La vida de Cho Kyuhyun no es nada fácil, al quedar huérfano y a cargo de su hermano menor, debe renunciar a sus propios sueños y buscar la manera de no morir de hambre.
En su nuevo trabajo conoce a Choi Siwon, creyó que sería un cliente como cualqui...
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Habían pasado días sin comunicación. Kyuhyun había decidido no contactar a Siwon hasta que encontrara una manera de estar con él sin preocuparse por su cliente chino. Yesung y Ryeowook habían tratado de ayudar, incluso BoA, después de confesar que ella también había ayudado a Siwon porque sabía cuánto se amaban, pero no habían encontrado nada.
Deberían haberlo sabido. Zhoumi era un hombre poderoso con abogados brillantes que se aseguraban de que el contrato no pudiera romperse a menos que Zhoumi quisiera hacerlo o lastimara o humillara fisicamente a Kyuhyun, lo que le daría la oportunidad de romper el vínculo legal él mismo.
Nada de eso había sucedido hasta el momento. Zhoumi siempre había sido carifñoso y respetuoso. Ni siquiera habían ido más allá del beso francés. Zhoumi tampoco le había puesto nunca la mano encima ni había dicho una palabra de desdén.
Kyuhyun había comenzado a perder la cabeza. Con cada día que pasaba sin Siwon, perdía un poco de su cordura. Necesitaba tanto estar con él.
Un par de semanas después del cumpleaños de Jaemin, Zhoumi lo llamó para tener una cita. Quería llevarlo a cenar a un buen restaurante. Y no pudo negarse. Después de todo, todavía estaban legalmente obligados.
Se vistió acorde a la ocasión y se despidió de su hermano antes de que llegara Zhoumi. El hombre lo saludó en la puerta con un beso en la mejilla y luego tomó su mano para llevarlo al costoso auto que condujo hasta el lugar.
El restaurante había sido elegante y ciertamente caro, pero no lo suficientemente presuntuoso como para incomodar a Kyuhyun. Ya estaba acostumbrado a ir a esos lugares con el hombre. Un camarero los había dirigido a una habitación privada y Zhoumi ordenó por ellos como siempre hacía.
Sin embargo, había algo diferente en él. Algo no estaba bien y Kyuhyun podía sentirlo transpirar del hombre frente a él. Todavía no estaba seguro de si era diferente bien o diferente mal, pero Zhoumi no era él mismo, aunque actuaba de su manera habitual. Estaba en silencio, algo distante y resultaba desconcertante.
Una vez servidos los platos principales, Zhoumi decidió finalmente hablar.
-Pétalo, creo que es hora de que rescindamos nuestro Contrato.
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Siwon había salido del edificio de la sucursal coreana de Qinghai Huading Inc. todavía sorprendido con el resultado de su reunión improvisada. Había esperado muchas cosas; una competencia despiadada, un oponente dispuesto a reírse en su cara, un despido, tal vez incluso un trato. Sin embargo, lo que realmente sucedió no lo podría haber imaginado ni en un millón de años:
- ¿A qué debo el placer de tenerlo en mi oficina, Sr. Choi Siwon?
La sonrisa del hombre que podría haber escuchado si no lo hubiera visto en ese momento. Había habido una gran cantidad de burla escondida detrás de esos labios curvados y esos ojos oscuros y sin vida que hicieron que Siwon quisiera golpear ese rostro objetivamente hermoso hasta convertirlo en pulpa, pero habia sido capaz de aterrizarse, de recuperar su compostura y comportarse como el hombre más grande.
