╰❥CUMPLEAÑOS NÚMERO VEINTICUATRO

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❥En cada cumpleaños estaré presente, no lo dudes...



Ambos habían decidido pasar ese cumpleaños solo los tres, ordenaron un desayuno a elección del cumpleañero mientras que ella preparaba el de su hijo, quien comenzaba a comer poco a poco alimentos sólidos más que solo formula, para recapitular un poco el año que transcurrió, Atsuki había aprendido a mencionar palabras, la primera fue papá cuando lo vio llegar vestido de héroe, así que a partir de ese momento todo lo que viera de Dynamight él gritaba emocionado un "¡papá!", así que orgulloso el mencionado compró mercancía para su hijo con el rostro de él, tal era un peluche casi del tamaño del menor.

—Cara redonda —colocó la bolsa de papel con el desayuno sobre la mesa—, ya está listo.

—Sí un momento, ya estoy sirviendo lo de Atsuki —sonrió.

Ayudó a preparar la mesa y colocar el desayuno de ambos, sentó al menor en la silla especial donde él almorzaba, con cuidado puso su alimento ni frío ni caliente, justo la temperatura que pudiera digerirlo. Los tres comenzaron a comer, mientras Katsuki aún le contaba sus aventuras en la agencia, Ochako sonreía emocionada, aunque quisiera regresar a trabajar, una parte de ella no quería, pues prefería estar al pendiente de su hijo en todo momento hasta que este pudiera tener al menos cinco años y poder dedicarse sólo por medio turno a su trabajo.

Su teléfono anunciaba una notificación de videollamada de su mejor amigo, suspiró mientras atendía aquel llamado dejando ver a los tres idiotas y la alien, como él los llamaba.

—¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querido bombitas, feliz cumpleaños a ti! —cantaron los cuatro emocionados.

La castaña sonrió enternecida ante la escena, —¡Eres otro año más viejo! —soltó una risa el rubio.

—Por cierto, Bakubro, Mina te tiene una sorpresa.

Arqueó la ceja mientras se detenía la mencionada frente a la cámara con una prueba de embarazo, —¡No solo nosotros vamos a ser tíos, así que di hola tio Katsuki!, al fin Atsuki tendrá alguien con quien jugar.

—¡Ah! —gritó de emoción su esposa mientras casi lo empujaba de la cámara—, ¿de verdad?, ¡que felicidad por ustedes!

—Katsuki siempre decía que quería también ser tío —confesó el pelirrojo—, así que de nada viejo, sabrás que se siente ser tío como nosotros con Atsuki.

—Por cierto, Ochako prestamos a Bakugo mañana para ir al billar y festejar su cumpleaños —pidió Sero.

—Si Kirishima me presta a Mina acepto gustosa —sonrió.

El rubio aún procesaba lo sucedido, —oye, no soy un objeto para trueque.

—¡Concedido! —mencionó la pareja mencionada.

Pasaron la siguiente hora todos en aquella videollamada, cada quien desde su dispositivo, la castaña podía observar la sutil sonrisa que le provocaba a su esposo, ella sabía lo mucho que quería a todos, lo tan agradecido que estaba con ellos por estar a su lado, por decidir ser sus amigos y no abandonarlo en ningún momento. Además que sin duda, cuando fue su caso en que él le dijo a ellos que serían tíos, todos gritaron de emoción y estuvieron siempre al pendiente, incluso hicieron guardía sin que se les pidiera el día del parto, ellos mismos hicieron una bienvenida al pequeño con tanto amor y emoción.

Que saber que dos años después le darían la noticia de que su mejor amigo, quien considera hermano, tendría su primer bebé, aunque fuera inexpresivo, la castaña sabía que quería gritar de emoción, incluso abrazar al pelirrojo estrujandolo diciendo que sería el tío número uno para el futuro bebé.

—Gracias —confesó tranquilo—, a todos.

—Te queremos, viejo, así que disfruta tu día que mañana saldremos los cuatro otra vez —advirtió Denki.

—Felicidades, así que nada de excusas, ninguno —lo miró fijamente por la pantalla Sero.

—Entonces te dejamos Katsuki, pasen un lindo día los tres —sonrió su mejor amigo.

—Portate bien, tu futuro sobrino tiene que conocerte —sonrió con ternura la joven.

—Hasta mañana —terminó la llamada.

—Katsuki —cargó al pequeño—, ¿vamos afuera?

—Sí —se estiró—, no caerá mal caminar.

—Hablando de eso —caminó hasta la puerta trasera para salir al patio—, Atsuki te tiene una sorpresa.

Salió en dirección al donde ella iba, las risas de su pequeño parecía quitarle peso de encima, suspiró emocionado al verlos, sin duda era un buen cumpleaños, un sábado tranquilo entre los tres. La menor puso al niño en el suelo mientras se inclinaba, pues bien tenía entendido que no podía dar muchos pasos a la vez, o sea caminar.

—Katsuki, ¿puedes sentarte y esperarlo?

El mencionado no chistó, se puso en cuclillas estirando sus brazos.

—Atsuki, ve con papá, como practicaste bebé.

—¡Papá! —comenzó a dar pasos lentos sin tener la protección alrededor de su madre.

Aunque admitía que se había asustado por un momento, se sintió feliz de verlo caminar sin problema en dirección a él. Contuvo aquellas lágrimas que desde hace una hora querían salir, estaba orgulloso y feliz de su niño. Llegó a sus brazos dando un salto para aferrarse a él.

—Sí que fue un buen primer obsequio de tu parte —besó su frente.

—Feli cumpleaños —habló observando sus ojos.

Sonrió limpiando sus melancólicas lagrimas, —lo hacen feliz, carajo.

Pasarón aquella tarde entre juegos, risas, recuerdos y sobre todo felices. Ese día los padres de ambos los visitarán, y para su sorpresa la castaña mintió en que no irían sus amigos, todos hicieron una reunión sorpresa en su honor.

¡Feliz cumpleaños Katsuki! [Kacchako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora