Corazón de ciruela dulce.

1. Alfa taciturno.

Así como el sale por todas las mañanas de esa manera fue imposible que los niños no crecieran y se convirtieran un adultos útiles para la aldea. Todos en general esperaban con ansias cada noche de casería para saber que parejas se formaban en la aldea de los lobos Trenton del bosque del sur.

Los omegas seleccinados eran llevados a una fogata donde hacían danzas frente a los alfas que disponibles en cada temporada, siempre había alfas y omegas de los distintas aldeas más pequeñas que participaban y aquello se volvía una fiesta.

Esa temporada era especial, por qué el hijo del jefe de la aldea estaba buscando un Omega para tomar el control de la aldea.

Había una tensión en general entre todos, algunos sabían que el Omega elegido tendría que tener algo muy especial para llamar su atención, se sabia del carácter serio y un poco huraño del alfa. Jamás se le había conocido alguna relación al alfa ni tampoco ningún tipo de mal trato. Se creía a nivel local que el sería un alfa que llevaría a la aldea a una mejor seguridad. Como si fuera ya el jefe de la aldea cuando caminaba se sentía como su aura era respetada, el jefe Jihon estaba más que orgulloso de su hijo pues tenía el temple que se necesitaba para tener ser el próximo líder, gracias a eso el podía dejar el mando de manera tranquila.

El joven Jeon de veinticinco años era un alfa alto y fornido pues solía practicar lucha cuerpo a cuerpo con los miembros de la guardia, desde muy joven fue entrenado en varias artes marciales.

Su carácter solía dar miedo pero era muy obediente a los mandatos de su padre y también buscaba el bien de la aldea.

Aunque el sabía que podía asumir el mando de la aldea sin tener que tener un Omega, entendía que el tener uno crearía una especie credibilidad ante la comunidad. Aún así quiso hablar con su padre acerca del asunto.

Había anunciado ya que asistiria pero al momento entre más lo pensaba menos creía que pudiera encontrar algún Omega interesante al cual perseguir. Mentiría si no admitiera que el asunto de perseguir a una persona entre el bosque se le hacia algo poco civilizado.

Aún así cuando le expuso a su padre que eso se pospusiera su padre solo le dio risa, el viejo admitió que es algo que todos pasan pero que el correr bajo la luna llena de tras de un Omega era la experiencia más emocionante que se podía experimentar.

Jungkook acepto sus palabras y salió de la chosa de sus padres rumbo a la nada, la noche y el eran buenos aliados. Jungkook siempre caminaba como si estuviera guiado por algo entre el bosque pero al final de todo no encontraba nada, la sensación de haber perdido algo siempre estaba presente.

El chaman le había dicho que podía ser que en su vida pasada hubiera estado marcada con una tragedia. Jungkook acepto sus palabras pues no había motivos para experimentar algo de ese tipo, pero de alguna manera eso había desarrollado su personalidad a una persona más seria y reservada.

Confiaría en que esa noche todo saldría bien y el mismo decidiría si correria o no en el momento correcto. No estaría detrás de nadie que no fuese bueno para la aldea, pero buen, eso no lo podría saber si el método anticuado siempre sería el correr detrás de alguien desconocido.

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