Capítulo 5

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Esto no es realmente lo que Violeta esperaba cuando decidió ir al apartamento de Chiara, sin aviso. Joder, lleva puesto un juego de lencería. El que compró específicamente para la ocasión, no para algo más. 
                    
Así que, en su opinión, su sorpresa es completamente justificada al haberse encontrado con una candente pelirroja en el apartamento de Chiara cuando ha ido con un único propósito en mente. 

No es como si tuviesen algo, por lo tanto, técnicamente esto no significa que la está engañando. No es como si Violeta sintiese algo tampoco. Bueno, tiene orgullo, y no va a mentir - si Chiara sale con alguien al mismo tiempo que con ella, sí hace que sienta un escozor. Sin mencionar que arruina un poco su plan. 

Todos esos pensamientos dan vueltas en su cabeza al segundo que llega a la puerta de Chiara y mira a esa mujer pelirroja, quien le frunce el ceño. Tiene una mirada cortante y pómulos definidos, y cuando está claro que no va a reconocer a Violeta de otra manera que no sea crítica mientras la estudia, Violeta aclara su garganta y habla. 
               
"¿Está, uh, está Chiara?" 

El entrecejo de la mujer se arruga aún más. "Tú debes ser Violeta." Bueno. Esto lleva la hospitalidad a un nivel completamente nuevo - uno lejos del usual estándar socialmente aceptable.                      

"Esa soy yo," Violeta trata de no tartamudear. Por lo usual, no es asustadiza. Pero esta mujer tiene una presencia muy intimidante. Ahora que Violeta la ve más de cerca, descarta su primera suposición, ella no se mira como si estuviese jugueteando por ahí. De hecho, se mira impecable, vestida de una manera similar a la de Chiara. Su postura también se parece a la de ella; firme y orgullosa, quizás un poco más esbelta. Sólo que con un toque más de depredador.  

Así que Chiara no la está engañando, no está viendo a otra gente, Violeta se corrige a ella misma. Entonces, ¿quién es esta mujer? ¿Una socia? ¿Los socios de negocios frecuentan sus apartamentos mutuamente? 
               
"Ruslana." 

Oh. 

Oh, así que ella es- oh. Ella es la persona más importante en la vida de Chiara, como dijo Julio una vez. Ruslana Panchyshynas. La asesora de Chiara, compañera de negocios y su mano derecha. 

Y, juzgando por su mala mirada, no es admiradora de Violeta. "Chiara," responde del mismo modo, sin quitarle los ojos de encima. "Estaba meramente conociendo a la Señorita Hódar."  

Violeta se tiene que morder la lengua para contener sus ganas de golpearla, algo que en serio, en serio quiere hacer. Pero algo le dice que hacer enfadar a Ruslana es mala idea. Necesita preguntarle a Julio sobre ella luego. Pero ahora, mueve su mirada de Ruslana a Chiara y siente como una sonrisa aparece en la comisura de sus labios de repente cuando el verde se encuentra con el avellana. "Hola." 
                    
La voz de Chiara se suaviza, tan levemente que Violeta casi no lo nota. "Hola, Violeta. ¿Está todo bien?" 
                  
"¿Por qué no lo estaría?" Violeta piensa si empujar a Ruslana y entrar a la sala sería algo coherente. Al final, su terquedad gana. Pasa a un lado de Ruslana, levemente roza su hombro contra el de ella al entrar para darle un suave beso a Chiara en la mejilla. "Quería verte," le dice con calma, mirando cómo los ojos de Chiara se suavizan con una sonrisa que no llega a alcanzar sus labios. "Lamento si no es un buen momento. Quise sorprenderte." 

"Lo has hecho," Chiara le hace saber, esa casi sonrisa aún se puede apreciar en sus labios como una sombra que se desvanece. "Gracias."  

"Algo raro para estar agradecida."                      

"Yo no lo veo de esa manera."                       

"Entonces la Señorita Hódar y yo somos más parecidas de lo que pensé." Correcto Ruslana. Aún muy presente y no muy admiradora de Violeta. ¿Qué le ha estado diciendo Chiara para tenerla así a la defensiva después de apenas haberla conocido? 
                                                       
Violeta lucha contra la infantil urgencia de rodar los ojos y quita su vista de Chiara para posarla en Ruslana, quien sigue de pie cerca de la puerta. No la ha cerrado, Violeta nota. Interesante. "Lo siento, esto es muy grosero de mi parte," dice con una sonrisa que se vuelve un poco más cálida cuando siente la tentativa mano de Chiara en su espalda baja como un apoyo silencioso. El gesto no le pasa desapercibido a Ruslana y su mirada se vuelve más fría. 'Huh. Así que soy una brecha. Interesante.' "Es sólo que... hace tiempo que no veía a Chiara." 

toma mi mano | KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora