C1 - Un cumpleaños lleno de recuerdos - P2

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- No me importa. Si con ello esta bóveda seguirá aquí, no me importa seguir sufriendo. – Alastor miró a los ojos de Lucifer, quien notó que la gran sonrisa característica de Alastor desaparecía para dejar en su lugar una profunda tristeza y melancolía. – Mi más grande miedo, es regresar aquí este mismo día y darme cuenta de que ella no está más aquí y al igual que ella, mis recuerdos se desvanezcan. – Alastor miró fijamente la bóveda y despues sus orejas se agacharon, Lucifer acarició la mejilla de Alastor para tranquilizarle un poco, despues ambos se miraron a los ojos y por algunos segundos los ojos de Alastor que eran siempre de un rojo intenso pasaron a ser de un tenue azul cielo. Lucifer se sorprendió, pero despues entristeció mientras besaba suavemente los labios de Alastor, este correspondió apretando fuertemente a Lucifer, como deseando que no se fuera o se apartara de su lado. El beso continuaba, Lucifer se apartó un poco, no por que quisiera dejar de besar a Alastor, sino porque sentía que empezaba a faltarle el aire.

- Lo siento. No quería apartarme, pero si continuaba asi, podría haber muerto y no tenía ganas de una tragedia, y menos en la coronación de nuestros hijos. – Lucifer rió suavemente.

- No sabía que enserio lo dejaba sin aliento, su majestad. – Alastor sonrió de manera burlona, mientras besaba la mano de Lucifer.

- Lucifer sonrió igualmente. - Me provocas eso y a veces muchas cosas más. – Lucifer sostuvo las mejillas de Alastor y lo acercó nuevamente a él, sus labios chocaron suavemente, en respuesta Alastor cerró los ojos e inclino suavemente a Lucifer, quien fue retrocediendo poco a poco hasta quedar tumbado en el piso; completamente recostado. Despues con su dedo índice Alastor recorrió desde la entrepierna de Lucifer hasta su abdomen, para luego morder suavemente el cuello de este. En respuesta Lucifer soltó un pequeño gemido y sus alas aparecieron. – Ughh...

- Sus alas hoy se ven bastante hermosas bajo la luz de la Luna. Su majestad. – Alastor le susurro esto a Lucifer, mientras acariciaba las plumas de sus alas.

- No hagas eso. Sabes que... Ummm. – Las mejillas de Lucifer se enrojecieron y sintió como el calor invadía su cuerpo, pues sus alas eran muy sensibles a cualquier toque, y eso Alastor lo sabía demasiado bien. – Alastor, llegaremos tarde a la...

- Alastor no hizo caso a las palabras de Lucifer. - Está siendo demasiado ruidoso, mi rey. - Procedió a callarlo dándole un beso, Lucifer no se resistió demasiado y correspondió también quitándose su gabardina.

- Idiota, si llegamos tarde por tu culpa te hare pagar las consecuencias. – Lucifer trato de poner una cara molesta. Pero por algún motivo no podía, y ese motivo era que las manos de Alastor le estaban acariciando de una manera que lo hacía sentir deseoso de que siguiera.

- No se preocupe su majestad. Yo le pertenezco completamente, asi que puede hacerme lo que desee y castigarme como usted crea más conveniente. – Alastor se quitó el saco y el moño de su traje, pues estaba comenzando a sentir demasiado calor en todo su cuerpo. Además, quería seguir provocando a Lucifer para que este se quedara con el bajo esa luz de luna tan bella, otro de los motivos era que a Alastor le encantaba hacerlo a la intemperie, sentir el viento sobre sus orejas le hacía sentir sensaciones diferentes y más excitantes que las usuales. Entonces como Lucifer lo había rechazado demasiadas veces, tenía que aprovechar este momento.

- Ummm. Te gusta jugar sucio, sabes que diciendo esa frase no me enojaré contigo. – Alastor sonrió muy ampliamente pues era obvio que ese era el motivo. – Bien, entonces te hare recibir el castigo. – Los ojos de Lucifer se volvieron completamente rojos, Alastor sonrió aún más, pues entendía lo que eso significaba. Lucifer agarró a Alastor de la camisa y de un tirón la rompió, dejando ver su pecho por completo. Eso hizo que Alastor se sorprendiera un poco, pues ni en sus noches más cachondas Lucifer había hecho algo como eso. Despues se acercó lentamente al cuello de Alastor y encajó sus afilados dientes en el hombro de este.

El reino caido del cielo [Radioapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora