El Perfume de la Pocion Amortentia - DRARRY

V: Revelaciones y confusión

Desde la clase de Amortentia, algo en el aire había cambiado para Draco Malfoy. Aunque en un principio no pudo identificar el extraño aroma que emanaba de la poción, una sensación de familiaridad y confusión se había instalado en su mente desde entonces.

Durante los días siguientes, Draco había estado más distraído de lo habitual. Sus pensamientos vagaban constantemente hacia la poción y hacia el aroma que no podía dejar de recordar. Cada vez que se cruzaba con Harry Potter en los pasillos o en las clases, su corazón latía con un ritmo desigual, una sensación que no podía explicar.

Fue después de una clase de Transformaciones que la verdad finalmente golpeó a Draco como un rayo. Mientras caminaba por los pasillos en dirección a la Sala Común de Slytherin, una oleada de reconocimiento lo invadió de repente. "Ese aroma... es el de la Amortentia", murmuró para sí mismo, deteniéndose en seco mientras su mente conectaba los puntos.

Harry Potter olía la Amortentia. El dulce y embriagador perfume que Draco había sentido en la poción era el aroma que Harry desprendía. La revelación lo dejó aturdido, con la mente girando en un torbellino de pensamientos y emociones contradictorias.

Al llegar a su habitación en la Sala Común de Slytherin, Draco se dejó caer en su cama, su mente dando vueltas mientras intentaba procesar lo que acababa de descubrir. "¿Por qué Harry Potter huele a la Amortentia para mí?" se preguntaba una y otra vez, sin encontrar una respuesta clara.

Esa noche, mientras todos los demás dormían, Draco permaneció despierto, repasando mentalmente cada encuentro que había tenido con Harry desde la clase de pociones. Recordó las miradas furtivas, los roces accidentales en los pasillos y la sensación de electricidad que siempre parecía zumbando en el aire cuando estaban cerca.

"¿Podría ser posible que...?" comenzó a preguntarse, pero se detuvo abruptamente. La idea de tener sentimientos por Harry Potter, su eterno rival en Hogwarts, era tan absurda y desconcertante que casi se reía de sí mismo por considerarlo siquiera por un momento.

Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos por negarlo, una parte de Draco sabía que había algo más que simple animosidad entre él y Harry. Había una conexión que no podía ignorar, una atracción magnética que lo había dejado intrigado y confundido.

Los días siguientes fueron un torbellino de emociones para Draco. Intentaba mantenerse distante y frío como siempre, pero cada vez que veía a Harry, una pequeña chispa de algo más se encendía en su interior. No podía evitar sentirse atraído por la presencia del Gryffindor, aunque su mente luchara contra esa verdad incómoda.

La batalla interna de Draco se intensificaba cada día, mientras trataba de reconciliar lo que sentía con lo que creía que era correcto. La historia que había comenzado con la revelación en la clase de Amortentia estaba lejos de terminar, y el camino hacia la comprensión de sus propios sentimientos sería tan complicado como intrigante.