Un dulce recuerdo

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—Neji,devuelve mi mantita—Gritaba Hinata mientras corría detrás de él.Sus pequeños piecesitos no le permitían alcanzar a aquel niño un año mayor que practicaba karate y era extremadamente rápido.

—No lo haré—respondió el peli castaño mientras se reía escandalosamente y aumentaba la velocidad con la que se desplazaba.

No era raro ver a Neji y Hinata peleando,así eran.Se querían,luego se golpeaban y luego se volvían a contentar.Sus padres eran primos,lo que los hacía primos segundos.

Hiashi y Hisashi observaban como se dirigían al jardín de la mansión corriendo a toda velocidad mientras gritaban a más no dar.Cada reunión familiar solía volverse un alboroto debido a esos dos,pero no había manera de lidiar con aquellos diablillos;si los separaban,lloraban para que los volvieran a juntar y si los dejaban juntos,hacían desmadres cada que podían.

—¿Acaso nosotros éramos así?—preguntó Hizashi en voz alta mientras que Hiashi sólo tercia los ojos y le hacía un gesto despectivo con su mano.

La familia Hyuga era bien conocida por dos cosas:la primera,la gran fortuna que poseían y la segunda, por los genes tan fuertes que transmitían ,si un niño Hyuga no tenía cabello lacio,piel clara y ojos grisáceos era considerado un bastardo casi automáticamente.

—Neji,por favor...Sabes que amo a mi mantita —gimoteó cuando se sintió demasiado agotada como para seguir persiguiendolo.

—Está bien,tenla—decidió entregársela por las buenas,ya la habia hecho correr lo suficiente.

—Gracias,Neji—Hinata abrazó su linda mantita mientras Neji se recostada tranquilamente en la grama a observar el cielo.

Podria tener más nada seis años,pero era lo suficientemente lista como para reconocer la belleza que poseía,había algo en él que la hipnotizaba,algo que la hacía querer perseguirlo y estar siempre detrás suyo,así fuera malvado aveces.

Decidió recostarse a su lado,imitando su actuar.

—¿Por qué te gusta molestarme?—le preguntó,bueno no es como si ella fuera un angelito.Como le encantaba hacer que Neji perdiera la calma y se enojase hasta que su cara se volvía roja de la rabia.

—No lo sé—le respondió perezosamente mientras se volvía hacia ella—Te ves más linda cuando te enojas—respondió sincero.

Hinata enrojeció como un tomate y oculto su cabeza bajo su mantita,el simplemente rió ,inconsciente del efecto que habían tenido sus palabras.

—¿Estas bien?Estas toda roja—preguntó mientras descubría lentamente su cara y checaba la temperatura de su frente,debo ser menos rudo con ella -pensó.Después de todo Hinata era una niña,ella no tenía la misma capacidad para correr que el y según le había dicho su mamá,las niñas no deberían estar corriendo por los pasillos.

—Sí...—tartamudeó—Neji la ponía demasiado nerviosa ,así que mejor lo ponía nervioso a él
—¿Has besado a alguna niña?—le preguntó curiosa, muy cerca de su cara.Tal vez podía ser tímida pero eso nunca la limitaba.

—No—respondió seco—mientras se apartaba incómodo—Son cosas de adultos,Hinata.

Ella sonrió tímidamente mientras batia sus pestañas,robándole su primer beso en un pestañeo.

—¡¡¡Hinata!!!—gritó él aborchornado, mientras ella se levantaba triunfante.

—Soy tu primer beso ahora—farfulló con felicidad—Eso significa que nos casaremos luego.

—¿Qué?—gritó consternado—Eres muy fea para casarme contigo—el no admitiría frente a ella que era la niña más linda que había visto es sus cortos 7 años de vida y que se sentia alagado por su acción.

—Eres malo—comenzó a lloriquear mientras Neji la perseguía,tratando de consolarla en vano.

Sus padres observaban desde la distancia,ajenos al motivo del llanto de la niña.

—Es una lástima que debas irte tan lejos,esos dos se llevan de "maravilla"—lamentó Hizashi.

—Dejemos que disfruten su tarde,después de todo;probablemente sea la última que disfruten juntos por al menos algunos años.

Reavivando las cenizas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora