Prologo

195 24 0
                                    

En medio de la noche, iluminada por una luna llena, dos adolescentes caminaban por un oscuro y profundo bosque con linternas en mano.

"¿Estas seguro que es por aquí?"

Uno de los jóvenes con una capucha puesta le hablo a su amigo a su lado, quien no dejaba de mirar a su alrededor.

"Muy seguro... Creo..."

El chico con cabello corto, casi calvo, hablo con un poco de duda.

"Por curiosidad, ¿Qué parte del cuerpo buscamos?"

"... No pensé en eso."

El chico de cabello corto, quien era el hijo del Sheriff del pueblo donde vivían, había interceptado una de las conversaciones de su padre por radio sobre que habían encontrado la mitad del cuerpo de una mujer en el bosque, y como toda persona curiosa, el chico invito a su mejor amigo al bosque a intentar buscar la otra parte faltante del cadáver.

"¿Y que pasa si el que la mato sigue por aquí?"

Con una pequeña risa, el chico con la capucha roja hablo un poco divertido.

"Tampoco pensé en eso."

Ante el sarcasmo y diversión de su amigo, chico conocido como Stiles Stilinski se rio levemente.

"Pero no te preocupes, mi padre y los demás oficiales están patrullando el bosque, dudo que un asesino tenga el valor de venir por aquí ahor- ¡Al suelo!"

El tono de voz de Stiles se volvió aun más bajo cuando a la lejanía vio unas luces moverse por los alrededores.

"Hablando del Rey de Roma"

"Deberíamos irnos ahora." Su amigo hablo con un susurro. "Sería malo si nos atrapan, no quiero meterme en más problemas."

"Tienes razón." Stiles asintió. "Bien, corre."

"¡Oye!"

Ambos chicos comenzaron a correr en dirección contraria a las luces, tratando de alejarse lo más que puedan.

"Woof"

Repentinamente un perro salto sobre Stiles, y su amigo, Scott McCall, que se encontraba un poco atrás, reaccionó por instinto y se escondió detrás de un árbol rapidamente.

"Tranquilo muchacho, veamos que atrapaste."

Una voz divertida y mayor traqnuilizo al perro sobre Stiles mientras se alejaba.

Este hombre llevaba un traje de policía, cabello con canas visibles y un rostro arrugado por la edad.

"Vaya, parece que tenemos una bueno presa. ¿Alguna explicación que quieras darme, Stiles?"

"P-papa."

El hombre delante de Stiles no era otro que Noah Stilinski, Sheriff de Beacon Hills y padre de Stiles Stilinski.

"B-bueno, y-yo solo estaban dando un paseo nocturno... Je... Jejejeje."

"¿Paseo nocturno a esta hora de la noche y en medio del bosque? Si, claro... ¿Y donde esta Scott?"

El Sheriff apunto con la linterna a los alrededores en busca del mencionado, quien se encontraba detrás de uno de los arboles escondido.

"¡No esta aquí! Vine solo, ya sabes. El no quería meterse en problemas así que vine solo."

Tratando de cubrir a su amigo escondido, Stiles trato de persuadir a su padre.

"Mmmnh, como tu digas. Pero espero que estés preparado para tu castigo, jovencito."

"Si..."

Asintiendo en resignación, Stiles acepto su cruel destino.

Mientras tanto Scott rezo por el bienestar de su amigo antes su destino oscuro.

'Será mejor que me vaya de aquí.'

Sabiendo que sería descubierto a este paso si continuaba en el bosque, el chico de chaqueta roja decidió irse a casa por hoy.

"Maldición, todo el bosque parece igual de noche."

Scott maldijo su mala suerte cuando se detuvo y del bolsillo de su chaqueta saco un pequeño objeto.

"*Suspiro* Lo necestiba."

El objeto era un inalador, un objeto utilizado por las personas que padecen de asma.

"¿?"

Scott miro las profundidades del bosque delante de el con confusión cuando un mal presentimiento lo invadió.

Instantes después un grupo de alces invadieron su línea de visión mientras corrían hacia el, ignorando su presencia y pasando a su lado como si escaparan de algo.

"¡Whaaa! ¿¡Qué demonios!?"

Gritando por la sopresa, Scott cayo sobre su propio trasero del shock.

"¡Mi inalador!"

Notando la ausencia de su inalador en sus manos, Scott entro en pánico y rápidamente uso su linterna para buscarlo en el suelo del bosque.

"¿Dónde estás...?"

"¡Auuuuu!"

Mientras estaba inmerso en su búsqueda escucho un fuerte aullido, lo que le dio un escalofrío.

"¿Un lobo? No, imposible, no hay lobos en Beacon Hills... Pero..."

El extraño aullido le recordó a Scott el grito de un animal adolorido. Ya había experimentado este sentimiento anteriormente, así que sabia cuando un animal se quejaba por el dolor.

En su curiosidad, Scott se acerco a paso rápido a.dlnde escucho el aullido. Y en ese momento... Lo vio.

"¿Qué... Es eso?"

A decenas de metros de su posición, dos manchas, una negra y una blanca estaban teniendo lo que parecía una pelea entre ellos.

"¿Coyotes? No, son demasiado grandes."

En ese momento, la criatura blanca levanto una de sus patas delanteras y con sus garras le abrió una herida en el pecho a la criatura negra, la cual aullo en dolor.

Pero aun así, a pesar de la herida y el dolor, la bestia negra embisto al blanco con fuerza, mandando su cuerpo a volar y provocando qué cayera por un acantilado al lado de ambos.

Justo en ese momento, la cabeza de la criatura negra se giró hacia donde estaba Scott, quien sintió como su cabello se herizaba y un escalofrío pasaba por su espalda.

'Tengo que salir de aquí.'

El instinto básico de supervivencia de Scott le gritaba qué saliera del lugar lo más rápido posible si quería seguir viviendo.

Sin dudarlo, el chico de capucha roja comenzó a correr en dirección contraria, justo a tiempo para que la bestia negra comenzará a perseguirlo

La persecución no duro mucho cuando la criatura se abalanzó sobre Scott y le termino atrapando con sus fauces llenas de dientes filosos y lo arrastró por el suelo.

"¡Arhg!"

Un grito agudo de dolor escapó de Scott cuando sintió como los dientes de la criatura perforaban su piel y carne, clavandose profundamente en el.

"¡Sueltame!"

Tomando una roca un poco más grande que su puño a su lado, Scott golpeó la cabeza de la criatura con fuerza, provocando que lo soltara y desorientada, por lo que aprovecho para escapar.

"¡Maldita sea! ¿¡Qué diablos era esa cosa!?"

Minutos después, Scott sintió que nadie lo perseguía y se detuvo en medio de la carretera, provocando qué un auto casi lo atropellara.

"Eso estuvo cerca."

Y sin qué el lo supiera, la misma criatura blanca que habia estado peleando contra la negra lo estaba mirando con sus ojos morados entrecerrados, para segundos después darse la vuelta y desaparecer en la oscuridad del bosque.

White Wolf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora