╰❥CUMPLEAÑOS NÚMERO VEINTIDÓS

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❥En cada cumpleaños estaré presente, no lo dudes...



Se sentó al lado de su esposa ofreciendo una taza de té, ambos se habían resfriado un poco, incluso le causó malestar en el estómago que al principio culpó el rubio la comida de aquel restaurante pero después los dolores corporales y de cabeza no bajaban, incluso tal situación hizo que la castaña tuviera que haber vomitado varias veces. La mujer rubia veía con precaución a la pareja, su esposo y ella habían visitado a su hijo por su cumpleaños pero parecía que su nuera se encontraba realmente mal.

—Katsuki, ¿no han ido al médico? —tocó la frente de su copia masculina menor.

—A la cara redonda no le gusta mucho el hospital que digamos, y yo no me sentí tan mal como ella.

—Deberían de ir, sobretodo tú porque te enfermas y si tienes fiebre es peligroso, lo sabes —regañó en un tono calmado.

—Lo sé, ¿podrías llevarla por mí?, debo ir a trabajar a la agencia y para mal me toca hacer guardia esta noche.

—Yo la cuidaré, después de todo sus padres no pueden venir pronto —la miró de reojo—. Masaru, cariño. Si quieres puedes regresar al trabajo, estaré cuidando a la carita redonda este día.

La mencionada camino hasta la cama que compartía con su esposo, se tumbó sobre ella aún en pijama mientras que él cerró la puerta de la habitación para cambiar su ropa e ir al trabajo. Sentía su cuerpo cansado, pero toda la vida se había enfrentado a eso, siempre decía para sí mismo que debía dar lo mejor, mientras a su esposa la arropó en la cama con las cobijas como si fuera un bebé que ocultar del invierno.

—La bruja te llevara al médico, así que no trates de convencerla para no ir, yo me revisaré en el consultorio de la agencia —besó su frente.

—De acuerdo —se cubrió aún más—, tengo mucho sueño.

—Descansa, aprovecha tus días de descanso —acarició su cabello—, regresó por la madrugada.

Salió de aquel lugar mientras ella volvió a cerrar sus ojos para volver a dormir un poco, aquel malestar de verdad que comenzaba a ser frustrante, aunque a los mareos o vómitos siempre ha estado acostumbrada debido a su don. Sentía su cuerpo cansado, como si hubiera entrenado sin parar por tres días, como si hubiera estado en guerra sin descanso. Sus ojos comenzaron a cerrarse poco a poco, se sentía igual de mal que cuando llegaba su periodo, fue entonces que se levantó de golpe en la cama, seguramente es eso su malestar.

Tomó su celular para revisar aquella aplicación de su calendario del periodo, pero grande fue su sorpresa cuando al que había un gran retraso de casi dos semanas, se levantó de golpe en dirección al baño de su habitación buscó en su maletín donde había lo necesario para su protección de cada mes y sobre todo esperando utilizar aquellas pruebas de embarazo cada mes, donde la esperanza se caía al llegar aquel sangrado tan común anunciando que no había nada dentro de ella.

Siguió las instrucciones como lo indicaba, mientras esperaba el tiempo que evidentemente parecía una eternidad su corazón se estrujó nuevamente, ¿qué pasaría si todo era producto de su deseo?, es decir, que todo fuera falso. Tomó sus manos mientras se sentaba en el piso, sus pies se movían y las ganas de vomitar la atormentaban. Pensaba en que quizás todo era su imaginación y la enfermedad causó un retraso, porque su esposo también estaba enfermo, no había gran respuesta a ello.

¡Feliz cumpleaños Katsuki! [Kacchako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora