Episodio 2

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Pov's Candela:

Una vez más estaba llegando tarde al trabajo porque Agus me avisó a último momento que no me iba a poder llevar.

Entré casi corriendo al restaurante. Ese día me tocaba el turno de noche.

—¿Otra vez tarde Candela? —escuché decir a Martina, la dueña del lugar— ¿Que pasó?

—Perdón, tuve un problema.

—Bueno, anda a avisarle a Abi que ya se puede ir —asentí y la busque.

—Hola Abi, dijo Martu que ya te podés ir.

—Buenisimo, nos vemos —me saludo y fue a buscar sus cosas.

Todavía no había tanta gente. Recién eran las 19:00 y la gente empieza a llegar después de las 20:00 generalmente.

Estaba hablando con Sebastián, él se encargaba de la caja. Cómo no había tanta gente y ya tomé los pedidos tenía tiempo libre hasta que venga gente.

—¿Me estás escuchando? —paso una mano frente a mi cara y lo miré.

—¿Cómo? Perdón estaba —hize una seña con las manos— nada ¿Qué paso?

—¿Cande vos estás bien? —lo mire por unos segundos.

Estaba tan acostumbrada a que me digan Candela que cuando me dijo Cande me tomó por sorpresa.

—Eh si, todo bien —sonrei— llegó gente, ya vengo.

Caminé hacia la mesa y les entregué la carta. Al pasar el tiempo empezó a llegar más gente.

Sebastián me hablaba pero no podía escucharlo, estaba mal. No sabía nada de Agus hace dos días. Fui a su casa pero no estaba. Cada vez que hacía eso me desesperaba.

Esos dos días la había pasado muy mal. Lloraba todo el día, le mandaba mensajes, los llamaba y no contestaba.

Hasta le había mandado mensaje a Emilio. Una vez lo hize y Agus se enojó muchísimo, no me hablo por una semana maso menos. Esperaba que esa vez no se enoje, no podría estar tanto tiempo sin él.

—Agustín —lleve mi vista hacía Sebastián.

—¿Qué? —le pregunté confundida.

—No me estabas escuchando —afirmó.

—Perdón Sebas.

—No pasa nada —hizo una pausa y miró sobre mis hombros— me parece que tenés visitas.

Fruncí el ceño y me di vuelta. Por la puerta entraron los amigos de Agus seguidos de él. Fui hacia él y lo abracé con fuerza.

—¡Amor! Te extrañe mucho.

—Para nena —dijo corriéndome— ¿Qué hacés?

—Te estoy abrazando, hace dos días no sé nada de vos y estaba re preocupada —intente abrazarlo de nuevo pero me frenó.

—No me abraces, cálmate un poco —dijo enojado y miró la mesa donde se sentaron los amigos— después vamos a hablar. Ahora no me jodas que estoy con mis amigos —no me dejó responder porque se fue a sentar.

—¿Y esa carucha? —dijo Sebastián cuando me acerque a buscar las cartas— ¿Qué pasó?

—Nada.

No era mi intención dejar de hablarle o responderle mal, pero menos quería que Agus se enoje conmigo.

—¡Eh! ¿Cómo andás? Hace banda no te veo —dijo Emilio y los amigos le dieron la razón.

Episodios | Agustin Lain.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora