#002 - Las cosas mejorarán.

282 21 31
                                    

El despertador sonó como en todas las mañanas, eso era algo que nunca iba a cambiar.

El lechero recién despierto intentó apagar torpemente la alarma, terminando por tirar el objeto accidentalmente, incluso así todavía seguía sonando, por lo que Francis se vió forzado a levantarse para apagarla y ponerla en su lugar.

F.M - Esta cosa es indestructible...

Habló casi en balbuceos mientras se mantenía estático para evitar ese típico mareo que se manifestaba de la nada al levantarse muy rápido. Pasado un rato empezó con su rutina de siempre, cepillarse los dientes, afeitarse la poca barba que tenía, ducharse, vestirse con su uniforme y cocinar lo único que sabía hacer, lentejas.

F.M - Mmmm debí aprender a hacer frijoles.

Bostezó mientras hablaba para sí mismo, terminando de cocinar las lentejas. Le hubiera encantado despertar sabiendo que en la mesa se encontraría con Nacha y su hija, desayunando algo mil veces mejor de lo que se encontraba comiendo ahora, pues ella era cocinera y hacía un excelente trabajo en ese aspecto, hubiera deseado prestarle más atención a lo que ella cocinaba... O en sí prestarle más atención a ella, se sentía tonto por no haberse esforzado lo suficiente, tal vez lo mejor era dejar las cosas así.

No tardó mucho en terminar de comer y guardar lo sobrante en el refrigerador. Comprobó la hora antes de salir y empezar con el trabajo, las ganas eran escasas, pero no tenía de otra, no por ahora.

Mientras bajaba por el ascensor se cuestionaba que más podría hacer para salir adelante, quedarse así para siempre no sería conveniente, a veces dependía de la suerte para ganar dinero, además era agotador tener que ir de un lado al otro, incluso con una camioneta a su disposición, las canastas de leche todavía seguían siendo pesadas y normalmente el clima no ayudaba, o hacía mucho calor, o hacía mucho frío. Era agotador, pero podía soportarlo, siempre y cuando tuviera buenas ventas.

Ya habiendo llegado al primer piso, se topó con el de traje morado, el cual estaba recostado cerca de su puerta, dando a entender que parecía esperar a alguien. Al ver a Mosses inmediatamente le sonrió mientras empezaba a saludarlo, llevando encima ese característico olor a colonia, obviamente estaba presentable en todos los sentidos.

A.C - ¡Buenos días, vecino!

F.M - Mmmm hola.

A.C - ¿Cómo te encuentras hoy?

F.M - Nada fuera de lo común.

A.C - Claro... Oye, te estaba esperando, queria preguntarte por tu número.

No pudo evitar levantar la mirada un poco confundido por las palabras del contrario, no entendía para qué quería su número, es más, ¿Por qué lo estaba esperando solo para eso? Nunca pensó que alguien mostrara ese nivel de preocupación hacia una persona desconocida, no le veía el sentido ni el propósito.

F.M - ¿Mmm? ¿Para qué?

A.C - Ya sabes, creo que sería útil para una buena comunicación, me agradas.

Era confuso para Mosses, nadie podía ser tan amable con cualquier persona al azar, se estaba empezando a cuestionar si era alguna técnica suya para su conveniencia o algo así, era empresario, obviamente sabía todo ese tipo de jugadas. Sin saber que hacer, optó por ponerse a la defensiva.

That me is not me [That's not my neighbor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora