•Capítulo 8• •El sentimiento crece•

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(Narra Bruno)

Solamente miraba a la maestra ______, no sabía que más decirle. No podía decirle que mi papá me golpeó hasta cansarse antes de que me quería ir ya a la universidad. El dolor es inmenso, no puedo ocultarlo tanto tiempo, intento de mil maneras de no hacer reacción al moverme, al hacer presión cuando estoy sentado en el banco, o hasta de respirar, el estómago duele por los golpes.

—Estoy bien, maestra.— era lo que pude contestar. Sabía perfectamente que ella no me creía.

—Bruno.— se para de su asiento, cosa que me puso nervioso, no porque se haya parado, si no, por su cercanía, se acercaba hacia mi y mi corazón palpitaba haciendo que sienta dolor.—Puedes confiar en mí, creo que puede haber aunque sea una pizca de confianza para que puedas decirme lo que sea. Si algo te pasa o algo está pasando, yo te puedo ayudar.

Su manera de hablar me aspiraba confianza, me calmaba, me transmitía paz. Pero no quería que ella viera que soy un cobarde, que soy un inútil dejándome por los golpes de mi padre, que descubra que tengo miedo a todo. No quisiera que ella viera eso en mí.

—Maestra, estoy bien. De verdad.

—¿A qué te referías cuando le dijiste a mi hijo que tu papá era muy enojón?— la miro directamente a los ojos, ella esperaba una respuesta de mi parte. Pero no tenía idea de qué decirle, debí imaginar que Héctor le diría.

—Bu-Bueno...— buscaba la mejor manera de explicarle sin tener que decirle la verdad.—Me refería a que él no suele hablar conmigo porque... él piensa que solo puedo hacer varias cosas.— contesté lo primero que se me vino a la mente.

—Entiendo.

Solo veo que se acerca más y más, estaba inmóvil y no sabía que decir o qué hacer, lo único que se me ocurrió fue cerrar los ojos, ¿por qué? Ni yo sé, tal vez esperaba un beso o algo así, algo que obviamente no pasó. Siento cómo sube sin permiso mis mangas y ve los moretones en mis brazos, rápidamente me quito.

—¡¿Por qué hizo eso?! ¡Usted no debió hacer eso!— grité enojado, algo que a ella le sorprendió por mi reacción.

—Bruno, solo quiero ayudarte. Si solo me dijeras que es lo que...— la interrumpo.

—¡No necesito su ayuda! ¡Lo único que hace es fastidiarme con lo mismo! ¡Ya le dije que entreno boxeo! ¡¿Qué más quiere que le diga?!

—Lo único que quiero es ayudarte.

—¡Pues no me ayuda en nada! ¡Usted no se meta en mi vida porque no le interesa!— agarro mi mochila y me voy de ahí sin que ella me dijera algo más. Me voy directo a mi casa pasando a mi habitación, nadie estaba en casa así que podía sacar el enojo que tenía acumulado. Pego con todas mis fuerzas la pared haciendo que mi mano quede de un tono rojo.

Me siento en la cama frustrado, anteriormente ella ya había visto los moretones, pero me molestó que quiera volver a ver lo mismo. Cuando ya me había calmado, me sentí mal por haberle gritado, jamás le había gritado a alguien, menos a la mujer que me gusta. Sí, puedo decir con certeza de que _____ me gusta, es mi maestra, pero ella se a preocupado tanto por mí que siento su cariño hacia mí. Aunque sé perfectamente que lo hace por amabilidad y porque soy su alumno, no por algo más. Pero me da miedo que este sentimiento crezca y crezca a tal grado que no pueda estar sin ella.

No sé cómo podré volver a verla a la cara después de haberle gritado, de haberle mentido otra vez, de haberla dejado sola con la palabra en la boca.

Siento que me hago como mi padre, que todo me enoja y que la manera de sacar la ira es pegándole a la pared, me da miedo ser como él y llegue a pegarle a una mujer.

Vi mi guitarra a un lado, me acerco y la agarro. Empiezo a tocar notas sin sentido haciendo una melodía que me gustó, veo mi libreta y la agarro junto con el lápiz. En un momento como este se me ocurrió más letra para la canción que cantaré en el concurso, recordé a mi maestra, gracias a ella es que pienso en que ponerle a la canción. Más ahora que me siento apenado por todo lo que hice con ella.

"And when you smile
The whole world stops and stares for a while
'Cause girl, you're amazing
Just the way you are
Yeah
Her lips, her lips
I could kiss them all day if she'd let me
Her laugh, her laugh
She hates, but I think it's so sexy
She's so beautiful and I tell her everyday"

Repetía y repetía todas las letras que ya tenía en mi libreta anotada para empezar a ensayarlas, al cantarla me gustaba, sabía que todavía le faltaba por acabar. Pero hasta este punto la letra me gustaba mucho. Dejo mi guitarra y mi libreta en su lugar, lo escondía a la vista de mi padre porque sabía que no le gustaban estas cosas.

La noche llegó y tocaba cena con mis padres en la mesa, es de las partes que más me aterran porque mi padre tiene un orden al comer en la mesa. Comemos, al acabar le debo agradecer la comida, lavo mi plato e irme a la habitación sin decir nada más. Si pasa algo que no le gusta, toca una golpiza con el cinto.

Termino de comer y me levanto.

—Hey, ¿cómo se dice?— me pregunta mi padre viéndome directamente.

—Gracias por la comida, papá. Gracias a ti tenemos con qué comer.— respondí, asiente con la cabeza de que está bien lo que dije y voy a limpiar mi plato.

—¡Eres una estúpida!— gritó mi padre enojado, voy rápido a donde estaban sentados y veo cómo a mi mamá se le cae un vaso con coca y estaba esparcido por el suelo.

—Perdón, perdón... ya lo recojo.— Se agacha para poder limpiar pero mi papá se levanta de su asiento y la agarra del cabello.

—¡Vas a aprender que no puedes desperdiciar nada de alimento!— estaba apunto de pegarle pero me interpongo.

—¡No, papá! ¡No le hagas daño a mi mamá! Prefiero que me pegues a mí.— sabía que me iba a ir muy mal, pero no podía permitir que le pegara a mamá.

—Bien, si eso quieres.— me agarra y me golpea muy fuerte con el cinto, mi mamá solo gritaba y yo intentaba no llorar del dolor pero era imposible. Lágrimas salían sin parar y el dolor incrementaba con cada golpe.

Al terminar de golpearme me mandó a mi habitación, ya no aguantaba más, ya no soportaba más. Lo único que quería era suicidarme... y nunca más vivir.

•La edad no importa• •Bruno Mars Y Tú•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora