Invisible [vhope/hopev]

Capítulo 20

Capítulo final 

Cinco años después.

Pequeñas pisadas de colores se extendían por gran parte de la estancia, manchando el perfecto piso de madera de su recién comprada casa. Hyo Jin dejó las bolsas que sostenía sobre el mueble de la entrada y cerró la puerta principal. Estaba más que furiosa y sabía perfectamente quien pagaría por ese pequeño — gran — desastre.

Caminó esquivando la pintura fresca hasta seguir el rastro que claramente continuaba hasta la primera habitación. Cuando finalmente llegó a su destino, la imagen que se mostraba ante sus retinas la hizo pegar una enorme carcajada, olvidando así, el enojo que la había llevado hasta el mismo lugar.

— ¿Quieres dejar de reírte? — Jungkook comentó — Ayúdame.

El mencionado trataba inútilmente de limpiar la pintura que había manchado su camisa, la misma que se encontraba regada directamente del bote de pintura en el suelo y la que estaba claramente aun, sobre los pies descalzos del niño de dos años frente a él.

— Por Dios, Jungkook, solo me fui por una hora ¿Cómo terminaste así? — respondió Hyo Jin tomando al pequeño Jae Sung entre sus brazos quien había sido claramente el responsable de las pisadas de colores de la estancia.

— Te juro que solo me distraje por un segundo.

— ¿De verdad? Ya viste como está la estancia — dijo retomando el tema que la había llevado hasta el cuarto de su hijo.

— Lo limpiaré, tranquila. Además, es pintura de agua.

— Más te vale, y espero que no quede ninguna marca, porque se supone que el adulto aquí eres tú y no este hermoso hombrecito — comentó besando la mejilla del pequeño niño.

— Ya te dije que yo me encargaré de eso.

— Eso espero, porque aún faltan demasiadas cajas por desempacar.

— Que sí, mejor dame un beso señora de Jeon — comentó acercándose a ella para rodear tanto a Hyo Jin como a su hijo.

— Aun sigues con eso ¿he? — dijo Hyo Jin con ironía.

— Jamás me cansaré de repetirlo, hasta que estemos realmente casados.

— Tonto...

Hyo Jin terminó de cerrar el espacio entre ellos y dejándose llevar, lo besó con gusto, mientras que el pequeño Jae Sung movía sus pequeñas manitas, totalmente inquieto entre sus brazos.

* * *

Tae se encontraba con los pies levantados. Girar la silla era algo que lo había mantenido entretenido por los últimos tres minutos, su rostro reflejaba aburrimiento. Vistiendo un suéter color rojo y un par pantalones color caqui, lucia bastante normal para cualquiera, pero para Hoseok esa era la imagen más sexy del planeta. Quiso asustarlo y con sigilo se acercó a él por la espalda.

— ¡Boo! — dijo en su oído.

Taehyung se giró sonriéndole, por supuesto que no se había asustado en lo más mínimo.

— Creí que te asustarías — expresó Hobi con decepción.

— Y yo que solo tardarías diez minutos — respondió Tae con un semblante tranquilo.

— Lo siento cariño, pero...

— Lo sé... — dijo interrumpiéndolo — Nos vamos ya, tengo hambre.