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Cris miraba atento hacia la nada.

Ahora mismo estaba caminando por la 16ta cuadra lejana de la jaus de Damián, pensando seriamente si saltar de un puente era la mejor idea para que así la gente lo dejara de lastimar... A no ser que se encontrara con un zombi ahogado y que este lo pinche con su tridente cada que se desmayaba (mucho maincra).

-Órale cabrón, dame todo lo que traigas pinche pendejo o si no- ... ¿Pasa algo? -El cholo le dio una mirada de pena, ya se sintió mal por asaltar a un depresivo-

-... Sí, si me pasa algo. Me siento como una carga para el mundo completo, siento que la gente no progresa por mi culpa, que si ahora mismo mis padres me dicen que se divorciarán no me sorprendería, porque ya los aguanté tantas madrugadas gritando y culpándole de cosas que yo ni al caso. La gente solo me lastima y a veces pienso en matarme, ya sea rajándome el cuello o intoxicándome con todas las pastillas que se encuentran en mi casa... ¿Por qué soy yo el que tiene que pagar los platos rotos, ladrón? No es mi culpa de que la gente me trate como quiere ni tampoco lo es por como soy, es que simple y sencillamente les caigo mal y sé que en el fondo, todo y todos están conmigo por interés, ya sea sexual, por lástima o porque me ven como un objeto de burla...

-... Ay, lo siento amigo. -El ladrón sacó de su mochila 2 panes mixtos y le dio uno al pecoso- Si quieres, podemos sentarnos en la banqueta y hablar de tus problemas, y de paso te cuento los míos porque al chile yo también ando tristón.

-Le jalo. -Los 2 nuevos amigos se sentaron y el pecoso inició hablando de sus problemas de veinteañeros depres: Uno ratero y otro posible autista-

...

Paul miraba atento a su celular, revisaba todas las conversaciones que alguna vez tuvo con Cris.

Se sentía culpable, ni cuenta se había dado que a la persona que golpeó era justamente por la cual había iniciado la pelea, y ahora por ser un puto agresivo que no se sabe controlar se volvería a quedar solo, perdiendo al único ser humano que entendía como se sentía sin burlarse de él.

-Disculpe, ¿Es suyo? -Preguntó un médico mientras sostenía el zapato rosita fresita del colorado, a lo cual este asintió- Lo encontramos metido en la raja de Ben, nos costó un poquito sacarlo. Debería ser futbolista, señor.

-Gracias... -El médico se retiró, dejándolo sentado en una banqueta toda sucia y maloliente mientras se llevaban al del coma al hospital para ponerle múltiples yesos por sus huesos rotos-

-Hola, ¿Tú eres el muchacho que casi mata a mi hijo? -El colorado le asintió sin mucho interés al político que estaba en frente de él- No te culpo, es un pendejo presumido, su madre lo educó así. -El mayor de los 2 se sentó al lado del pelirrojo- ¿Cómo te llamas compañero?

-Paul... -Casi se le rompe la voz al decir su propio nombre... ''Decir'' suena como Cris-

-Okey Paul, porque yo si tengo humanidad no levantaré cargos ni nada por el estilo porque al fin y al cabo le cerraste el hocico, felicidades. -El hombre se levantó, listo para irse en su carrazo negro con toques dorados- Toma, si tienes algún pleito me puedes llamar, me caíste re bien. 

El colorado alzó la vista del chat, topándose con una tarjeta de presentación del político que tenía en frente. La agarró con curiosidad, agradeciéndole y despidiéndose de su mayor con un apretón de manos. Al ver como se iba, devolvió su vista a su teléfono y decidió mandarle un mensaje pidiéndole disculpas... Bueno no, no solo uno, un chingo de ellos.

Las lágrimas empezaban a recorrer sus mejillas, sabía que se veía como una perra desesperada pidiendo perdón por haberlo lastimado sin querer, pero ya que vergas, si Cris se iba de su vida también que se llevara la poca dignidad y reputación que le quedaba.

-Oye Paul ¿Estás bien? -Miguel le hizo compañía a su compadre, y aprovechando, leía sus disculpas- Ay, pensé que a ti te rogaban, no que tú rogabas.

-¿Alguna vez sentiste un vacío en el pecho porque alguien no te contestaba los mensajes? -Preguntó a su amigo con la voz destrozada, ya se quería a poner a chillar de lo más alto y maldecir a todos los dioses que conocía por haberlo hecho tan menso-

-Claro, con Vladimir.

-No pendejo, no me refiero a una amistad, me refiero a un enamoramiento.

-Sí, por eso. -Despegó la vista de su teléfono y miró con sorpresa a su amigo- Te voy a romper las piernas si le dices a alguien cabrón, esto se queda entre tú, yo y ese trozo de caca de allí. -Señaló un excremento de perro a unos metros lejanos del dúo-

...

Después de llegar a su casa vio como su padre se tomaba una pilsener con limón y sal en un sofá del año del A.C. Este, al ver a su hijo llegar, apagó la televisión y le hizo señas para que se sentara a su lado.

-Oye, tu mamá y yo nos vamos a separar. -El peliazul se sorprendió (contradiciendo lo que dijo en su charla con el cholo) y demostró su sorpresa con la cara que puso- Ya sabes, por todos los años de maltrato que tu madre y yo nos hicimos, incluyéndote a ti y a tu herma-

-¿O sea que por fin me podré mudar? -No pudo evitar sonreír por la reciente noticia, al fin se iría a vivir bajo de un puente y cazaría ratas para comer con frijoles vencidos, ñami-

-Jaja ¿Quién te dijo eso? -Cris fue el verdadero ''se te borró la sonrisa''- No. La custodia será compartida, 1 semana con tu mamá y otra conmigo, ¿A poco no te gustaría pasar tiempo con tu papá? -Acarició su espalda, dándose cuenta de que el pecoso estaba tenso y tenía la mayor cara de culo del mundo-

-... -El de lentes se levantó del sofá y se dirigió a su pinche cuarto de cagada porque la poca fe que tenía para ser un adulto independiente en un departamento igual de pequeño que un cartón se le esfumó- Pinches pendejos de mierda los odio a todos ojala se mueran y que le dé herpes a todo el mundo. -Habló para sí mismo y se acostó en su cama, durmiéndose al instante-

~Batido de fresa~ (Cris x Paul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora