejor sin ella, ¿cierto?

Al observar esos pechos solté una risita de sorpresa y mordí mi labio con fuerza para no abrumarla. No sabía qué estaba haciendo, pero no me quedaría con ganas de hacer la mía de una vez por todas, que no me imaginaba rezando en la iglesia después de esta noche.

Sonreí de medio lado por mis pensamientos y coloqué mis manos sobre sus senos, con cuidado de no ponerla más nerviosa. Deje que ella disfrutara un rato de mis toques, sobre su piel, acercándome un poco más a ella.

Moví mi cadera con suavidad, causando el roce de su intimidad con la mía y que se me escapase un suspiro. Lleve mis manos bajo su camisa, acariciándola con fascinación y sentí como se tensó bajo mi toque.

Sonreí de medio lado al ver que mantenía los ojos cerrados por los nervios. —No tienes que preocuparte, no te haré daño linda.  Amber, suavemente, abrió los ojos para mirarme de una manera lasciva y asegurarse de que solo éramos ella y yo.

—Han-... —Sus palabras se quedan atoradas en la garganta al notar en la posición en la que nos encontramos: ella semidesnuda y bajo mi cuerpo, que solo era vestido por una camisa de tirantes que se ajustaba a mi cuerpo.

—Tranquila, seré gentil — La miré dulcemente como si fuera una muñeca delicada, algo que nunca había hecho con Chanelle. Ella volteó a ver con rapidez y claramente miré como intento cubrir sus mejillas enrojecidas de vergüenza. — Eres tan linda cuando te sonrojas. —dije tomando su mentón para moverle la cabeza y dejar su cuello expuesto, permitiendo rozar mi nariz con la zona, dejándole sentir mi respiración en su cuello.

—¿E-estás segura de hacerlo? —dijo con dificultad. Había cerrado sus ojos con fuerza, con la misma fuerza con la que sus manos apretaban la cobija que se encontraba bajo nuestros cuerpos.—Estoy completamente segura — susurré mientras mis manos rozaban sus pezones bajo su camisa, aun sin quitar mi cabeza del hueco que se formaba entre su cuello y hombro.

Una de mis manos bajo hacia su entrada y roce con mis dedos aquella zona ya húmeda y Amber no pudo evitar lanzar un gemido.

—¡Ah~! — Con rapidez tapo su boca con una de sus manos, completamente avergonzada. Solté una pequeña risita y su cuerpo pareció temblar levemente —Ha-Hanny~.—

Me erguí un poco para poder contemplar la imagen majestuosa que me estaba regalando Amber. Me moví hasta arrodillarme entre sus piernas y ella me vio con los ojos muy abiertos.

—Relájate. —Fue toda mi respuesta.

—Y-yo no... —No la deje terminar cuando ya le había bajado el short junto con sus bragas azules, convirtiéndola en un tomate al mismo tiempo que su feminidad se volvía más húmeda.

—Bonita, solo déjamelo a mí —dije mirándola con ternura. En este momento, Amber que se encontraba bajo mi cuerpo temblando de excitación y completamente avergonzada, era mi musa, y disfrutaría poseerla.