Capítulo 5

3 2 0
                                    

Cuando llegue a casa lo leí por décima vez y como mona china en anime, me sonrojo levemente.

Tienes fiebre niña

Dijo mi subconciente irónicamente. Reprimi una carcajada y guarde el papel en mi diario, como si se tratara de un pelo de Taro para Ayano. Me acuesto y me pongo a ver el programa que todos critican, pero que se puede hacer en un país tercermundista.

***

Ya ha pasado una hora desde que llegué y milagrosamente no ha habido ningún sonido, ni algo raro, creo que me confundí de casa. Me levanto de la cama y como si algo divino los invocara. La puerta se abrió y un cuerpo femenino se dejó observar.

-Hoy o mañana viene tu cuñada, debes portarte lo mejor posible. Recuerda que a fin de cuentas todo lo que sabes es gracias a nosotros y deberías mostrar rl mínimo de desencia cuando te pedimos algo-dice la mujer mirándome con esos ojos que te podrían llevar hasta el último lugar al que quieres llegar

Asiento y cierro la puerta encerrandome en el cuarto como siempre. Sin esperar nada, ni a nadie.

SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora