Capítulo 4

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El sonido de un cristal rompiéndose me despierta, me levanto lo más rápido que puedo, para desayunar e ir al baño a asearme, para pocos minutos después salir y ponerme el uniforme.

-SABRINA ¿DONDE ESTÁ TU MADRE?

-Seguramente trabajando, cosa que deberías empezar a hacer

Guardo la merienda, agarro la mochila y salgo disparada para la escuela. Como si un asesino me siguiera, digamos que no lo es ya que todavía no ha matado a nadie. Entre rápidamente a la escuela y me pare en el lugar de siempre, mientras ellas cucheaban cosas y criticaban a todo el que las miraba con recelo o de mala manera.

***

Ya en mi asiento empiezo a escribir y escribir. Hasta que Sebas apareció en mi campo de vista y me quito la libreta para luego empezar a leer. Un rato después dejo la libreta donde estaba y me miró con una cara de horror.

-Digamos que esta bien, pero explícame, como carajos ella termino follando con el si son de dos mundos completamente distintos-Dijo mientras miraba mi libreta como si fuera el vomito del monstruo más horrible del mundo

-Solamente lo esta utilizando para que en su trabajo no sospechen que ella es una mafiosa, y si ella es una maldita mafiosa de las malas-digo para empezar a escribir de nuevo

Hasta que Sebas me pone un papel encima de la libreta donde se deja ver un claro y grande MARTE. Lo miro y miro a Dereck, en que momento del día Sebastian se paro frente a Dereck y le dio el maldito pedazo de papel carajo.

-¿Como carajos te lo dio si no te paraste frente a él?

-Un mago nunca revela sus trucos-Río mientras se levantaba y se iba con todos los demás.

Suelto una pequeña carcajada y volteo para ver a Dereck que cuando vio que voltee para mirarlo cambió el objetivo para apreciar.

***

Ignore el papel un buen rato, hasta que la curiosidad me mato y tuve que leerlo. Cuando lo leí fue algo tan bonito que sentí como si mi pecho se estrujara y  empecé a ver borroso. Respire profundo, lo más profundo que podía y me calme.

No puedes llorar por eso pequeña Sabrina, tu eres fuerte ¿recuerdas?

Me dedique esas palabras y lo volví a leer, esta ves si respondere su mensaje, pero quizás en otro momento. Quizás cuando esté más preparada para eso, a fin de cuentas no creo que mi amor por Alex se vaya en un abrir y cerrar de ojos, a fin de cuentas han sido muchos años, bueno en realidad no llamo amor a eso, lo llamo obsesión, una asquerosa obsesión que me da ganas de vomitar.

Guardo el papel en la libreta y empiezo a hablar con mis amigas, como si nada hubiera pasado, bueno a las que se les pueda llamar así según yo.

SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora