Capítulo 07

1.4K 144 15
                                    

Después de haber pasado el resto de la tarde afuera para disfrutar de las calles de Hawái, la noche había caído sobre la ciudad y el cielo estrellado relucía desde el balcón de la habitación donde se encontraba la pareja preparándose para cenar.

—Tengo que tomarle una foto al cielo, se ve tan irreal esto. —Sacó su celular, abriendo directamente la cámara mientras apuntaba al cielo, sonriendo en el proceso.

Rebecca soltó una carcajada ante su reacción y asintió, aún pasmado por la forma tan espectacular que la noche les estaba brindando

—Sí, luce demasiado hermoso para ser real. Si no estuviéramos viviéndolo en este momento, fácilmente podría decir que está editado.

La pelinegra asintió estando de acuerdo, comprobando las fotos que había tomado antes de volver a guardar su celular, ahora enfocando su atención en la deliciosa cena que se encontraba frente suyo junto con una botella de vino que ella misma se había encargado de comprar antes de volver al hotel.

—Esto luce mucho mejor que los restaurantes. —Mencionó, halagando el cocinar de su novia mientras ella se había encargado solo de colocar un poco de música y asegurarse de las copas para el vino.

Becky negó divertida. —No es cierto, hay comidas mejores.

—Deja de negarte a mis halagos, todo lo que haces te esmeras a hacerlo espectacular, no conozco una cosa que no hagas bien.

Rebecca sintió un leve rubor sobre su rostro, aclarando su garganta y agradeciendo que estuvieran en el balcón para poder tomar aire. —Basta de halagos, ya cerró la hora de los halagos para el cocinero, es momento de comer.

Freen rio divertida, pero asintió ante su comentario. Se dispusieron a comer, aunque la atmósfera se sentía un tanto incómoda ¿Qué era lo que había cambiado para que se sintiera de esa manera? No era alguien precisamente que se andaba con rodeos, así que dispuesto a conseguir una respuesta bebió de su copa y soltó la pregunta.

—¿Qué es lo que ocurre? Pareces incómoda y un poco nerviosa...—Cuestionó, tratando de leer sus expresiones.

Becky tosió su bebida, sorprendida por la pregunta. —¿Uh? No, no es nada.

—Suéltalo, sé que quieres decirme algo.

La menor dudó un segundo, sabía que tendría que decírselo, pero no podía dejar sus nervios a un lado. —Sabes que siempre quiero tu felicidad, ¿Verdad?

—Por supuesto, así como yo la tuya. —Sonrió, tomando la mano de su novia sobre la mesa.

—¿Y recuerdas qué te dije sobre mi retiro? Lo habíamos hablado hace tiempo.

Lo pensó un momento antes de asentir, recordándolo. —Sí, lo harías en tu onceavo aniversario si mal no recuerdo, que sería en diciembre del próximo año. Inclusive cuando vimos a Gap por última vez fue porque te quería contactar para confirmar tu última pelea, ¿Qué pasa con ello?

Tragó en seco. —¿También te acuerdas de que te dije que me ausentaré en las próximas semanas? En cuanto este fin de semana se termine me iré, pero eso ya lo sabías.

—¿Qué es lo que pasa, Becky? Me estás haciendo sentir nerviosa. —Frunció el ceño en su dirección.

—Antes de decirte sobre eso, yo fui con Gap para hablar de nueva manera sobre mi retiro. —Bajó la mirada y con un apretón al agarre entre sus manos, lo soltó. —Adelanté mi retiro para este año, por ello me ausentaré las siguientes semanas para poder afinar todos los detalles.

Freen soltó el agarre de sus manos, mirándola sin realmente enfocarla ya que se sentía perdida. ¿Estaba escuchando bien? No estaba emocionad, estaba desorientada y desconcertada por sus palabras, esperaba que lo que había escuchado estuviera mal.

—¿De qué estás hablando?

—Lo estuve pensando desde hace tiempo y, Freen, he trabajado duro todos estos años y te diré lo que le dije a Gap cuando lo fui a ver. Pasé la mitad de mi carrera anhelando los gritos y los regalos de las personas porque de esa manera me hacían sentir importante, sentía su amor y respeto cada que coreaban mi nombre antes del inicio de una pelea, cada grito de emoción cuando levantaba los cinturones o cuando recibía un reconocimiento por mi historial en las peleas.

>>Me sentía querida que cuando terminaba una pelea e iba al camerino lo veía lleno de flores, regalos, peluches, todo lo que te imaginas; pero cuando te conocí, cuando me pediste que te enseñara a defenderte fue la misma emoción que sentí cuando recién iniciaba mis primeras peleas. Estaba nerviosa, me cuestionaba si lo estaba haciendo bien, si realmente te estaba ayudando, estaba ansiosa por tener el siguiente entrenamiento porque me ponía feliz verte y ver tu dedicación en cada golpe, en cada mirada de concentración que ofrecías. Me di cuenta de que tú provocas las mismas emociones que tengo cuando estoy arriba de un ring, y no son sentimientos negativos porque nunca me subí a un ring con el afán de lastimar a mis contrincantes ni nada, sino aquellos sentimientos de poder disfrutar el momento.

—Comprendí que subir a un ring ya no me provoca la misma emoción que el saber que podré verte después de días sin saber de ti, o la emoción de saber que al despertar estarás a mi lado, porque todo lo que veo eres tú, solo puedo pensar en ti y no quiero nada si no eres tú, solo tú.

Freen seguía con su mirada puesta en ella, sus ojos tenían un ligero brillo por las lágrimas acumuladas mientras sentía como su corazón bombeaba contra su pecho, sentía sus latidos retumbar en sus oídos, sus manos comenzaron a sudar y sintió una presión sobre sus hombros. Parpadeó un par de veces, sin querer que las lágrimas salieran para no alertar a la chica que tenía frente a ella, pero fue demasiado tarde, Becky ya se había levantado de su asiento y había tomado su rostro entre sus manos mientras la miraba con una expresión melancólica.

—¿Estás haciendo esto por mí? ¿Estás dejando todo por mí? —No quería escuchar una respuesta, sabía que si era una afirmación no podría perdonarse a ella misma, ¿Cómo podría hacerlo? Sentía que le estaba arrebatando una parte importante.

—No, amor. No lo tomes como algo negativo, a lo que me refiero es que ya di mis mejores años entrenando y preparándome para cada contrincante, dando lo mejor de mí en cada pelea. Ahora te quiero dar los mejores años que me restan para adorarte y pensar en un nosotras, un futuro en el cual ya no sientas miedo de lo que puedan decir, un futuro al cual aferrarnos y poder ser felices tal y como siempre lo hemos anhelado.

>> Boxear siempre fue mi primer gran sueño, pero ahora mi mayor sueño es poder estar a tu lado sin sentir todas esas presiones, sin saber que tengo que ausentarme por las temporadas altas de peleas o porque no puedo acompañarte cuando vas a tus compromisos, lo único que quiero es tenerte a ti en mi vida, no lo tomes como si estuviera dejando esto por tu culpa porque no lo es, solo tomé una decisión creyendo que de esa manera todo estará mejor.

Freen se abalanzó a sus brazos, enterrando su rostro en el espacio de su cuello y hombro. Sus brazos se aferraron al cuerpo de Becky mientras sentía las lágrimas fluir sobre sus mejillas sin control, sintiéndose sofocada por un momento. Becky la envolvió, acariciando su espalda mientras repartía besos sobre sus sienes y cabello, tratando de tranquilizarla.

—Quiero que seas feliz y dejes de atormentarte por cosas que deberías de saber que no me importan. Ofrecí lo mejor de mí por tantos años que ahora solo quiero descansar, y todo ello lo quiero a tu lado, no me veo en otro lugar que no sea en donde tú estés, solo eso pido.

>>No espero que entiendas del todo mi decisión, pero quiero que comprendas que no lo estoy dejando por ti, lo estoy dejando para poder darte una mejor versión de mí. No me siento obligada a dejarlo, yo lo estoy haciendo por decisión propia, solo estoy adelantando un par de cosas, pero sabes que en mis planes ya estaba contemplado.

—Te amo mucho, realmente no te merezco. —Soltó un quejido por lo bajo, aun aferrándose a su cuerpo. —No te merezco.

—Mereces todo lo bueno en el mundo, cariño. Y yo me aseguraré de dártelo. —La meció entre sus brazos, repartiendo besos aún sobre su rostro, tratando de limpiar sus lágrimas.

Perdieron la noción del tiempo, no estaban seguras de cuánto tiempo pasó hasta que Rebecca cayó dormida entre los brazos de su phi, sintiendo lejanas las caricias sobre su cabello y espalda antes de caer rendido al cansancio. Freen mordió su labio, tratando de retener sus sentimientos y pensando que podría pasar a partir de ese momento.

Nothing「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora