Reavivando las cenizas

Acuerdo de paz

—Entonces...¿Qué tal han sido estos días de trabajo?—preguntó Hizashi con la esperanza de romper el incómodo silencio que se había instalado en aquella mesa.

—Ah...Bien...—respondió Hinata,mientras trataba infructiferamente de probar al menos un bocado de aquella para nada apetecible ensalada que sus parientes habían ordenado.

—¿En serio?—Hiashi arcó una ceja,Hinata asintió y Neji permaneció callado—Mi hija no te ha dado problemas, ¿verdad?

Puta madre.

Observó el momento exacto en el que Neji la miró con una perfecta expresión de maldad y tragó grueso mientras se preparaba para la reprimenda que le venía.

—Hinata-san es algo...despistada...

Bueno,no estaba tan mal.

—Tampoco es muy ágil con los números.

Las cosas como son.

—Oh,además no respeta mi autoridad y su vocabulario es...bueno no es lo que se espera exactamente de una dama de alta cuna.

Ay,que hijo de...

—Ah,¿sí?—su padre ya la estaba observándola con su característica mirada reprobatoria—¿Algo que decir en tu defensa,hija?

Mmm,sí.Neji es una bitch.

No,eso no serviría.

Ya estaba cansada de ese cuento, de Neji,de TODO.

Tenía menos de una semana ahí y ya él se había encargado de correrla.

—Me ha costado un poco aprender.

Corrección, no quería aprender.

—No, realmente ella no quiere aprender—masculló Neji, mientras picaba elegantemente un pedazo de carne y la llevaba a su boca.

—Hinata...

Aquella vena que comenzaba a resaltar en la frente de su padre,le advertía que estaba a punto de perder la paciencia...

Un momento...

Por Dios,ya era una mujer adulta.Debia ser honesta y dejar el miedo de lo que Hiashi pudiese hacer o pensar,lo peor que podía hacer era desheredarla,ya que más daba.Se valdría por su cuenta pero ya no permitiría que él controlarse su vida.

—Padre,siendo sincera no me gusta...

—¡Cállate!—el manotazo que le dió a la mesa llamó la atención de muchas personas e inclusive logró regar las bebidas que habian pedido,el perfecto Neji había dejado sus cubiertos de lado y ahora prestaba suma atención a los movimientos de su padre,podría decirse que se veía asustado.

—Hiashi,tranquilízate—pidió Hisazhi.

—¡Hicimos un trato niña!Dejé que estudiases lo que quisieras con la condición de que luego te hicieses cargo de tus responsabilidades.

—No quiero perder tiempo en algo que no me gusta hacer,padre.

—¡Eso no me importa!Pequeña malagradecida...

—Ya...—intervinó Hisazhi—salgamos a tomar algo de aire ¿sí?

La gente seguía mirando como si fuesen una especie de atracción así que recogió sus cosas y salió corriendo al baño de mujeres lo más rápido que pudo.

No soltarse a llorar, le había costado un labio roto y mucha fuerza de voluntad,pero diez minutos después ya estaba lista para salir de aquel lugar y darle la cara a su padre que a pesar de no ser exactamente cruel era un hombre muy obstinado.Queria que todo saliera como el quería.