Las manos de Obito intentaban buscar calidez en la piel de su amada, frotaba sus brazos delgados y pálidos con ambas manos y luego dirigía la yema de sus dedos, con total delicadeza, a su cuello, marcando y recorriendo su fina forma como si fuese los pétalos de una hermosa rosa. Para él lo era, una flor que se marchitó con lentitud en su propio jardín; en su propio hogar, en el que invaden dulces recuerdos de amor y felicidad, risas y abrazos que compartió con una única persona. Todo eso llegó a su fin, el corazón de su amada ya no estaba latiendo y nunca más lo hará.
Sólo contemplaba a quien iba ser su esposa, ella yacía en una amplia cama con las sábanas más finas y las almohadas más cómodas, pero ella ya no podía sentir ningún lujo ni consolar el llanto de su amante. Sus pestañas largas destacaban porque tenía sus ojos cerrados, su rostro era redondo y fino, tal como se esperaba de una jovencita de su edad, su imagen era perfecta para ser la esposa de un noble, pero aunque su belleza sigue intacta, ese futuro de ensueño que tanto deseó ya se había terminado, incluso antes de empezar.
—¿Me estaba buscando? —preguntó un hombre que entró sin avisar a la habitación, ni siquiera hizo ruido. Quizás ni siquiera abrió la puerta y su presencia en el lugar era gracias a la conexión entre la vida y la muerte.
—Sí —contestó el noble. Se dio la vuelta para ver el rostro de su invitado, su boca y nariz estaban tapadas por una mascarilla negra, eso le llamó la atención—. Eres el comprador de almas, ¿verdad?
—Sí, lo soy, señor.
—¿Quieres comprar el alma de mi novia?
—¿Por qué un chico como usted desea vender el alma de su novia?
—En realidad, no me gustaría venderla. Sólo quiero que la traigas de vuelta, no importa como lo hagas, ¡traela a la vida! ¡Por favor! —rogó Obito, su voz se quebraba con cada palabra, estaba desesperado y no podía aceptar la muerte de aquella mujer que tanto amó con todas sus fuerzas.
—Los muertos no regresan a la vida.
—¡Debe haber alguna manera!
—No señor, no la hay —dijo el comprador. Pero al ver el rostro desesperado y esos ojos llorosos, pensó que el noble se veía bastante tierno, a la vez sintió pena por su dolor. Aunque era bastante joven y podría encontrar incluso una muchacha más hermosa que su amante ya fallecida, él estaba seguro y dispuesto a hacer lo que sea por su amada, ¿cómo es posible que el amor juegue de esa forma con los mortales?
—¿Estás seguro?
—Quizás si haya una forma —contestó—. Pero para eso hay que firmar muchos papeles, no me gusta que me tachen de estafador, ¿estás dispuesto a dar lo necesario para que tu novia pueda vivir?
—¡No importa que tanto deba firmar! ¡Haré lo que sea por ella!
El comprador de almas lo observó con una mirada fría, se quedó en silencio por unos segundos y luego le extendió la mano, sus movimientos era tan elegantes como los de un noble, su túnica negra se perdía entre la penumbra de la habitación, como si se tratase de un fantasma. Obito tragó sin apartar la vista de la mano del hombre, sus dedos eran largos y pálidos, eran como los de su amada, porque parecía un muerto.
—Está bien, estoy dispuesto a hacer un trato contigo —contestó el comprador, su voz era grave y seria.
Obito se quedó en silencio por unos segundos, pero después tomó todo el valor y fuerzas de su propio cuerpo, le dirigió la mirada al comprador y casi se pierde en esos ojos oscuros como la noche, se sintió un poco mareado como si estuviera viendo un abismo.
Aún así, también extendió su mano para estrecharla con aquel hombre.
Hizo un trato con él.
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Comprador De Almas | KakaObi
FanfictionObito Uchiha es un joven noble que heredó las tierras de su familia, es un chico muy importante en el pueblo. Su novia y futura esposa, falleció por una terrible enfermedad en su corazón, así que Obito recurre a una famosa leyenda; la leyenda que to...