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Jeongyeon y Nayeon caminaban por las calles de aquel pueblo tomados de la mano mientras eran custodiadas por algunos alfas.

Taehyung no la perdió de vista en ningún momento, Jungkook se acercó a él para darle su parte del dinero.

- ¿Quién es ella?

- ¿Cuál de las dos?

- La rubia...

- Es Cielo... La omega más hermosa de todo Corea del Sur... Cada semana los lunes y viernes sale junto a Bunny a pasear y cómo vez todos los alfas salen a verlas ...

- Entiendo porque sus maridos envian a esos alfas a cuidarlas ...

- Ellas no tiene marido... Son sus guardaespaldas... Nadie puede acercarse a menos de un metro de ellas sin pagar...

- Ella tiene que conocerme...

- Tendrás que formarte... La duquesa hace una lotería diaria para ver qué alfas son los afortunados para pasar tiempo de calidad con ella...

- ¿La duquesa?

- Si, la dueña del burdel The Placer Palace...

- ¿Qué? ¿Son prostitutas?

- Así es...

- La vida si que nos da sorpresas... Ella es la indicada...

- ¿Qué dices?.... Llevas mucho tiempo viviendo sólo en esa granja Tae ...

- Si eso creo...

- Anda, vamos a comer...- Jungkook entró a la tienda.

Taehyung quedó ahí admirando un poco más a aquella hermosa omega que había llamado su atención por completo.



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JEONGYEON y Nayeon llegaron al burdel y todos las omegas las recibieron con miradas de asco, la odiaban y la envidiaban, desde que esa omega llegó todos los clientes se olvidaron de ellas.

Es cierto que Jeongyeon llamaba demasiado la atención y gracias a eso aquel lugar mejoró muchísimo, los clientes aumentaron y la duquesa comenzó a darles una mejor vida.

La pequeña omega rubia ignoró por completo a todos los que se encontraban en la sala principal, se despidió de Nayeon, subió a su recamara, cerró la puerta con llave y buscó debajo de su cama una de las botellas de whisky que tenía escondidas.

Varías veces salía de contrabando y robaba un par del pequeño bar que había en el piso inferior. Últimamente necesitaba alcohol para poder olvidar sus penas y seguir con el trabajo como si nada.

Jeongyeon tomó el primer trago, hizo un par de gestos cuándo el líquido amargo pasó por su garganta pero no le tomó mucha importancia, ese fue el principio de fin.

Aquella pequeña omega se embriagó hasta quedar medio inconsciente, se desvistió y se puso un simple camisón, se sentó a los pies de la cama y se dispuso a seguir tomando, salir a dar esos estúpidos paseos le afectaba mucho, ella solo salía para complacer a Nayeon, verla sonreír al caminar por aquellas calles la hacía sentir bien.

Pero le recordaba lo miserable que era su vida, todos ahí afuera tenían una familia, una vida, trabajaban en algo decente y luego regresaban a casa dónde eran recibidas por personas que los amaban, algo que ella nunca podría tener.

Comenzaron a tocar la puerta de su habitación con desesperación.

- ¡Ya pagué! ¡Déjame entrar!

AMOR REDENTOR (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora