C1 - Un cumpleaños lleno de recuerdos - P4

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- ¡¿Por qué no me ayudaste con Charlie?! -Lucifer miró a Alastor un tanto molesto de que este solo se quedará sonriendo como idiota sin decir palabra.

- Vamos manzanita, no te enojes asi. Solo pensé que si decía algo la situación empeoraría. – Alastor volvió a sonreír y se acerco a la puerta para abrirle a Lucifer, el solo lo miró un poquitito enojado y entró, Alastor despues le siguió, azotándole la puerta en la cara a Zharak.

- ¡Aughhh! – Zharak solo se quejó de dolor al sentir su nariz estrellarse contra la puerta, al escuchar eso Alastor se rio un poco.

- ¿Quiénes son ellos? – Varios niños se quedaron viendo a Alastor, Zharak y Lucifer.

- Hola, somos los payasitos contratados para esta fiesta. Yo soy brincolin el payasito de la diversión y este chico de rojo es tomatin, el payasito bailarín. – Zharak agarro los brazos de Alastor para que los moviera, él solo se quedó ahí sin decir o hacer nada. Después de ello Zharak puso sus manos al lado de las mejillas de Alastor, para que su sonrisa se viese aún más grande. En respuesta a dicha acción a Alastor solo le dio un tic en el ojo.

- Hola tomatin. – Una pequeña niña se acercó a Alastor para saludarlo.

- ¿Vas a hacer un espectáculo con pelotas? – Muchos niños se acercaron a Alastor jalándolo de las mangas de su saco, lo cual hizo que su tic se hiciese más notorio. Husk vio esto y no pudo desaprovechar la oportunidad de molestar un poco al demonio más temible del infierno, el cual ahora no era más que un venado calenturiento lleno de debilidades que todos ellos conocían.

- Oigan niños, tomatin hará su gran espectáculo de marionetas, vengan para acá. – Husk le entrego a Alastor dos marionetas, Alastor lo miró enojado y le regreso los muñecos. – Vamos, ¿no querrá arruinar la fiesta de coronación de sus hijos o si majestad? - Husk sonrió ampliamente, pues una de las debilidades más grande que tenía actualmente el demonio de la radio; eran sus hijos. Aun así, Husk no utilizaba esa debilidad para cosas malas, sino solo para molestar a Alastor.

- No, por supuesto que no. – Alastor rechisto los dientes mientras agarraba de mala gana las marionetas que Husk le habia dado, despues suspiró profundamente para evitar decir todas las maldiciones que se le habían quedado atoradas en la garganta.

- ¡Tu puedes bambi, muestrales a esos mocosos porque me case contigo! - Lucifer animaba a su marido a lo lejos.

- Arghh. - Alastor solo refunfuño. "¿Como demonios termine en esta situación? Se supone que quería ser el soberano del infierno y controlar a todos estos malditos demonios de baja clase destruyendo todo a mi paso y al final termine; casado, con hijos y siendo el payaso de un espectáculo para niños. Soy una vergüenza y lo peor de todo esto, es que de verdad termine enamorado hasta las pezuñas. ¡Soy un idiota!"

- ¡Yeihhh! ¡Tomatin! ¡Tomatin! - Todos los niños comenzaron a jalar a Alastor hacia el escenario que estaba enfrente.

- ¿Dónde carajos estaban? - Angel se acercó a Lucifer.- Husk y yo tuvimos que hacer que todos jugaran lotería para que dejaran de preguntar por ustedes. - Angel agarró un coctel de los que estaban en la barra, tomando un gran sorbo.

- Digamos que estábamos preparando el regalo de Andrómeda y Demian. El de Charlie también. - Lucifer se tocó la barriguita. - Un nuevo hermanito. - Lucifer se rió, pues sabia que eso ya no era posible.

- Ohhh. Ahora entiendo. - Angel sonrió pervertidamente y despues le dio una nalgada a Husk- ¡Ja! ¡En tu cara Husk, perdiste! ¡Ahora págame! - Angel puso sus manos frente a la cara de Husk.

- Tchhh. Quien pensaría que Alastor se volvería tan lujurioso, cuando antes no sabía ni como mantener la pichula parada. - Husk saco un gran fajo de billetes y se los dio a Angel.

El reino caido del cielo [Radioapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora