Luces en el infierno de nuestra noche.

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Sakura se sintió pequeña cuando admiró las estrellas por entre los cristales rotos de la catedral, reflejando cada una de las heridas que parecían abiertas entre los picos picos de vidrio afilados y las grietas en el suelo helado.

-Naruto.

El cuerpo del chico pendía de una viga quebrada, y el estómago le dio vueltas al ver el estado del cuerpo de su amigo. Las lágrimas brotaron como el polen de las flores de primavera, y los sollozos fueron aumentando en un crescendo de dolor infinito.

-¡Naruto!

Sasuke, a su lado, no parecía estar vivo. Respiraba forzadamente, sosteniendose de la pared para no caerse. Allí estaban los cuerpos de sus amigos, ta llenos de vida, de experiencias que no serían vividas, de sonrisas y lágrimas que no saldrían nunca.

-El clarín debió haber sonado sin que se dieran cuenta. Los bombarderos... no debieron haber venido hoy. Alguien nos traicionó.

Sakura no conseguía ver nada más allá del cuerpo del rubio, despedazado, quebrado, como un muñeco de trapo sin alma.

-Esto, esto no con debía ser así. Nada de esto, no. Nunca debimos estar en guerra, o hacer lo que hicimos con nuestra antigua y mal usada libertad. No... ¡Se supone que estaríamos muertos, Sasuke! ¡Porqué prefiero estar muerta a tener que llevar una vida sin oír otra vez la voz de Naruto!

Sasuke cayó de rodillas ante ante el altar, gritando, rasgando su camisa ya más bien inexistente, golpeando el granito bajo su piel y llorando, para no explotar por tanto dolor, tanto sufrimiento acumulado.

-Mierda. Esto tiene que ser el infierno.

No conseguían hacer nada de nada sin sentir que les faltaba un algo, un órgano vital que les había dado la fuerza necesaria para continuar. Pero ahora se había ido.

-Sas... -El moreno envolvió a Sakura en sus brazos fuertemente, queriendo fundirse en ella- Aquí estoy.

Por uno momento, repitieron esa simple frase. Si, estaban allí, vivos.

-Se lo debemos a ellos.

Sakura no se atrevió mirar, así que no supo que hacía Sasuke cuando se levantó y comenzó a caminar, hasta que sintió el metal contra su cuello

-La cadena de plata de Hinata.

Sus ojos jade se abrieron con sorpresa muda, mientras Sasuke cerraba la cadena y la dejaba caer al natural. El metal resplandecía como luz de estrellas bajo los rayos lunares. Por un momento, observó el cielo depejado, permitiéndose nombrar una estrella por cada ser querido que había perdido esa noche. Estaban lejos, a millones de años luz, pero pero la observaban, a veces sin ser vistas, y otras, brillando como una guía para encontrar su camino a casa.

-Ellas serán las luces en el infierno de nuestra noche.

Sakura suspiró.

-Entonces, que así sea

Recopilación de One-Shots de Naruto ^.^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora