Corona de Espinas*

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*AVISO: Esta historia es solo el mundo de Trono de Cristal de Sarah J Maas adaptado a Naruto. La historia pertencen enteramente a ella.*

Sakura Haruno levantó una ceja en cuanto el guardia doblaba de nuevo la misma esquina. Con "de nuevo" se refería a que la habían cruzado unas 17 veces. Contadas.

Tonto. Del tipo que a ella le gustaba.

El guardia llegó al caer la tarde, junto con el sonido de los gemidos. Látigos golpeaban la piel desnuda en una sinfonía de agonía y miseria. Sólo otro día de trabajo en ese su infierno personal.
Él vestía de negro completamente, desde los pies a la cabeza. Una pesada capucha cubría su rostro, pero no tenía que verlo para adivinar que estaba lleno de tensión y repulsión. Ella era una chica famélica, la piel blanca y fina como el papiro, el cabello hecho un manojo de suciedad y la mirada voraz, pérdida. Kestian había acabado con ella. O eso era lo que Sakura les hacía creer.

-¿Ya podemos dejar de recorrer el mismo camino una y otra vez? Me estoy mareando y no creo que le haga gracia que vomite en usted.

Sakura le sonrió. Una sonrisa salvaje y hambrienta. El guardia cerró aun más su agarre sobre ella y la hizo caminar más rápido.

-¿No es muy agradable, eh?

El hombre gruñó. Subiendo las escaleras y llendo todo el pasillo hasta caso el final, una puerta de cristal roja y dorada brillaba en el iluminado corredor. Por las ventanas se filtraba los últimos rayos del sol del día. Los esclavos caminaban bajo la terrible sombra de las minas de sal, las cuales parecían gigantescos colmillos desgarrando el cielo y haciéndolo desangrarse frente a ellos. Cada minuto allí era desafiar a la propia muerte y salir perdiendo de cualquier forma.

El guardia se detuvo por fin frente a la puerta de cristal. Sakura tragó contra el nudo en su garganta. No podía llorar, ni demostrar debilidad. Al otro lado estaría él. Ese monstruo la vería a los ojos por última vez y luego ordinaria su ejecución. Sakura no sabía si darle gracias a los dioses por ponerle fin a su sufrimiento o gritar, un último intento de lucha contra el mundo. Sólo que al abrir la puerta, no fue el Rey quien la recibió, oh no...

Recopilación de One-Shots de Naruto ^.^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora