R. O. T. B. A. S. |8|

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Qin Yiqing se sintió un poco incómoda cuando vio a Gu Ning, pero Gu Ning ya la perdonó por lo que había hecho antes. A los ojos de Gu Ning, Qin Yiqing era básicamente una extraña.

-Gu Ning, ¿has desayunado? —preguntó cortésmente la señora Qin.

-Sí, lo he hecho. —dijo Gu Ning.— ¿Has oído alguna noticia de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria?

-Solo ha pasado un día y no hemos sabido nada de ello. ¡Si pudieran ser tan eficientes como tú, esos funcionarios corruptos ya serían atrapados! —dijo Qin Haozheng. No estaba enojado con la Comisión Central de Inspección Disciplinaria, sino que simplemente se quejaba de su eficiencia.

A veces, los funcionarios honrados eran calumniados y castigados por falta de pruebas. Aunque podrían ser liberados y absueltos después de varios años, sufrieron daños mentales.

-Ya se lo informé al gobernador Xiao y él accedió a ayudarme. Todo lo que tenemos que hacer ahora es esperar y el tío Qin será liberado pronto. —dijo Gu Ning.

-¿En realidad? —al escuchar eso, todos se emocionaron.

-Gu Ning, ¿eres amiga del gobernador Xiao? —preguntó la señora Qin con sorpresa. Sabía que Gu Ning tenía conexiones poderosas, pero todavía se sorprendió cuando Gu Ning dijo que Xiao Changchun estaba dispuesto a ayudarla. Después de todo, Gu Ning era una joven.

-Sí, hay una historia entre nosotros. —dijo Gu Ning.

...

A las 9:30 am, poco después de que Zhao Hongwen llegara a su oficina, irrumpió gente de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria.

Zhao Hongwen se quedó estupefacto cuando los vio. Como alto funcionario, los reconoció absolutamente.

-¿Qué están...? —Zhao Hongwen abrió la boca. No entendía por qué irrumpieron de repente en su oficina.

-Zhao Hongwen, has sido denunciado por soborno y corrupción, y también convertiste a alguien en chivo expiatorio por un accidente automovilístico que causaste. Estás bajo investigación ahora. —dijo un miembro del personal de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria.

-¿Qué? —Zhao Hongwen entró en pánico, porque de hecho había hecho todas las cosas anteriores, pero pronto se calmó.— Es una calumnia. ¡Calumnia!

De hecho, ni siquiera Zhao Hongwen creyó en sus propias palabras. Porque una vez que llegó la gente de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria, tuvieron pruebas, lo que preocupó a Zhao Hongwen. Si las pruebas eran suficientes para encarcelarlo o no, dependía del juez. Lo más importante es que había cometido muchos crímenes antes, por lo que ahora estaba asustado.

-Lo sabremos después. —dijo el empleado.

Zhao Hongwen sabía que no podía resistirse, pero no estaba dispuesto a que se lo llevaran así. Tuvo que recurrir al hombre que lo respaldaba en busca de ayuda.

-Disculpe, mi estómago está un poco incómodo y necesito ir al baño por un minuto. —dijo Zhao Hongwen.

-Anda rápido. —el empleado sabía lo que Zhao Hongwen quería hacer, pero no le importaba porque era inútil. Había pruebas sólidas de los crímenes de Zhao Hongwen y Xiao Changchun había dado la orden de abordarlos en serio.

En el momento en que Zhao Hongwen entró al baño, cerró la puerta y sacó su teléfono para marcar un número.

-¿Qué? —sonó una voz masculina tranquila.

-Alguien me ha denunciado y ahora hay gente de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria en mi oficina. ¡Ayúdame! —la voz de Zhao Hongwen temblaba de miedo.

-¿Qué? ¿Te denunciaron? —el hombre al otro lado del teléfono también se sorprendió.— ¿Sabes quién lo hizo?

-No tengo idea. —dijo Zhao Hongwen.

Pensando en la persona que lo denunció, Zhao Hongwen apretó los puños con ira.

-¿Por qué te denunciaron? —preguntó el hombre de nuevo.

-Soborno, corrupción, atropello y fuga, y que he convertido a otra persona en chivo expiatorio por el accidente automovilístico que causé. —dijo Zhao Hongwen.

Sabiendo eso, el hombre guardó silencio.

Después de esperar unos segundos, Zhao Hongwen se puso ansioso y llamó: 

-Secretario...

-Ve con ellos, pero no admitas lo que has hecho. —dijo el hombre.

-Seguro, seguro. —Zhao Hongwen confiaba mucho en él, así que lo escuchó.

Zhao Hongwen no tenía idea de que Xiao Changchun se había hecho cargo de este caso ahora. Con la evidencia que Gu Ning había recopilado, Zhao Hongwen seguramente iría a la cárcel, pero aún necesitaban conocer más detalles, por lo que Xiao Changchun también envió a un grupo de personas para hacer la investigación.

Zhao Hongwen salió del baño más tarde y se fue con la gente de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria. Al salir, otros lo miraron con leve emoción.

No era un secreto que Zhao Hongwen no era un funcionario honesto.