El reino caido del cielo [Radioapple]

C1 - Un cumpleaños lleno de recuerdos - P6

- Lorenza, ¿quién carajos te dejo entrar? Creí haberte dicho que la próxima vez que te acercaras a mi venadito, ¡TE CORTARIA LA CABEZA! - Lucifer le gruñó a Lorenza, mientras su forma demoniaca aparecía.

- Yo... ja... ja... - Lorenza se rascó la mejilla, pues en verdad deseaba probar nuevamente la sangre de Demian, ya que su sangre sabía diferente a la de otros demonios. Totalmente diferente.

- Lo siento mucho su majestad, yo fui quien la trajo. Ella me prometió que se portaría bien, pero tal parece que me equivoque en confiar en ella. - Rosie apareció dentro de la sala, pues había corrido detrás de Lorenza para detenerla, pero los instintos salvajes de la joven salieron y corrió tras su presa sin importarle las consecuencias. Rosie miró con descontento a Lorenza, quien se puso algo triste. - Pensé que habíamos acordado algo Lorenza.

- Si, mi señora. Lo siento mucho Demian y su majestad, me deje llevar por mis instintos. - Lorenza agachó la mirada avergonzada, ella le tenía demasiado respeto a Rosie y que ella la regañara la ponía mal.

- Está bien, no fue tan grave. Lamentablemente necesito mi sangre para mantenerme con vida, pero creeme que si no la necesitará te la daría. Je, je, je... y bueno mis extremidades no se regeneran, asi que tampoco puedo ofrecerte mi carne. - Demian se rascó la cabeza un tanto nervioso.

- Una disculpa no es suficiente. Es mejor que te vayas de aquí. - Rosie le mostró la puerta a Lorenza y ella asintió. - No habrá una próxima vez Lorenza, si vuelves a atacar al hijo de Alastor, no podrás ni acercarte al hotel por protección, asi que por favor, piensa en tus acciones la próxima vez. Rosie miró a Lorenza de forma muy severa.

- Si, mi señora. Lorenza hizo una reverencia ante Rosie y salió triste por la puerta de entrada, pero antes de que la puerta se cerrara por completo alguien la detuvo.

- Ohhh lo siento lindura, pero tengo que entrar. - La persona misteriosa sonrió ampliamente.

- Si, claro. Adelante. - Lorenza dejó la puerta abierta y la persona misteriosa entró mirando a los inquilinos del hotel, segundos despues se molestó un poco de que nadie lo reconociera.

- Rosie, tampoco tendrías que haber sido tan severa con ella. Quizás si le hubiese arrancado una pierna a Demian ahí sí, pero solo fue una pequeña puñalada, cosas que pasan. - Lucifer sonrió y agarró otro coctel tomándoselo de un solo trago.

- Para mí fue mejor asi. - Angel se cruzó de brazos, estaba aliviado de que esa gata rompe hogares se haya ido, asi ya no tendría chances de ligar con Husk. - Qué tal si se terminaba comiendo a mi Husky Lusky. – Angel se lanzó sobre Husk, dándole varios besitos en la mejilla.

- Angel... eso no seria posible. Sabes que esa tipa no me mueve ni un pelo. – Husk agarró a Angel de la cintura.

- ¿Y yo sí? – Angel sostuvo las mejillas de Husk entre sus manos y le alzó una ceja.

- No se porque preguntas si ya sabes la respuesta. Me mueves todos y cada uno de ellos. – Husk movió sus orejitas y le sonrió a Angel. En respuesta Angel se sonrojo completamente.

- Grrr... ¡Alguien por favor tráigame dos cajas de condones! Pues Lucifer no será el único que les dará un nuevo hermanito a sus hijos. – Angel agarró las manos de Husk y las puso sobre sus pechos, Husk se sonrojo levemente y le dio unos cuantos apretones.

- Ehhhh... -Lucifer miró a Angel y Husk; quienes seguían en su jueguecito. – Bueno Rosie, ¿en que estábamos?

- Estábamos con el tema de la impertinencia de Lorenza y lo mejor es contenerla desde ahora. Además, no entiendo su obsesión con la sangre de Demian. Es extraño, pero no suele comportarse asi, parece que se vuelve salvaje cuando se acerca a él. - Rosie suspiró mientras miraba a Demian y pensó: "Aunque puedo entenderla un poco, no sé qué será, pero yo también una vez por accidente probé la sangre de Demian. Esta no sabía a la sangre de un demonio o a la de un pecador, mucho menos a la de un ángel. ¿Entonces que será? ¿Qué se supone que es Demian en realidad?" Rosie acarició la cabeza de Demian y él le sonrió.