Ruan Mei, una inventora firme y fría, realiza un experimento para Caelus, que termina encogiéndolo a 4 centímetros de altura. Resulta ser un plan de Ruan Mei para acercarse a él. Mientras buscan una solución para devolver a Caelus a su tamaño origi...
En el bullicioso laboratorio de Ruan Mei, el zumbido de las máquinas y el tintineo de los frascos llenaban el aire. Concentrada en sus experimentos, Ruan Mei apenas notó el suave golpeteo en la puerta. . . . . . . . .
|Alguien toca la puerta|
Mei: mm? Quien podra ser.. es Sabado no? Supongo que es...
|Ruan Mei abre la puerta del laboratorio y ve a Caelus|
Ruan: Caelus, que te trae hoy, estoy algo ocupada.
Caelus: Hola Ruan Mei, solo quería..
Ruan: Estoy muy ocupada, dime qué pasa *tono serio*
Caelus: Solo quería pasar un rato contigo. Pero veo que estás ocupada como siempre
Mei: Lo siento, Caelus. Mis inventos ocupan la mayor parte de mi tiempo. (Vino hasta aquí solo para pasar tiempo conmigo.. me siento terrible)
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Caelus: No te preocupes. Quizás vuelva la próxima semana.
La idea de una semana sin ver a Caelus entristeció a Ruan Mei más de lo que quería admitir. Tragó saliva, luchando contra el nudo en su garganta.
. . . . . . .
Mei: Estaré aquí. Nos vemos la próxima semana entonces.
Después de que Caelus se retirara, Ruan Mei luchaba por recuperar la concentración en su experimento. Su mente divagaba, incapaz de apartar la imagen de Caelus de su cabeza. Un sentimiento de inquietud se apoderó de ella, alimentando su determinación de encontrar una manera de estar más cerca de él. . . . . . . . . .
Mei: Necesito hacer algo. No puedo permitir que se vaya de nuevo.
|Ruan Mei se puso de pie y comenzó a revisar sus notas y libros de referencia|
Mei: Creo que sé exactamente qué hacer. 🙂 . . . . . . . . .
{Una semana después}
La semana siguiente, mientras Ruan Mei se encontraba en su laboratorio, escuchó pasos aproximándose a la puerta. Antes de que Caelus pudiera siquiera tocar, ella abrió de golpe, con una sonrisa radiante en el rostro. Sin embargo, algo era diferente esta vez; su cabello estaba ligeramente despeinado y no llevaba zapatos. . . . . .
Mei: ¡Caelus! ¡Qué sorpresa verte de nuevo tan pronto! Por favor, pasa, pasa.
|Caelus, un tanto sorprendido al notar el aspecto un poco descuidado de Ruan Mei, asintió con una sonrisa forzada y entró en la habitación|
Caelus: Hola, Ruan Mei. ¿Estás bien?
Mei: ¡Por supuesto! Más que bien, de hecho. Tenía muchas ganas de verte.
