🍁Capítulo 3🍁

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   Al despertar el día siguiente, voy a la armería con la esperanza de volver a ver a Sandra, miro a mi alrededor y le veo llegar con un grupo de chicos con armadura, no tengo que llamarle pues al verme se me acerca. Usa un conjunto gris ceñido al cuerpo que la hace ver muy hermosa. Su cabello rubio sedoso es perfecto. En verdad su belleza es angelical, ¿ será un ángel?

- Hola, chico de la espada.

- Hola Sandra...oye...necesito tu ayuda.

-¿ Para qué soy buena?— sonríe delicadamente.

- Necesito que me entrenes— digo finalmente.

-¿ Para el ejército?—pregunta.

- Para ello y para rescatar a alguien.

- ¿ Alguien importante?

- Como mi familia—mi rostro se torna triste.

- A las dos de la tarde, hoy.

- ¿Eh?— me quedo atónito de que aya aceptado tan rapido.

- El entrenamiento, te espero a las dos de la tarde frente al bosque de las bestias.

- No te demores ,ni me hagas esperar en vano, me arrepiento en un dos por tres.

- Descuida ahí estaré— respondo feliz de que tenga esta oportunidad— gracias.

Me sonríe y se marcha con los chicos que llegó. Voy a casa y me preparo para el entrenamiento, cubro mis brazos hasta las manos con cinta blanca, me pongo mi sudadera roja y a la hora acordada me marcho con mi espada.

Al llegar, Sandra me espera en la entrada al bosque de las bestias. Una chica la acompaña , su cabello es rojizo y sus ojos azules, labios carnosos...no se que decir de ella pues acabo de verla.

- Ya estoy aquí—me acerco corriendo.

- Bien, sígueme. Tenemos mucho trabajo que hacer.

Las sigo mientras nos adentramos en el bosque, ninguno de los tres dice palabra alguna, solo escucho el sonido de las cigarras, las aves y... ¡ Oh este silencio aterrador ,me saca de quicio!
Hasta que por fin la rubia se anima a hablar...

- Y, ¿ cuál es tu nombre? , chico de la espada no es—ríe

- Mi nombre es Damian .

- Mm, Damian , lindo nombre...

- Bueno Damian, ¿ a quién quieres rescatar y de qué?— pregunta la peliroja.

- Quiero rescatar a mi mejor amiga, por ser débil no pude protegerla. Ella es la única familia que tengo, le prometí que jamás la dejaría sola pase lo que pase y ... no quiero volver a fallarle.

-¿ Ella es solo una amiga? — dice Sandra.

- Si, también mi familia, ¿ qué más podría ser?

- Olvidalo—dice Sandra— ella es mi prima Aimey.

- Mucho gusto Damian — me dice Aimey.

- El gusto es mío — sonrío.

Cruzamos un lago de hermosas aguas cristalinas y después de una gran cortina de enredaderas , llegamos a un campo abierto.

-¡ Vaya , es asombroso!—digo.

- Llegamos, aquí entrenaras todos los días a partir de la misma hora.

- De acuerdo.

- Bien, ¡ comencemos!

Comenzamos con el entrenamiento, no puedo negar que estoy algo nervioso, no sé si lograré cogerle el ritmo a esto, pero lo haré sea como sea. Sandra está frente a mi a cinco metros de distancia, desenvaina su espada y se pone en posición de ataque, yo hago lo mismo. Aimey está sentada en una roca mientras nos observa.

- Primero te entrenaré en el combate de cuerpo a cuerpo. Luego te enseñaré lo escencial para destruir demonios.

-¿ Qué es lo escencial?— pregunto.

- Te enseñaré como usar el poder que tiene el nombre de Cristo.

- ¿ Si ?

- ¡¿ Listo ?!

-¡¡ Si !!

