𝟎𝟏.

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5 meses después del Levantamiento


Valentine se despertó después de pasar la noche con Freya. El hombre la amaba mucho y disfrutaba el tiempo que pasaba con ella. Nunca había sentido tanto amor por nadie, ni siquiera por su esposa.


Freya fue la única que lo amaba y no lo abandonó ni pensó que era un monstruo. No le importaba el hecho de que Freya tuviera marido. Sabía que la niña estaba con su marido para complacer a su madre y prolongar la línea familia Herondale. Freya no estaba feliz con su marido y sólo con Valentine se sentía libre y feliz.


El hombre miró a Freya, que empezaba a despertar.


- Hola cariño - Dijo Freya con voz adormilada y lo miró con una sonrisa en el rostro.


- Hola, hermosa - La saludó Valentine y acercó su rostro al de Freya. El hombre conectó sus labios con los de la chica. - ¿Cuándo volverá su marido de Idris? - Preguntó al cabo de un rato.


- Leo volverá mañana, así que tenemos algo de tiempo antes de que tenga que regresar al Instituto - Respondió Freya. - Y mi madre empezará a decir que es el mejor momento para tener un bebé - Dijo Freya irritada, y Valentine se metió un mechón de pelo detrás de la oreja. - El problema es que no quiero tener un hijo con Leo, sino contigo.


Entonces la sonrisa de Valentine se hizo más grande porque siempre quiso formar una familia con Freya.


- Siempre quise tener un hijo contigo y criarlo juntos - Confesó Valentine.


- Bueno, hagámoslo - Dijo Freya y colocó su mano en su mejilla. - Nadie tiene por qué saber que el bebé no es Leo.


Valentine luego puso a Freya boca arriba para que estuviera debajo de él y comenzó a besar su cuello. Freya gimió de placer, porque allí había un punto sensible y Valentine sabía cómo complacerla.


Freya sintió que el hombre comenzaba a lamer y morder su pezón derech. La niña gimió fuertemente.


Freya se retorció debajo de él y se sintió cada vez más cachonda.


Luego conectó sus labios con los de Freya, y ella felizmente le devolvió el beso a su amante. Unos minutos más tarde, los amantes se separaron suavemente para respirar.


Valentine se colocó entre sus piernas y ella las abrió aún más para darle aún más acceso a ella. El hombre comenzó a insertar su dedo dentro de ella y a moverlo, y Freya gimió.


Luego insertó otro dedo y comenzó a moverlo cuando notó que Freya estaba muy cerca del orgasmo. El hombre comenzó a meter y sacar los dedos de su coño.


La niña se agarraba a las sábanas con las manos y se sentía cachonda y relajada, alejada de sus deberes como directora del Instituto. Sólo Valentine podía hacerla sentir así, y el sexo con Leo no le proporcionaba eso.

𝐅𝐢𝐫𝐬𝐭 𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐕𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐞 𝐌𝐨𝐫𝐠𝐞𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora