Amelie y Pato eran amigos, buenos amigos, los mejores de hecho. Siempre estaban el uno para el otro, eran la dupla perfecta, decía cualquiera que los veía.
Tenían la parte romántica, amorosa y enamoradiza de Amelie.
Y la parte salvaje, impulsiva e...
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2015, sixteen years old (Monterrey, México)
Si Amelie pudiera ponerle una canción a su vida sería cualquiera que hablase de amor, no entendía por qué, pero realmente sentía que vivía de amor. Trataba de romantizar cada cosa linda que le pasaba, cuando le salía lindo su peinado, cuando iba a la playa, incluso cuando Antonio la mordía y le dejaba la marca de sus dientes. Amaba el sol, la comida, la lluvia, la música, amaba a sus padres, a su hermano, a sus amigos.
Amaba a Pato.
Y también a Elba, por igual, claro.
Pero últimamente los mencionados se comportaban de manera extraña, como si hubiera algo que le escondieran, y eso no le gustaba para nada. Le angustiaba un poco el pensar que sus mejores amigos la excluyeran de lo que parecía ser un jugoso secreto. Y para colmo, había recibido un mensaje estúpidamente confuso de parte de Pato, el cual decía que tenía algo muy importante que decirle.
En ese momento se estaba arreglando para ir, literalmente, a la casa de al lado a hacer nada, como siempre. Tomó una bolsa grande donde guardó su celular, sus llaves, y unas galletas que había hecho hace un par de horas, estaba incursionando en los postres por el estrés que le causaban los O'ward últimamente.
Cuando llegó saludó a sus otros mejores amigos, los padres de sus amigos, obviamente, y subió sin mucha prisa a la habitación de su castaño favorito.
Amelie iba con calma, con buen humor, de verdad que sí. Pero eso desapareció cuando vió a una rubia, muy linda debía de admitir, recostada en la cama de su mejor amigo, junto a él, abrazados, riéndose de cualquier estupidez que estuvieran viendo en la televisión.
─Oh... No sabía que iba a venir alguien más... Hola.─ Saludó por lo bajo, sintiéndose incomoda por la mirada confusa que la rubia linda le estaba dando.
─Hola Amelie, ella es Rosita, va en nuestro colegio y... Es mi novia ahora. ─ Okey, dejando de lado el hecho de que le había dicho ''Amelie'' y no ''Mimi'' como solía hacerlo desde hace años, ¿Es qué momento Pato consiguió una novia?
─Mmm, bueno, me voy con Elba, chao Rosita, eres muy bonita. ─Salió disparada, en ese preciso instante no estaba enamorada de la vida.
In-co-mo-do.
Algo en su estómago se revolvió, como un bicho, no sabía muy bien qué era pero de todas formas.
Al llegar con Elba, le ofreció las galletas que había hecho mientras la mayor escogía un DVD de alguna película de las princesas de Disney que realmente no iban a ver, era para tener un ruido de fondo mientras conversaban.
Inmediatamente estuvieron cómodas en la cama de Elba con el tupper de galletas en sus piernas, Amelie soltó la sopa.
─¿Cuándo fué que Patricio consiguió novia? No entiendo nada. ─Dijo y abrió el tupper.