Corremos el uno hacia el otro, blande su espada contra mi con furia ,pero con movimientos precisos , es muy buena en combate cuerpo a cuerpo, blandimos nuestras armas chocando una contra otra ,hasta que en un descuido mío me quedo con las manos vacías. Ella me tira la espada y con una de sus piernas golpea las mías provocando que pierda el equilibrio y caiga al suelo.

-¡ Ahhh...!, ¡ Dios !—digo.

- Si , es cierto que eres un completo novato que jamás a peleado con una espada y puede que con ninguna otra arma.

- ¡ Vamos levántate, tenemos mucho que hacer contigo !

- ¡ Si!

Me levanto y volvemos al entrenamiento con la espada, Sandra me derriba una y otra vez, una y otra vez y otra vez sin compacion alguna , llevamos horas en esto , estoy sudando a lo bestia , ella igual, pero por alguna razón se ve preciosa, creo que su cuerpo no me permite concentrarme bien, por eso me machaca ,pero vale la pena que ella me golpee .

Al anochecer regreso a casa ,al día siguiente vuelvo al entrenamiento, y al otro día y al otro , Sandra me enseña las posturas y como controlar mi respiración, me pone a hacer ejercicio para fortalecer mis músculos, los de los brazos, las piernas, el abdomen, siento como poco a poco mi cuerpo se va fortaleciendo. También me enseña como entrar en comunión con Dios, días de ayuno y oración para fortalecer mi espíritu. Luego me enseña como reprender a los demonios.

Pasan seis meses y ya le he cogido la vuelta a la espada, la lanza e incluso el arco , he fortalecido mi cuerpo y mi espíritu por completo...y también mi vínculo con Sandra, también eh conocido más de Aimey , es una chica sensible, pacifista , evita las armas y las peleas solo se dedica a cocinar pues quiere ser chef en la ciudad kōmori, la capital y lugar con más inversiones,    nos hemos vuelto más cercanos los tres.

- Creo que ya estás listo para los exámenes del ejército. Lo que falta lo dominamos cuando estés dentro— me dice Sandra.

- Todo gracias a Dios que te puso en mi camino  Sandra, gracias a ti también.

- No me lo agradescas . Agradecerme logrando tu objetivo, agradece a Dios logrando tu objetivo,siendo el mejor del ejército , rescatando a tu amiga Mairin y sirviendo a Dios por el resto de tu vida.

- Eso hare .

Al día siguiente llego a los exámenes, me uno a una fila de chicos y chicas que esperan su turno para examinar, miro a mi alrededor, son muchos ¿ tanta gente quiere unirse al ejército? .
Puedo notar que los exámenes son muy rudos , claro, nos tienen que probar a ver si vale la pena que entremos.

Llega mi turno , agarro mi espada y me enfrento a un tipo súper alto , tiene una gran espalda y unos brazos con los que puede estrangularme , trago en seco y respiro profundo, recuerdo todo lo que aprendí con Sandra y lo pongo en práctica.

Mi oponente es fuerte, me ataca, sigilosamente escquivo sus ataques esperando el momento exacto para golpearlo , hasta que blando mi espada verticalmente cortándolo en la espalda.

Este me ataca otra vez , detengo su espada con la mía parandola en seco, mientras con la mano derecha sujeto mi arma, con la izquierda agarro otra que llevo a la cintura echándome para atrás y con una en ambas manos corro hacia el cortándolo, haciéndole una gran herida en forma de X en el pecho.

En cuestión de segundos la sangre comienza a brotar de la herida , cae arrodillado en la arena y paso a la segunda prueba, mi siguiente arma es una lanza , mi oponente también es fuerte , tiene una cicatriz en la cara y en sus fuertes brazos, su mirada da miedo , me mira como si fuece un insecto ante el y va a matarme , aplastarme sin compasión.

Dios mío protejeme , estoy en tus manos, que se haga tu voluntad...pero sácame de esta .

DeStInODonde viven las historias. Descúbrelo ahora