• Capítulo 11|"Oh, nervios"

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Aurora:

En el café:

Al ver el mensaje de Jayden que decía:

"¿Dónde estás mi pequeña espía?"

Una oleada de emociones contradictorias me invadió de manera abrumadora. Por un lado, la familiaridad y el cariño implícito en las palabras de Jayden me causaron una gran emoción y felicidad, reviviendo recuerdos de complicidad y el momento compartido de ayer. Sin embargo, al mismo tiempo, una sensación extraña y caótica se apoderó de mi al reconocer la profundidad de mis sentimientos por Jayden que van más allá de un simple gusto.

La dualidad de mis sentimientos hacia Jayden, esa mezcla de amistad teñida de un matiz desconocido y más profundo, creó un remolino de emociones dentro de mi. La manera en la que se dirigío a mí como "mi pequeña espía" no solo resonaba en el terreno de lo cómplice y lo juguetón, sino que también abría la puerta a un territorio desconocido de posibles sentimientos más profundos y complicados.

La paradójica combinación de felicidad y confusión que experimentaba frente al mensaje de Jayden, reflejaba la complejidad de mis sentimientos hacia él: una semi amistad, pero teñida de destellos de algo más intenso y confuso. La presencia de Jayden en mi vida desataba una maraña de emociones y pensamientos caóticos, creando una turbulencia interna que me llevaba a cuestionarme sobre la verdadera naturaleza de lo que sentía por él.

En medio de este torbellino emocional, la presencia del chico de ojos azules en el café adquiría un matiz diferente, confrontándome con la dualidad de mis sentimientos y con la incertidumbre de lo que el futuro pudiera deparar en esa maraña de emociones encontradas que Jayden había desencadenado con unas simples palabras.

A lo que respondí:

"Pronto estaré en casa. ¿Necesitas algo?"

A lo que no tardó en llegar otro mensaje:

"Si, quiero que me acompañes a un lugar"

Respondí.

"Claro, te acompañaré. En media hora estaré en casa"

Una vez que respondí a Jayden con un mensaje sencillo y directo, indicando que pronto estaría en casa y ofreciéndome a acompañarlo si necesitaba algo, la conversación tomó un giro inesperado cuando Jayden me propuso ir juntos a algún lugar. Mi pronta respuesta, confirmando la disponibilidad y compromiso de encontrarme con él en media hora, generó una expectativa emocionante mientras apagaba mi móvil y lo dejaba en la mesa del café con Marcelo, el chico de ojos azules, quien me observaba con un gesto de curiosidad y duda evidente en sus facciones.

—¿Un compromiso de última hora? Parece emocionante. ¿Algo interesante planeado para esta tarde?— pregunto Marcelo, algo intrigado.

Tú: *Sonriendo con complicidad* —Parece que sí, una pequeña aventura inesperada. La emoción de lo desconocido siempre agrega un poco de picante a la vida, ¿no crees?— dije, sonriendo con complicidad.

—Totalmente de acuerdo— respondió, con una sonrisa cómplice. —La vida está llena de sorpresas y giros inesperados.

La conversación entre Marcelo y yo se vuelve una danza de palabras y gestos, revelando aspectos íntimos y apasionados sobre vida, generando una conexión única entre nosotros. Los intercambios de risas, anécdotas y visiones de mundo se suceden de manera fluida y animada, creando un lazo especial que trasciende el café en el que nos encontrábamos.

Después de una tarde llena de charlas interesantes y momentos compartidos, llega el momento de despedirse. Marcelo se despide con una sonrisa cálida y un gesto de complicidad, deseándote suerte en mi próxima aventura. Mientras camine hacia mi casa, agradecida por haber conocido a un nuevo amigo en Marcelo y emocionado por descubrir qué secreto guardaba Jayden para mi, sientia un torrente de emociones positivas que hacen que mi paso sea ligero y mi corazón se llene de expectativas.

ConeXiones IneXplicables [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora