ℌ𝔦𝔯𝔞𝔢𝔱𝔥 | Un término galés, para una profunda nostalgia por un lugar, en el que nunca se ha estado.
𝔈𝔫 𝔡𝔬𝔫𝔡𝔢.... "Adora Yvonne Bell, una joven bruja, que llega a Forks luego de que por ciertas cuestiones abandona Los Ángeles, para poder...
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───𝐒𝐔𝐒 𝐕𝐎𝐂𝐄𝐒 𝐌𝐄 irritan...
―Todo te irrita.
―Tú no.
―Yo soy la excepción a la regla, como el tonto que tienes al lado.
Adora soltó una suave carcajada que disimulo, bebiendo de su agua cuando Leon y Cassiel voltearon a verla, algo extrañados por su repentina acción, aunque el azabache percibía que ella estaba perdida en alguna conversación con Lucien, ignorando a todos ellos.
Había pasado unos días desde el accidente con los Cullen y ninguno se había disculpado, principalmente porqué ella no sabía como abordar el tema, sin tener que explicar lo de sus ojos, aunque podría ser posible que Jasper no la viera con claridad y también porqué Cassiel no quería verle la cara a Edward. Pero a pesar de eso, los vampiros tampoco buscaron acercarse para escuchar esas disculpas, lo que les alivio un poco a ambos primos.
Pero ella sentía cierta curiosidad del por qué él no buscaba una respuesta, tal vez la curiosidad de una bruja era más grande que la de un vampiro, aunque averiguar eso podría ser peligroso para ella como para él.
―¿Saldremos este fin de semana?. ―pregunta el azabache, ganando la atención de los demás.
―¿De Forks?. ―Leon parecía interesado.
―No, a Port Ángeles.
―Aburrido...
―¿Por qué siempre quieres irte del pueblo?. ―cuestiono su primo.
―Porque quedarse en los límites de este pueblo y no recorrer más, hay mucho más que lluvia y días nublados.
―Podríamos ir Seattle. ―sugirió Phoebe, sonriendo y tamborileando sus dedos, sobre la mesa. ―Port Ángeles se escucha ya como un lugar aburrido, vale el viaje hasta ahí.
―No creo que no dejen ir, mis padres...
―Vamos Finn, los tíos no se enterarán, sino abrimos la boca y le inventamos que salimos solo por ahí. ―el de ojos azules, le dio una mirada aburrida al de rizos. ―Además, dijiste que querías ver una tienda en Seattle y esta es la oportunidad.
Entre ellos comenzaron una pequeña discusión infantil, lo que hizo reír al resto del grupo que veían todo con diversión, alivianando el corazón y mente de Adora por la tonta discusión, haciéndola ignorar esos susurros y miradas sobre ella.
Mientras tanto, Jasper trataba de poner atención en las palabras y risas de Adora, tratando de sentir alguna emoción de ella pero todavía no captaba nada, era como una hoja en blanco y eso solo atraía más su curiosidad.
―Deja de verla tanto, si Edward llega y ve que piensas en ella, solo causaras más problemas... ―Cosette le regaña, jugando con la lata de su bebida, odiaba el numerito de comer.
