𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑: 𝐀𝐯𝐞

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—Sirius, necesito saber dónde está la chica —Bramo Regulus ya muy frustrado.

—Esta a custodia de Dumbledore, como hace una semana, como hace tres días y como ayer.

El pelinegro casi libero un grito de frustración, no estaba acostumbrado a que las cosas se salieran de sus manos o a no obtener lo que quería; llevaba días interceptando a Sirius en cada ataque de los mortífagos dónde estaba involucrada la orden del fenix y cada vez era la misma respuesta: No.

La rabia burbujeaba en el estómago de Black menor al saber que su hermano no diría nada, nisiquiera Severus era capaz de decirle algo sobre la chica pues decía que Dumbledore no le había confiado aquella información lo cual solo lo frustraba el doble.

Por alguna razón había hecho caso a esa lunática y no fue a cumplir su misión el día que debía; extrañamente ese día se sintió bastante pesado y melancólico pero después se sintió incluso más vivo que nunca y necesitaba, quería, debía tener respuestas del por qué no debió ir ese día por el horrocrux, la muchacha no había dicho gran cosa y si quería saber como es que ella sabia tanto necesitaba al menos cinco minutos a solas con ella entonces usaria su Legeremancia y se adentrará en su psique, hasta el mas intimo de sus recuerdos seria hojeado con cuidado, cada suspiro, cada palabra hasta que supiera que era lo que ocurría.

Su insistencia estaba demasiado ligada a esa necesidad de control, no le gustaba cuando las cosas no salían como quería y algo muy en el fondo le decía que esa bruja, Hermione, pondría todo su mundo de cabeza si desde ahora ya lo tenía colérico.

Se sentía tan impotente e inútil como la vez que intento quitarse la marca tenebrosa y lo único que causo fue una gran herida a lo largo de su antebrazo, odiaba sentir que las cosas se escapaban de sus manos, no era perfecto, no podía controlarlo y eso le provocaba una ansiedad e irritabilidad gigante.

Esa noche  Regulus se sorprendió cuando en su escritorio comenzó a materializarse un trozo de pergamino con bordes irregulares además de que poco a poco aparecían manchas de tinta que iban tomando forma de letras con una caligrafía horrible pero legible, había varias palabras tachadas y varios manchones de tinta lo que delataba que quien fuera que la hubiera escrito o lo hizo rápido o no estaba cuerdo.

Por un momento pensó que era un llamado de Voldemort pero esto no tenía sentido, de ser así habría usado la marca tenebrosa para llamarlo y después pensó que era una trampa así que se aserco desconfiado a leer el contenido.

“Querido Regulus;

Soy yo, Hermione Granger, la chica que te suplicó no fueras a por el horrocrux esa noche.

Quisiera explicarte todo lo que ocurre pero ciertamente no puedo hacerlo aún, he escuchado que has estado preguntando a Sirius por mi y se que quieres respuestas para todo lo que debes estar pensando en este momento; lo entiendo.

Por desgracia no puedo responder a la mayoría de cosas, estos días he estado al cuidado de Dumbledore y a penas he salido de mi habitación, más por decisión propia que por prohibición.

Pero retomando el principal motivo de esta carta resolveré una de tus dudas.

No soy una espía de Voldemort ni una mortífaga ni nada de lo que seguramente ya has pensado, soy un miembro activo de la orden del fenix o bueno, lo era.

El punto es que sé qué hace no mucho descubriste los verdaderos motivos de Voldemort para formar su ejército y para hacerse de tanto poder y conexiones en el mundo mágico principalmente de familias nobles como la tuya; tienes razón.

𝐃𝐞𝐚𝐫 𝐑𝐞𝐠𝐮𝐥𝐮𝐬; 𝐈𝐭'𝐬 𝐦𝐞 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora