𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐: ¿𝐐𝐮é?

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Aquel muchacho no había parado de hablar en francés, era como si estuviera recitando una oración o algún hechizo sin parar pero lo alucinante no era eso sí no el como aquella magia se alimentaba del más puro dolor en el corazón del joven; la castaña a penas y se movió o emitió sonido más allá de su respiración, no tenía su varita y estaba con un desconocido que no sabía si era peligroso o no; pronto escucho unos pasos y de pronto fue como si Hermione hubiera sido transportada a sus recuerdos o más bien como si sus recuerdos tomarán vida.

Se sintió como un tirón en el estómago y un dolor agudo en el lado izquierdo de su cerebro, como si de una aguja afilada perforando sus sesos se tratase.

De pronto ya no era ella en el salón de Grimmauld Place, no, ahora estaba escondida en un gran armario cubriendo la boca de Luna Lovegood mientras veía por una pequeña rendija como Fred Weasley salía de su escondite con su varita frente a él a la par que les hacía una seña de guardar silencio llevando su índice a sus labios y a su vez en la puerta de aquel lugar se escuchaba un golpeteo feroz que hacía parecer la puerta de hule con cada embestida de fuerza siendo descargada en ella, de pronto la piel de Hermione se herizo y el sentimiento abrumador del miedo la carcomía viva al identificar la primera vez que vio morir a un ser querido.

En su cabeza cada aullido, crujido, olor, sabor y textura cobraron vida haciendo que incluso en las yemas de sus dedos desnudos sintiera las lágrimas de Lovegood cuando hace no mucho la había visto morir a manos de Voldemort.

La chica comenzó a respirar con fuerza ya que el recuerdo se reproducía sin permiso en su cabeza, sabía lo que venía y no quería verlo, se tomó con fuerza los extremos de la cabeza y enterró sus uñas en ella con tanta fuerza como le fue posible mientras cerraba con fuerza los ojos e intentaba no gritar; entonces otra vez vio como Fred intentaba mantener la puerta cerrada con su magia pero está no fue suficiente y pronto la puerta voló en pedazos dejando ver a un hombre lobo enloquecido que sin dudarlo se abalanzó sobre el chico pelirrojo, recordó como sentía las lágrimas de Luna manchar su mano y como tuvo que apretarla con fuerza para que no delatara el lugar donde Fred las escondió.

Se sintió asqueada y unas inmensas ganas de vomitar la poseyeron por completo a la vez que sentía sus uñas clavarse en su piel y un líquido caliente recorrer su cabeza.

Aquel día se habían separado del grupo en una expedición por conseguir comida y quedaron solos pero cuando intentaron volver una manada de hombres lobos los interceptó y creyeron burlar a la manada en el bosque prohibido, lo hicieron, menos a uno.

El mismo horror que sintió en aquel momento se la trago viva al recrear como aquel hombre lobo desmembró por completo a Weasley quien hasta el último momento lo mantuvo lejos de aquel armario, recuerda ver cómo la sangre salpicaba de aquí a allá y como los intestinos volaban aún con hileras de vapor caliente saliendo de ellos, sintió una arcada y el sabor ácido llenar su garganta.

Las lágrimas bajaron por sus mejillas mientras se hacía un ovillo y se dejaba caer al suelo cual bebé sin dejar de temblar, sin importar nada más comenzó a murmurar para si misma “Ya basta, ya basta” una y otra y otra vez como un mantra con la esperanza de que este diera resultado y los recuerdos pararan.

Las imágenes eran tan vividas que escuchaba el sonido de los huesos ser triturados en su cabeza, era como estar ahí una vez más y estaba colapsando, la sangre, los gritos, los huesos rotos, las tripas, todo era tan vivido que lo odiaba. Entonces sintió unos brazos rodearla y su primer instinto por mas estupido que fuera fue aferrarse a ellos, deseaba con todas sus fuerzas que aquello fuera una pesadilla mas del montón; deseaba despertar otra vez en su cama dura e incomoda y ver a su alrededor a Harry y Ron riendo mientras hacían de las suyas, deseaba volver al tiempo donde la guerra no era el pan de cada día.
Deseaba la tranquilidad y la monotonía de sus primeros años en Hogwarts, deseaba esa estabilidad.

𝐃𝐞𝐚𝐫 𝐑𝐞𝐠𝐮𝐥𝐮𝐬; 𝐈𝐭'𝐬 𝐦𝐞 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora