"Sipnosis"

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Meses después.

(Contando en tercera persona).

El tiempo se convirtió en un bálsamo que lentamente sanaba las heridas de Aurora. Las sesiones de terapia, las pastillas y el apoyo de sus doctores fueron la brújula que la guiaron de regreso a la realidad.

La luz blanca que la había mantenido cautiva se desvaneció, dejando paso a la claridad y el recuerdo.

El accidente, la muerte de sus padres y hermana, la tragedia que había marcado su vida, volvió a tomar forma en su mente, sin la distorsión de su enfermedad.

Su casa, ahora silenciosa y vacía, le trajo recuerdos de risas, cenas familiares y momentos de alegría. Se reencontró con sus amigos, quienes la recibieron con los brazos abiertos,  con la misma complicidad que siempre habían tenido. La vida,  aunque llena de tristeza por la  pérdida, comenzó a retomar un  ritmo más  natural.

Pero, en un rincón de su mente, un  recuerdo persistente se resistía a  desaparecer. Jayden Morris, el chico  de sus sueños, el amor de su mente.

Su imagen se había vuelto más débil,  un recuerdo borroso pero  persistente. 

En ocasiones, lo veía en la esquina  de su ojo, escuchaba su voz  susurrando  su nombre en el silencio de la noche. 

La realidad de su enfermedad  la  obligó a aceptar que Jayden era una  construcción de su mente, un  producto de su deseo de amor y  compañía en medio de la tristeza.  Pero aún así, conservaba un pedacito  de él, un  fragmento de su amor  imaginario que se había convertido  en una parte de su historia.

Aurora sabía que no podría  recuperar a Jayden, pero lo  guardaba  en un rincón de su corazón, como un  tesoro de un amor que nunca existió. 

Y aún así, en las noches más frías,  cuando la soledad se apoderaba de  ella, podía imaginar que Jayden  estaba a su lado, sonriéndole y  susurrando: 

—Mi pequeña espía.

ConeXiones IneXplicables [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora