Prólogo.

719 58 40
                                    

📍Carolina, Puerto Rico.
  Octubre 11, 2013.


Le sonreí, ella simplemente me miraba con unos ojitos de miedo y angustia, yo intentaba relajarla acariciando su cabello y dejando besos simples por su rostro, la nena suspiraba como cualquiera que esté enamorado, ¿conocen el sentimiento? Porque yo no, y me tomo el atrevimiento de decirlo así, sin anestesia.

Volviendo al tema, Shay estaba al lado mío con los nervios a todo lo que da, yo sostenía su mano con firmeza y ponía un anillo en su dedo —porque había prometido estar con ella para toda la vida—, con una sonrisa, aceptaba este anillo y me veía mientras lo colocaba, esto era parte de mi plan desde un principio.

—Que rico regalo de cumpleaños... Recuerda que será nuestro secreto, nuestra promesa y, no debe saberlo nadie... Ni siquiera tu bestie, ¿okay? —la miré directo a los ojos, un tanto manipulador y ella asintió lento—. Baby, vas a hacer lo que tengas que hacer pa’ sobresalir y tener el éxito que quieres en tu vida... Tienes que cumplir tu sueño, my shawty. Pa’ eso es esto, pa’ cuando lo tengas to’ volvamos a estar juntos.

Yo llevaba un anillo parecido al que estaba poniendo en su dedo, ya que venían en par. Lo compré para esta ocasión solamente porque era especial para mi.

—Sí, voy a hacer realidad mis sueños...

—Pero, sin olvidarte de mi —choqué mi hombro contra el suyo, sonriéndole con cierta burla—. Yo voy a estar pa’ ti, tú cumples tus sueños y te conviertes en la nena más exitosa de to’ PR mientras que yo te hago mil y un canciones...

Sonrió con las mejillas rojas, ocultando su cara entre sus manos mientras negaba. Yo volvía a tener un paso delante de ella, yo no iba a sufrir está vez.

La jalé hacia a mi y abracé ese cuerpecito tan diminuto con fuerza, ella es tan pequeña e inocente que me da ternura y tristeza. No voy a negar que a veces, siento una culpa cabrona que no me suelta y que parece que la arrastro conmigo porque, ella no se lo merece, yo lo sé.

Es tan buena, tan tranquila —siempre me escucha—, nunca me dice que soy un loco como los demás. Ella está bien activa conmigo, yo le he mentido y la he engañado, todo este tiempo.

—Omar, ¿en verdad tú y yo..?

—Mi amor... ¡Obvio! —sabía que llamarla así, la volvía loca—. Te lo prometí con eso, ese anillo significa que voy a cumplirlo, ¿no me crees?

—Si te creo, pero... ¿De verdad pasará?

Suspiré pesadamente, ¿como iba a explicarle que todo este tiempo fue un juego para mi? Tenerla en mi cama había sido una apuesta que hice con mis panas, ser el primero entre sus piernas, el primer novio y el primero en todas las facetas de su vida, ¿como le digo que estos seis meses fingí que estaba perdidamente enamorado de ella para ganar esa apuesta? Le hice creer que realmente la amaba y que quería pasar mi vida con ella solo para ser el primero en llegar a esa zona que nadie nunca había logrado entrar y ahora Shay, estaba enamorada de mi.

—Mi amor, te prometo que todo lo que te dije va a pasar... Dame tiempo pa’ tener to’ los poderes y cuando seamos mayores, que yo tenga mi carrera hecha y tú la tuya, nos vamo’ juntos de aquí... Nos salimos de PR como criminales, escondidos pa’ ser felices fuera.

—¿Por qué no podemos ser ahora? —hizo un puchero, me reí.

—Porque no, tu pai’ no me quiere contigo.

—Yo sé —murmuró desanimada—. Perdón por lo de hace unos días... Papi no entiende que...

—Mera, tranquila... Maybe tiene razón y soy un cabrón que quiere aprovecharse de ti y tu inocencia —respondí con ironía, a lo que Shay, negó sonriendo.

BELLAQUITA ‹ OMAR COURTZ ›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora