Capítulo 2

358 63 3
                                    

𝙿𝚊𝚛𝚝𝚎 2:
・❥・¿𝙴𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊𝚗𝚣𝚊?・❥・

—Pensé que habíamos quedado en que solo irías al hospital una vez al mes, Taehyung —la psicóloga ajustó sus espejuelos y tomó una libreta en sus manos—. Es la tercera vez que vas en la semana.

—No puede pedirme que deje de ver a mi omega, yo...debo cuidarlo ¿qué tal si despierta y yo no estoy a su lado? —profirió de manera rápida, jugueteando con sus manos ansiosamente.

La psicóloga suspiró negando con la cabeza levemente, mirando con algo de reproche al alfa. Taehyung ya llevaba diez meses asistiendo a su oficina, y si bien habían presentado avances, este seguía estancado en un pasado del cual no quería escapar. El omega de su paciente llevaba ya un año en coma, los médicos incluso iban perdiendo las esperanzas de que despertara algún día, no obstante, Kim seguía sin darse por vencido, y si bien admiraba eso de él, estaba claro de que Jeon Jungkook era un impedimento en el avance de su paciente.

—Escucha, llegamos a un punto en el que yo no puedo ayudarte. Es imposible que superes tu depresión si no pones de tu parte, Taehyung —explicó, mirando al pelinegro con algo de pena por lo siguiente que diría—. Yo...mi recomendación es que te mudes.

—¿Mudarme? —cuestionó sorprendido, arrugando el entrecejo al no entender del todo lo que quería decir la mujer.

—Sí, necesitas estar lejos de Jungkook, en un lugar en el que aún si tus pensamientos solo están ocupados por él, no tengas forma de seguir orbitando a su alrededor.

—¡¿Está consciente de lo qué me está pidiendo?! —preguntó escandalizado.

—Es la única opción que te queda, Taehyung. ¿Crees qué Jungkook estaría feliz de verte así? Ni siquiera puedes cuidar apropiadamente de tu hijo —el alfa bajó la cabeza sintiéndose culpable, porque si había algo de lo que estaba consciente, era de que ella tenía razón—. El sí necesita que estés ahí para él todo el tiempo, necesita de tus feromonas, las cuales te recuerdo que estás perdiendo debido a lo débil que está tu lobo.

—Bien, tiene razón —aceptó, poniéndose de pie para marcharse—. Muchas gracias por todo.

Se suponía que debía ir directo a su casa, donde se encontraba su hermano menor cuidando de su hijo. Definitivamente nunca le alcanzarían las palabras para agradecerle todo lo que estaba haciendo por él, y es que Jimin se había convertido en un padre para Jaehyun, uno incluso mejor de lo que él lo era. Y si bien estaba agradecido, eso era algo que no le correspondía a su hermanito.
El debía comenzar a rehacer su vida y salir de ese charco de lodo en el que seguía estancado incluso después de todo un año. Al fin y al cabo, era su hijo y su responsabilidad.

—¿Por qué estoy aquí otra vez?

Se preguntó va a sí mismo mientras observaba el rostro pacífico de Jungkook. A veces le gustaba engañarse a sí mismo autoconvenciéndose de que él solo estaba dormido, solo para hacer su miserable realidad un poco más llevadera.

—Koo, mi precioso bebé ¿podrías despertar? —se sentó a su lado, tomando su mano mientras un par de lágrimas traicioneras escapaban de sus ojos—. Te necesitamos aquí, Jaehyunie te necesita, yo...también te necesito.

El silenció frío y desgarrador fue lo único que recibió a cambio. Llevó sus manos a las hebras castañas del omega, acomodándolas para despejar su rostro. Besó su frente, sus párpados, la punta de su nariz, sus mejillas y finalmente, dejó un suave ósculo sobre sus labios.

—Recuerda que este alfa torpe te ama, Koo, más que a nada en esta vida.

Salió de la habitación de hospital sientiendo su corazón romperse, preguntándose cuántas veces era posible que este lo hiciera, pues para él eso sucedía cada que iba a visitarlo. Ver al amor de su vida, a su otra mitad de esa manera, le causaba tanta impotencia y dolor, que ya no se creía capaz de seguir soportándolo.

Pranks of a little omega [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora