🍁Capítulo 4🍁

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La pelea comienza y sin que me diera tiempo a parpadear me clava la punta de su lanza en el hombro izquierdo, un poco más abajo y me habría apuñalado el corazón y no viviría para contarlo.

- ¡Ahhh...Dios ...eso duele!— me quejo agarrando la lanza .

Logro sacarla y la sangre comienza a brotar y rodar por mi brazo y pecho, me duele pero debo soportarlo, lo apunto con mi lanza poniéndome en posición para atacar. {{ Necesito concentrarme o este tipo me matará}}
Veo a Sandra y Aimey en el público y me hacen una seña de que lo conseguiré, sonrío.

-¿ De qué te ríes inútil?— me dice mi oponente .

- No lo entenderías aunque te lo explicara —digo.

Lo ataco mientras esquivo sus ataques, la cosa no se me está poniendo fácil, la pelea dura más de una hora, hasta que por fin, luego de tanto chocar nuestras armas, le clavo la lanza en el estómago, rápidamente escupe sangre y sin fuerzas me corta antes de caer al suelo. Me coloco la mano en el pecho, es una simple herida pero arde un montón.

Paso rápidamente a la tercera prueba, la última, la prueba de resistencia, agilidad y control sobre nuestro cuerpo y alma. Para probar si somos capaces de resistir las tentaciones y no caer en las ilusiones de los demonios que juegan con nuestras mentes, aprovechándose de nuestros deseos más oscuros y más profundos anhelos del corazón.

Antes de comenzar, Sandra me venda las heridas y Dios las cura a través de ella la cual tiene el don  de sanidad  , algunos humanos tienen dones otorgados por Dios, Cristo y el Espíritu Santo.

- Listo, recuerda nuestro entrenamiento, lo estás haciendo bien.

Cuidado con las ilusiones, las pruebas son con demonios reales.

- Lo tendré en cuenta Sandra.

- Buena suerte.

Entro en la habitación con espejos , todo está a oscuras , casi no logro ver nada ,solo escucho una risita algo diabólica que proviene de...¿ todas partes?

-¿ Me estás buscando Damian?— escucho.

-¿ Quién, quién eres y cómo sabes mi nombre?

- Yo, yo soy Mairin .

Sale de tras de un espejo, si , se parece mucho a Mairin , es Mairin.

-¿ Mai?. ¿ Cómo? .¿ Cómo es qué...?
{{ No puede ser ,no, Mairin está secuestrada esta debe ser un demonio}}

-¿ Qué ocurre, no te alegra verme?

- Tu no eres ella.

-¿ Cómo estás tan seguro de qué yo no soy yo?

-Mai no tiene tu forma tan descarada de hablar. Además, ¿ porqué de tanta gente te transformaste en ella?.

-¿ No lo sabes?. La razón es por que ella es una persona que está muy cerca de tu corazón.

-¿ De mi...corazón?.

- Oh, espera . Hay alguien más...Sandra también está muy cerca de tu corazón. ¿ Cuál de las dos está más cerca?

-¿ Porqué Sandra ?— pregunto.

-¿ Sabes lo que en realidad piensan de ti Sandra y Mairin?.

- No, ¿ cómo saber así como así lo que los demás piensan de ti?.

- Mairin —dice acercándose a mi en forma de Mai—Eres un débil, no fuiste capaz de protegerme a pesar de tu promesa, no vales nada.

-¡ Imposible!, Mai nunca ha pensado eso de mi .

-¿ Cómo lo sabes?—me dice.

-¿ Cómo lo sabes tú?— le grito.

- Los demonios lo sabemos todo.

- Mentiroso demonio, el único que lo sabe todo en el universo completo es Dios , ustedes no saben nada , solo mienten para engatusar al ser humano que es débil.

- Ella si ha pensado eso de ti , lo sabes bien, pero su timidez le impide decirte algo como eso.

- ¡ Mientes!—noto como su cuerpo se va cambiando de forma, hasta volverse como Sandra y se acerca más a mi . Viste como ella de provocativa y huele como ella.

- Eh perdido mi tiempo contigo en estos seis meses y medio.
No has mejorado en nada, eres un inútil y...¿ crees que no me he dado cuenta de como me miras? .No te hagas ilusiones, yo jamás te he visto como hombre y nunca lo haré.

-¡ Cállate!. Ella no es así, siempre me ha dicho lo que piensa .

-¿ Cómo puedes conocerlas tanto?,uno nunca llega a conocer a la gente.

- Yo, simplemente lo sé.

- Débil— Mai y Sandra me dicen al mismo tiempo, lo repiten una y otra vez , una y otra vez , otra , otra y otra y otra.

Se me hace un nudo en el estómago y por un momento siento dudas, dudo de que pueda ser verdad, caigo arrodillado en el suelo vidrioso colocándome las manos en los oídos. No quiero escuchar , no puedo escuchar, tantos sentimientos se apoderan de mi, la tristeza, la culpa, odio de mi mismo.

-¡ Aaaaaaaaa!...¡a aaaaa!— No puedo evitar gritar mientras ambas se ríen de mí, siento como la oscuridad se apodera de mi cuerpo , cada parte de mi quiere renunciar, rendirse, acabar con todo de una vez.
Todo se oscurece y me quedo inmóvil.

DeStInODonde viven las historias. Descúbrelo ahora